Por Otsuka

Dos años después de la épica batalla entre Pep y Mou ya tenemos otra gran rivalidad en la liga española, que si bien no alcanza -aún- las cotas de calidad de aquella, no le va a la zaga en competitividad. El duelo entre el Cholo y el Tata se encuentra, en gran medida, ante su primera noche de gala, puesto que el triunfo del Barça en la Supercopa se queda en anécdota comparado con la relevancia de lo que mañana se habrá de dilucidar en Madrid. En este post voy a repasar, someramente, la historia táctica de cuatro encuentros que han llevado al límite la resistencia defensiva de ambos conjuntos.Pese a que se trata de un duelo marcado por el conservadurismo y el respeto mutuo, hay ajustes y actuaciones individuales que merece la pena destacar para contextualizar la eliminatoria.  Creo que quien salga del Calderón soñando con Lisboa habrá conseguido algo más, mucho más, que superar una ronda. 

Ida de la Supercopa (21 de Agosto de 2013) VICENTE CALDERÓN 1-1

La primera consideración parece obligatoria: el Tata Martino era un técnico recién llegado a la liga con una plantilla que no estaba diseñada para él, mientras que Simeone dirigía, henchido de prestigio, una plantilla confeccionada a su medida. En el apartado táctico llama la atención que durante toda la Supercopa el Cholo optase por un 4-5-1 muy marcado en el que Diego Costa atacaba a Jordi Alba y Mario Suárez actuaba por delante de los defensas equilibrando cualquier desajuste que pudiera crear la circulación de balón azulgrana. En la siguiente captura se ve a la perfección el 4-5-1, deprimido en el centro, preparado para presionar en banda.

El Barça se despliega sin tensión, repitiendo la rutina que caracterizó los peores momentos de la época de Tito y Roura. El balón viaja del medio campo al extremo y del extremo al interior con tal lentitud que el rival apenas necesita compensar sus movimientos. El Atlético de Madrid rara vez debe girarse y enfrenta de cara al medio campo culé, retrocediendo en el centro para expulsar el balón hacia las bandas. Ahí la superioridad colchonera es patente: Juanfran, Diego Costa y Gabi trabajan sobre Pedro y Jordi Alba, mientras que Filipe Luis, Arda y Koke hacen lo propio con Dani Alves y Alexis. Iniesta aún estaba en “esos” meses del año en los que apenas pesa y Pedro no inquietaba a su par en ningún momento. En tales circunstancias, la presión del Atlético en banda es tan agresiva como eficaz, puesto que no siente peligro a su espalda.

En caso de que falle la presión, Godín y Miranda están liberados para saltar a cerrar espacios sin que ningún jugador culé amenace con ruptura. En la segunda parte cambia el panorama. Se retira Messi, tocado, y entra en su lugar Cesc Fábregas. Recordemos que estamos en el verano de 2013 y Cesc deja sus primeros avisos: si Leo necesitaba descansar, él estaba listo para dirigir la nave en su ya cotidiano rol de falso 9. Su entrada comienza a darle alguna inquietud al medio campo del Atlético, pero es su asociación con Neymar la que voltea el partido. El sistema defensivo del Cholo, que había estado muy cómodo con la pasividad de Messi y de Pedro, se enfrenta con dos jugadores que les exigen pensar. Vemos en la captura que todos los jugadores del Atlético de Madrid han de prestar atención a algún oponente para evitar una posible combinación.

El Atlético de Madrid va sobrado de talento defensivo pero el encuentro se instala en su área y, sin pasar grandes apuros, el gol que reciben es producto de la dinámica del juego. Algunos de los nombres más destacados de este partido se repetirán a lo largo de todos los enfrentamientos: el desempeño monumental de Gabi, Arda Turán, Godín y Diego Costa en el lado colchonero. El infalible rendimiento en las grandes citas de Piqué, Mascherano y Neymar en el otro. Un último detalle: en este partido Leo Baptistao es una de las sustituciones del Cholo. Teniendo en cuenta la actuación del Cebolla y de Sosa en la ida de Cuartos de Final de la Champions, no parece descabellado afirmar que a estas alturas de la competición Baptistao le resultaría de cierta utilidad al equipo.

Vuelta de la Supercopa (28 de Agosto de 2013) – CAMP NOU 0-0

Cesc aparece en el once en el lugar de Iniesta y Neymar entra por Pedro. El Atlético de Madrid repite con su 4-5-1, aunque hay alguna modificación sensible. Arda Turan, que en la ida se había situado en banda izquierda, centra su posición y comienza a atacar a Sergio Busquets que, pese a que el equipo apenas le acompaña, responde como en las grandes noches. La primera mitad fue equilibrada y nos dejó un dibujo en el Barça que denotaba cierta voluntad del Tata por verticalizar la posesión. En algunas fases del partido Dani Alves tendía a situarse como interior, empujando a Xavi hacia la media punta, mientras que Alexis se colocaba entre centrales y Messi pasaba a ocupar la banda derecha. No fue una disposición constante pero sí favoreció algún desborde de Alves interesante y le concedió a Leo el espacio que se le negaba por dentro. El movimiento lo completaba Cesc, jugando entre líneas, sin el peso que tuvo en la ida, pero encontrando espacios para involucrar a Neymar en la dinámica colectiva.

