Empate a cero en el campo del Norwich en un partido en el que al City le falló la pegada. También es cierto que los de Pellegrini hicieron bastante para que así fuera. Sorprendió para mal la pasividad con la que salieron los skyblue teniendo en cuenta el once que presentaban. Touré Yaya, a menudo mediapunta, el sábado tenia por delante hasta cinco futbolistas. El marfileño era quien cubría el rol dejado por Fernandinho aunque en la media entrara James Milner. El inglés era el más liberado para subir un escalón. Siempre intenso, voluntarioso y peligroso cuando rompe en profundidad, el ex del Aston Villa tiene algún problema cuando juega por dentro. Sobretodo cuando recibe por delante del esferico, tiene dificultades para orientarse y para girarse; por detrás de la línea del balón lo ve más claro.

Milner no fue la única novedad del once citizen, pues arriba, junto a los españoles Silva, Navas y Negredo, entraba Stevan Jovetic. Prácticamente ausente durante la primera vuelta del campeonato, Pellegrini lo recupera en el momento justo: sin Agüero y con la Champions próxima a volver. El montenegrino cuajó unos muy buenos minutos la semana pasada ante el Chelsea, y el sábado saltó en el equipo titular. El entrenador chileno sabe que es momento de activar a Stevan pues, si no cambia mucho la cosa, será su primera alternativa a la pareja titular ante el Barça. Además, mezcla mejor tanto con Dzeko como con Negredo de lo que lo hacen estos dos entre ellos. Menos referencia, busca con inteligencia la mediapunta y además es una solución aseada para compensar el movimiento interior de Silva. Así lo fue ante el Norwich, al menos en el tramo inicial. Avanzado el partido, se fue al área buscando el gol.

Chris Hughton, el entrenador local, aprovechó la situación para mandar a Nathan Redmond a banda derecha para atacar la espalda de David Silva. El inglés, de tan sólo 19 años, ofreció unas sensaciones inmejorables. Físico, técnica y talento para aprovecharlo. Sorprende encontrar a un futbolista así en un modesto como el Norwich, y más todavía que Los Canarios pudieran hacerse con él este verano sin que ningún grande se entrometiera.

Como decíamos al inicio, sorprendió que con semejante arsenal ofensivo el City no saliera con varias marchas más para tratar de cerrar pronto el partido. Fue justo lo contrario, los de Pellegrini especularon durante 45 minutos, esperando, seguramente, que el gol cayera por simple inercia. No fue así,en parte porque el City atraviesa un momento de juego especialmente bajo, en parte porque el poderío de Touré quedaba excesivamente lejos del área, en parte porque Negredo ha pegado un bajón y en parte porque el mejor rematador disponible del equipo se quedó en el banquillo. Dzeko entró en el segundo tiempo en el lugar de Jovetic. Viendo que no llegaba el juego, a ver si llegaba el gol.

Tampoco. Y eso que Pellegrini movió el árbol con su segundo cambio. Una sustitución que sacaba del campo a Negredo y metía a Kolarov. El serbio se situó en banda izquierda, por delante de Clichy, abriendo el carril y permitiendo a Silva ser mediapunta sin matices. Con dos bandas más o menos fijas, apenas se sacó partido del centro lateral a la cabeza de Dzeko, pero sí sirvió el movimiento para que Milner y Silva se encontraran por dentro. El canario recibía entre líneas y esperaba a que el inglés rompiera en profundidad por dentro aprovechando los espacios que abrían los dos hombres de banda, para meterle el pase en el pasillo interior. Tampoco así se abrió la lata y con pocas alternativas desde el banquillo, el partido terminó con 0-0 y sin que Pellegrini agotara los tres cambios. Pantilimon, Richards y Lescott aparte, sorprende el ostracismo de Jack Rodwell, tanto porque el sábado podría haber servido para acercar a Touré al área, como porque, sin Fernandinho, la medular citizen le puede necesitar este mes.