Esa es la cifra oficial de espectadores en la ida de la final de Copa ¡y no por culpa los horarios! Pocos de estos valientes presumirán de ello el dia siguiente en el trabajo, en el café o en el colegio. Casi ninguno recordará este partido pasado un tiempo. A la salida del estadio, una certeza: el rival no está muerto porque no se le mató, aunque la eliminatoria está encarrilada. Camino a casa: prisas y muchas dudas.

La Real Sociedad salió con un 5-3-2. Media decena por delante de Messi y un trivote a su espalda, porque es al que hay que tapar . El equipo vasco trataba de jugar junto e intenso para robar por dentro y salir rápido y directo por el carril central. Vela y Griezman se compenetraban encarando uno y buscando espaldas el otro. Francés y mexicano contra los dos centrales culés. En esas secuencias el resto eran actores de reparto. Laterales culés y centrocampistas txuri urdines se quedaban fuera de escena..

El plan era sencillo y válido. A muchos todavía les parece indigno cambiar en función del rival cuando es una herramienta más. Los hay muy papistas… Total, el Barça se encontró a un equipo replegado cuando tenía el Brazuca pero le atacaban en dos para dos a sus centrales. Un riesgo innecesario y que no era consecuencia de estar generando ventajas en alguna otra zona. Piqué y Mascherano eran funambulistas sin red, adictos a la adrenalina… Si el equipo del Tata tardaba -en el tiempo y el espacio- en perderla iban encerrando a su rival, lo desordenaban y aparecían los espacios, sobre todo a partir de Messi. Cuando se perdía antes o no se acababan las jugadas… vértigo.

En el 44 de la primera parte llega el punto de inflexión. Vela cae en el área culé en un forcejeo con el Jefecito que ya estaba amonestado. Segundos más tarde Busi marcaba tras saque de esquina e Íñigo era expulsado por protestar. A la Real le tocaría sobrevivir durante toda la segunda parte con un 4-4-1 que no se había ensayado. Pero sobrevivió porque el Barça mostró su perfil más previsible y anodino. Seguramente igual de castigable  que en la primera mitad, pero con un rival desarmado en frente. Habrá partido de vuelta…