En la imagen vemos a Alves con el balón, Messi abierto en banda y Alexis ejerciendo de nueve puro. Se trataba de un dispositivo eminentemente conservador que, aunque no inquietaba al Atlético, sí logró que el Barça estuviera razonablemente agrupado durante algún tramo del partido. En la segunda parte el Barça se descose, el Atlético proyecta a sus laterales y entre el minuto 46 y el 60, aproximadamente, Arda y Costa someten al equipo culé, que habría perdido la eliminatoria de no ser por las brillantes actuaciones de Mascherano, Piqué y Valdés. Como se puede ver en la captura, la defensa del Barça frente a los contragolpes del Atlético, dirigidos por Arda (es quien lleva el balón), es tremendamente desorganizada. Impropia, diría yo.

A partir del minuto 65 la presión del Atlético pierde intensidad. Neymar y Messi empiezan a encontrar algunas ventajas y, como suele ocurrir en cuanto los rivales aflojan, Dani Alves interpreta los huecos interiores como ningún lateral del mundo. El último cuarto de hora del partido se inclina levemente del lado culé, pero la lentitud de Xavi, la relativa intrascendencia de Cesc -sustituido por un leve Iniesta- y el magnífico trabajo de Godín, Miranda, Gabi y Filipe Luis, desactiva casi todas las opciones del Barça. Los locales se alzan con la Supercopa pero el sabor es agridulce. El Atlético de Madrid es una fortaleza y el Barça, pese a los ajustes de su entrenador, aún es un equipo muy previsible que depende en exceso del talento individual. No obstante, el hecho es que el talento culé, exigido al límite de lo suicida, responde, y en este tipo de situaciones Gerard Piqué siempre se erige en líder indiscutible. En la siguiente captura vemos al cuatro solo frente al contragolpe del Atlético de Madrid, en una imagen que se ha repetido en más de una ocasión durante la serie de enfrentamientos.

Piqué, como casi siempre, soluciona lo imposible. El Barça levanta la Supercopa sobreviviendo al filo de la navaja. Se estaba muriendo el verano.

Liga BBVA (19ª Jornada, 11 de Enero de 2014) VICENTE CALDERÓN 0-0

El contexto del partido no tiene nada que ver con el de la Supercopa. El Barça es un equipo más trabajado y el Atlético de Madrid confía plenamente en su sistema. El Cholo sale con su canónico 4-4-2 y el Tata deja en el banquillo a Neymar y Messi, que no estaban en plenitud física. Hay que recordar, además, que el rendimiento de Cesc, Pedro y Alexis estaba siendo sobresaliente. Con estos hombres en el terreno de juego el Barça tendía a mezclar control y verticalidad con un papel protagonista de Fábregas, pero el Cholo no estaba dispuesto a concederle tiempo para ejecutar su plan. El Atlético salta al campo con una presión abrumadora sobre Sergio Busquets, que pierde un par de balones muy comprometidos. La invitación a que Piqué y Mascherano sacasen el balón estaba clara pero Xavi Hernández decide situarse en la base de la jugada para eliminar la presión del Atlético asegurando la circulación del balón.

Como vemos, se mantiene incólume el 4-4-2 pero, frente a Xavi, Villa y Diego Costa prefieren esperar y el Barça se instala cómodamente en campo contrario, aún a costa de perder toda profundidad. Xavi logra bajar las revoluciones al partido y consigue que pasen pocas cosas. Como si de una partida de ajedrez se tratase, el Barça sacrifica a Cesc para interrumpir la presión del Atlético. Iniesta y Pedro son los únicos jugadores que inquietan al rival, aunque Miranda y Gabi impiden, con cierta suficiencia, que el Barça saque provecho de su control. En la segunda parte el Barça se queda sin Iniesta, el jugador más inspirado del campo, vértice definitorio del cada vez más productivo triángulo que formaba junto a Cesc y Alba. La entrada de Leo Messi ralentiza el ritmo del Barça y Arda Turan, asegurado el control del espacio por Tiago y Coke, comienza a tiranizar el partido moviéndose entre la derecha y el centro. El turco es un jugador que, como Ozil o Modric, rara vez pierde la pelota, y el Barça no puede impedir que consiga desbordar a su medio campo una y otra vez.

