“Trataremos de jugar igual que siempre” Paco Jémez dixit… 1 minuto 47 segundos después del pitido inicial, todo el hipotético plan del Rayo dejó de tener sentido, si alguna vez lo tuvo más allá de estos noventa minutos. Las verdaderas diferencias a campo abierto de ambos onces, se desvelaban en el césped, merced a otro golazo del mejor abrelatas exterior de este equipo, Adriano.

El Barça volvía a su reconocido 4-3-3, después de la superpoblación del miércoles en el centro del campo. Arriba otra vez el sempiterno triplete, con la baja de Neymar, formado por Pedro, Leo y Alexis. Y en la defensa el ya mencionado Adriano y Alves en las bandas, mientras que Puyol acompañaba a Piqué en el centro de la zaga. Pero en el eje sobre el que normalmente gira todo el fútbol del equipo, y hoy más que nunca cabe decir eso, los mandos los tenían dos interiores en estado de gracia; Iniesta en su lado bueno, la izquierda, mientras que Cesc ejercía más de interior de base, lo que no le imposibilitaba seguir siendo el rey de la asistencia en esta Liga. Quince en lo que va de temporada, bonita cifra.

Andrés que llevaba llamando a la puerta varias semanas, pero se quedaba en el hall, por fin hoy entró hasta la cocina… no sabemos si llegó a ver la exhibición de esta tarde en el Etihad de David Silva, pero lo que sí sabemos es que Pellegrini tiene unas horas menos de sueño de aquí al martes. Hoy Iniesta volvió a desequilibrar como antaño, sin alardes, solo arrancada y cambio de ritmo. Y fantasía, mucha fantasía. La combinación con Cesc en el cuarto gol es una obra de arte, solo al alcance de este equipo de elegidos.

 Y hablando del de Arenys hoy se jugó a su ritmo, y sí, Fàbregas es verticalidad, aunque siempre respetando la esencia de este equipo. Pero sobre todo Cesc es recorrido, es ese tipo de interior que tapa una de las carencias más importantes de este equipo; la “zona Busquets”, espalda maldita de los interiores. Hay dos maneras de tapar esa zona, bien mediante interiores que se queden o que lleguen, como se hizo hoy, pues tanto Iniesta como sobre todo Cesc, ayudaban a Busi en esa zona del mediocentro. O bien con centrales que achiquen para proteger la espalda del mediocentro. Pero hoy estaba Puyol en la zaga y, sinceramente y aunque duela decirlo, el de la Pobla ya no da.

Antes comentábamos que la propuesta de Jémez puede parecer dudosa cara a resultar exitosa en todo un Camp Nou, y puede ser que dicha propuesta resulte irrenunciable para la justificación del discurso del entrenador del Rayo. Pero es su manera de competir, no tiene otra. La mayor duda con la que se presentaba el equipo rayista es si su nueva estrella emergente se apellidaba Falqué o Falque… De hecho la presión alta del Rayo no estaba mal ejecutada, pero la disponibilidad en la salida de la misma del Barça hoy sí era la idónea, por lo que resultaba infructuosa. Ya sea por la calidad individual de los interiores, como comentábamos antes, especialmente exquisitos hoy, ya sea por mecanismos de salida en largo, que esta vez si daban la sensación de ser verdaderamente precisos y preparados. Como eran las diagonales a la banda de Alexis y Alves, con el equipo especialmente bien colocado en el rechace de dicho envío.

La primera parte del equipo azulgrana fue primorosa y clarividente, y tan sólo el poco acierto cara al gol, dos postes incluidos, impedían que dicha superioridad se tradujera en una importante distancia en el marcador. Hasta que llegó de nuevo el mejor definidor de este equipo, el diez, quién si no, para con una vaselina invitarnos al descanso con un ya más claro dos a cero en el marcador. Y dos pequeños “señalados” en una orquesta que rayaba la perfección; por un lado un desacertado en la interpretación Dani Alves y por otro un desafinado en el desborde Alexis Sánchez. Eso sí, a este último no se le puede decir que no interprete bien la partitura. Y de hecho al comienzo de la segunda parte, en su primera oportunidad de definir, lo hace con una claridad meridiana, del nueve que luce a su espalda, sentenciando con ese tres a cero cualquier atisbo de remontada de los rayistas.

Finalmente un, como decíamos, flojo y parece que tocado Puyol fue sustituido por Mascherano, formando con Piqué probablemente la zaga titular en Manchester. Y arriba tanto Tello, como un reaparecido con sexto gol en forma de exhibición incluido, Neymar, daban descanso en los minutos finales a un acertado Pedro, que presentó sus credenciales para la Champions. Y a un Leo que, por si alguien tenía alguna duda, volvió a demostrar que es el jugador más desequilibrante del planeta. Su sociedad con Cesc, solo se puede entender desde la perspectiva de dos niños que ya compartían club a la edad en la que intercambiaban cromos.

Que el once del Barça está llegando especialmente afinado, hombre por hombre, al momento clave de la temporada es algo evidente. Suponemos que algo de culpa de todo esto la tendrán las rotaciones que ha promovido el Tata a lo largo de esta temporada. Pero ya lo dijo él mismo hace una semana; “Se acabaron las rotaciones, llegamos al  momento clave de la temporada. No se puede fallar” El equipo sigue dando buenas sensaciones, ahora queda reflejar el martes si son suficientes para competir en Europa, probablemente con algo que se parezca más a lo mostrado el miércoles en Anoeta, que a lo visto ayer en Barcelona.