De los ocho cuartofinalistas, el Manchester United es el único que no marcó fuera de casa en la ida de los octavos. En Champions, el gol en campo ajeno en la ida, se gane o se pierda, es un preciado botín. En el minuto cero de la vuelta te da una ventaja que tu rival no tiene. Atlético de Madrid y Barça se han enfrentado ya tres veces esta temporada, las tres han terminado en empate y ambos han logrado sólo un gol. Fue en el primero de todos, la ida de una Supercopa que se terminó llevando el Barça haciendo valer el tanto de Neymar en el feudo colchonero. Lejos quedan aquellos Barça-Atlético o Atlético-Barça con siete, ocho o nueve goles. Los conjuntos de Martino y Simeone se tienen maniatados. Unos -los azulgranas- porque su rival defiende tan bien que no encuentran el hueco, y los otros -los rojiblancos- porque en el empeño por proteger su portería quedan demasiado lejos de la del rival.

El equipo de Simeone se defiende atrás y su plantilla arrastra desde la temporada pasada el déficit de la poca velocidad arriba. Diego Costa es más rápido que Falcao, pero aunque el hispano-brasileño es capaz de cargar con una defensa entera a su espalda, puede ser insuficiente. Sobretodo en el Camp Nou. El estadio azulgrana es enorme. No sólo Pinto quedará más lejos sino que además, con mayores espacios, los culés tendrán más vías para encontrarse en la mitad rival. Veremos que plantea Simeone para no regalar atrás y, aun así, aspirar al botín del gol fuera de casa.

De las tres veces que se ha enfrentado al Barça esta temporada, en dos de ellas ha jugado con una línea de cinco centrocampistas y en otra con dos hombres en punta. Motivos para creer en ambas posibilidades los hay. El 4-4-2 fue en el Calderón pero fue el último dibujo que El Cholo enfrentó a Martino. Con este esquema buscará apretar a una altura ligeramente superior, se expondrá más a una salida lateral del Barça que abra por dentro y amenazará a Piqué y Mascherano con ese dos para dos que tanto castiga al equipo. Tendrá como objetivo recuperar más arriba para que a la recuperación y al gol los separen menos metros. Con línea de cinco en el centro del campo, en cambio, atará más en corto los espacios a la posesión blaugrana, se cubrirá ante una posible salida por fuera pero le costará más llegar.

Tanto con una como con la otra, quien no estará es Raúl García que cumple sanción, y eso abre enormemente el abanico de posibilidades. La lógica diría que su lugar lo ocupará David Villa, al fin y al cabo el navarro se quedó su plaza en el once. Sin embargo, el Raúl García por Villa es más que un hombre por hombre. Implica el cambio de dibujo. 4-5-1 con el primero, 4-4-2 si el ex-azulgrana es quien entra. Al menos a priori, porque los dos mediocampos de cinco hombres ante el Barça, Simeone los hizo con Diego Costa partiendo de una banda. Parece difícil que repita durante los 90 minutos porque lo necesita para salir, pero sobretodo si forma con dos delanteros, Costa será el comodín del Cholo.

El problema con Villa es que ni es de mucho valor si se opta por apretar arriba ni tiene físico para llegar al área a tiempo si empieza a correr desde muy atrás. Asumiendo que Adrián no entra en las quinielas, el Guaje es la única opción del Atlético si opta por salir con dos hombres en punta.

Para el 4-5-1 hay más candidatos. La opción de Diego Ribas (o Sosa) detrás de Costa es de las más golosas. Primero porque el brasileño ahí no restaría en transición defensiva como resta cuando juega en banda, y segundo porque la zona del mediocentro es un regalo para cualquier rival del Barça. El festín que se dio Silva se lo podría dar el ex del Wolfsburgo. Busquets no está siendo regular, y salvo el apoyo presencial de Cesc, su equipo sigue jugando como si Sergio fuera infranqueable. La recepción a espaldas del interior culé sigue siendo accesible. Ese hombre lanzando a espaldas del interior también podría ser Arda, que ya ha castigado a Busquets antes y a quien, en otro de los duelos de esta temporada entre estos mismos equipos, Simeone ya situó en el centro. Entonces abriendo a Koke y cerrando al turco, hoy puede repetir intercambio si quien entra en el equipo es Tiago Mendes o probarlo con El Cebolla Rodríguez. El juego por fuera de uruguayo, a la espalda de los laterales del Barça, puede ser un recurso muy útil para hacer avanzar al equipo y acercarlo al gol. Esta noche vale doble.