Al igual que había ocurrido en la Supercopa Piqué y Mascherano, espléndidos ambos en las ayudas, sujetan al equipo, pero se percibe una dinámica más sólida. Los laterales se fijan a la altura de los interiores y se cierran para auxiliar a Sergio Busquets en cuanto el Atlético inicia sus contragolpes. En los últimos minutos el Barça consigue castigar las pérdidas del Atlético gracias a la irrupción de Neymar, que exige la marca de dos hombres y permite que su equipo busque la espalda del rival con balones en profundidad.

Neymar y Messi empujan al Atlético en varias jugadas consecutivas hasta que los locales deciden prescindir de aventuras y agruparse para cerrar huecos. El Cholo efectúa hacia el minuto ochenta una maniobra cuando menos extraña: sale Tiago y entra Cebolla. Leo Messi puede recibir el balón sin que la presión de tres hombres le asfixie y el Barça está a punto de llevarse tres puntos en un partido que había planteado pensando en conseguir uno. Pero el marcador no se mueve y queda la sensación de que ni el Cholo ni el Tata están preparados para poner todas las cartas encima de la mesa.

Liga de Campeones (Ida de los Cuartos de Final, 1 de abril de 2014) CAMP NOU 1-1

Como este partido está muy reciente me detendré solo en alguna cuestión que se incardina con los enfrentamientos precedentes. El Barça salta al campo con Neymar en derecha y con sus mejores pasadores juntos. El Atlético de Madrid repite 4-4-2 con presión alta, cuyo éxito se ve garantizado, en este caso, por la tremenda inseguridad de Pinto en el juego en largo. Para facilitar la salida Xavi y Sergio Busquets forman en un doble pivote extremadamente condicionado por Diego Costa. Mientras el jugador brasileño estuvo sobre el terreno de juego, Xavi se situó en la zona izquierda, retomando su posición natural en la derecha tras la lesión de Costa (Debo los créditos de esta observación a los siempre magníficos análisis de EUMD).

Arriba, con Diego Costa en el campo, Xavi conduce el balón en la izquierda. Abajo, inmediatamente después de la salida de Costa, vemos que Xavi ha regresado al interior derecho.

Podemos suponer que el Tata pretendía proteger su zona más débil, la espalda de Alves, pero lo más interesante es anotar la crucial relevancia de Diego Costa. Tras su lesión el Atlético pierde profundidad y agresividad, favoreciendo que el Barça instale su posesión en zonas más avanzadas del campo. En la segunda parte Iniesta, literalmente, la rompe, acompañado por un Neymar que si ya había sido importante para el colectivo en derecha, exprime su movilidad en la izquierda. El Barça logra recuperar el balón con mucha facilidad, recordando a épocas pasadas y, a consecuencia de ello, regresa, como por ensalmo, la dictadura de Sergio Busquets. El mismo hombre que sufre en campo propio ridiculiza a sus rivales en campo contrario. Iniesta y Neymar fueron las estrellas, pero Busquets se encargó de que nunca les faltasen balones.

https://www.youtube.com/watch?v=yj0TkiUEuw4

Pese a ello, el buen partido de Courtouis, Gabi, Koke y Godín permite al Atlético salir indemnes de las mejores fases de juego azulgrana. Cabe reseñar otra maniobra extraña del Cholo. Entre el minuto 71 y el 78 prescinde de Arda y Villa para dar entrada a Sosa y al Cebolla, con lo que el Atlético se queda sin lanzador y sin calidad en el ataque. Por el contrario, el Tata Martino había logrado mejorar el rendimiento de su equipo con el ingreso de Alexis por un muy decepcionante Cesc. La dirección de campo de Simeone en esta serie de enfrentamientos se ha revelado, en mi opinión, inferior a la del técnico culé. En cualquier caso, el resultado final no se movería y el empate a uno, que beneficia al Atlético de Madrid, deja todo en el aire.

CONCLUSIÓN

Aunque todos los enfrentamientos entre el Atlético y el Barça hayan estado marcados por la prudencia y los ajustes defensivos, cada partido ha tenido su historia y se puede observar una evolución que, desde mi punto de vista, favorece ligeramente al equipo culé. A pesar de que el Atlético ha disfrutado de fases de marcada superioridad, los últimos veinticinco minutos del Barça en el partido de Champions han sido los más dominantes de toda la serie. Por lo visto en el Camp Nou parece poco probable que el Atlético de Madrid pueda impedir que Neymar, Iniesta y Messi saquen algún provecho de la única pieza –relativamente- débil de su inenarrable muralla, el lateral derecho. Sin Piqué, el estado de forma de Arda y Diego Costa se antoja decisivo desde la perspectiva colchonera. En cualquier caso, todo hace pensar que mañana veremos, de nuevo, un partido equilibrado, pero me queda la sensación de que el Barça está a un paso de conseguir descifrar al conjunto del Cholo. Mañana, por primera vez en cinco partidos, alguien tiene que salir derrotado.