El Manchester City está en una regeneración mental. Pese a tener 124 años estamos ante una institución ‘nueva’. El dinero llegó al cuadro citizen hace menos de una década y tras idas y venidas en el mercado de fichajes -y en los banquillos- comenzaron a verse importantes con Roberto Mancini y la FA Cup de 2011 como su primer título tras más de tres décadas. La corona de campeón de la Premier llevó al City al siguiente nivel. La Champions. La máxima competición continental se le atragantó al conjunto y obligó a dar una vuelta de tuerca más al proyecto. Bajo el mando de Manuel Pellegrini hemos visto al Manchester City más capacitado por plantilla y más identificable sobre el campo. Pasado el ecuador de la primera temporada de este proyecto llega una cita histórica. El Etihad va a conocer lo que es una eliminatoria de Champions. Y ante el Barcelona.

El Manchester City es candidato a todo, más por nombre que por funcionamiento. Es un conjunto que rompe esquemas. En primer lugar porque no se parecen en nada a lo que ya hemos visto de Manuel Pellegrini. Los skyblues son un equipo descontrolado, al contrario de lo que esperamos de un grande. Existe cierto masoquismo en su idea, fases de dominio racheado y tramos que ni quiere ni puede controlar. Ante todo el Manchester City es gol. Los hombres del Etihad son el equipo que menos necesita para anotar un gol. Un equipo que arriesga y se siente cómodo en el intercambio de golpes. La realidad es que al City le pilla la eliminatoria en un momento delicado con las lesiones: Kun, Fernandinho y Nastasic tocados, Javi García y Nasri apenas han salido de sus lesiones y Jovetic no ha tenido la continuidad de minutos necesaria.

Existen muchas dudas, de momento el City es una incógnita de cara a la eliminatoria. ¿1-4-4-2? ¿1-4-2-3-1? ¿Fernandinho, Javi García, Demichelis? El City está construido para jugar con dos puntas, aunque en ningún caso Dzeko-Negredo ya que no se complementan, pero sería descuidar el medio ya que tras pérdida Messi podría tener un latifundio para exhibirse. La opción de dar entrada a Nasri y Navas en bandas, centrando a Silva y con Negredo como único delantero parece más sólida pero le quita al City parte de su esencia: pisar área con muchos hombres y ser una sólida amenaza en el juego aéreo (Kolarov y Navas inundan el área de centros). La duda es si Pellegrini preferirá mantener la esencia de un conjunto agresivo, veloz y temerario o cambiar al 1-4-2-3-1 poniendo diques a su capacidad goleadora, su mayor virtud. Quizás Jovetic pueda ser el invitado ‘sorpresa’ para tener una solución intermedia.

El City es capaz de mantener fases a un ritmo muy alto, lo cual supondría un hándicap para el Barcelona pero hay vida más allá de los espacios tras la espalda de Touré-Fernandinho (en caso de no llegar el brasileño Javi García). Los del Tata pueden hacer uso de posesiones largas para desconectar los momentos intensos citizen. Pero para dañar de verdad necesitará algo más que bajar el ritmo. Con Alexis podría dañar al espacio, ya que al City no le gusta ejercer un repliegue bajo, pero en la otra banda hay más en juego. Alaba y Ribery, Luke Shaw-Jay Rodríguez y Azpilicueta-Hazard han demostrado que Zabaleta-Navas tienen problemas contra jugadores que mezclan atacar pegados a la cal con diagonales y posesiones interiores: eso abre una vía clara a las permutas Iniesta-Cesc, más aun viendo lo que hizo Iniesta contra el Rayo.

Quedan muchas dudas todavía pero hay que prepararse para una gran eliminatoria, sobre todo por los recursos de cada uno para explotar las debilidades rivales. Messi para la espalda de los medios. Navas para penalizar cada mala acción defensiva de Jordi Alba. La intensidad del City poniendo a prueba a Xavi. La capacidad del Barça para mezclar ataques en posesiones largas y otros al espacio. Además de poner a prueba cómo encara el Barça su manifiesta inferioridad en el juego aéreo contra uno de los mejores conjuntos en esa faceta, un motivo más para que Martino busque defender fuera del área. Una larga lista de aspectos que pueden pasar desapercibidos entre tanto nombre bañado en quilates pero que pueden dar protagonismo a actores secundarios (en el caso inglés Jovetic, Javi García y Miler -aunque sea baja en la ida-).