UN SUBMARINO QUE BUSCA EUROPA

El Villarreal llega al partido de liga ante el Barcelona en plena lucha por los puestos europeos y con muchas ganas de demostrar la clase de equipo que son en estos partidos que cierran la temporada. Cierto es que la primera vuelta fue mejor -idílica, de hecho-, pero quizás dieron incluso demasiado de sí mismos partido tras partido, quizás quedó la cosa demasiado arriba y ahora el contraste no es natural. Los groguets no están haciendo una segunda vuelta mala si consideramos que llevan tiempo con los objetivos de la temporada más que cumplidos y su lucha ahora es la de un equipo que no deja de competir.

Marcelino sigue encarando los partidos como lo ha hecho desde que aterrizó en el banquillo de el Madrigal, pero la forma de muchos jugadores no es la misma que al inicio de temporada y eso es algo que se ha notado a lo largo de toda la segunda vuelta. Sin embargo en estas últimas jornadas ha dado la sensación de un Villarreal que realmente intenta pelear por meterse en Europa. No llega el Barcelona en un buen momento a enfrentarse ante el submarino, en los coletazos finales de la temporada y con un equipo que, si no tiene necesidad, tiene ambiciones y mira siempre hacia arriba.

El Villarreal no solo luchará para arrancarle todo lo posible al Barcelona, sino que lo hará jugando en su casa, en el Madrigal. Y es que el equipo de Marcelino se encuentra 7º en la tabla clasificatoria, tan solo 2 puntos por debajo de la Real Sociedad y aún con opciones. Van sin presión, pues nadie les puede decir que su vuelta a Primera División ha sido mala, pero competir en Europa la temporada próxima podría ser un buen broche.

En lo que va de temporada, el Villarreal ha perdido 4 veces en casa -un número significativamente bajo-. No es fácil que el submarino no saque puntos en su propia casa. Viniendo de perder ante el Málaga, en un mal partido y por 2-0, conociendo como es Marcelino, saldrán enchufados desde antes del minuto 1. Y, además, no es como si el Barcelona se les diese especialmente mal. En la ida ganó el equipo culé por apenas 2-1 y un muy buen partido de los groguets.

Llegan los groguets con menos bajas que en la ida -faltarían tan solo Uche, Dorado y Pablo Iñiguez-. Este último todavía se está ganando el puesto, a sus 20 años ya ha demostrado que si sigue en la línea que lleva puede tener un lugar en el centro del campo del Villarreal. Pero las faltas de Uche y Dorado se notarán -y ya se llevan notando algunas jornadas, Dorado debido a una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho a finales de marzo, y Uche, que ha vuelto hoy a los entrenamientos tras problemas en los abductores y será duda hasta último momento-.

Pero hay otros que si que podrán estar sobre el campo, y de ellos se pueden destacar varias figuras en cada una de las líneas del equipo.

Bajo palos ya no hay dudas. Juan Carlos se lesionó en el peor momento y, lo que empezó como una substitución se ha convertido en Sergio Asenjo haciéndose cargo completo de la portería grogueta -y parece tener la total confianza de Marcelino por el momento, quien no ha hecho ademán de cambiar de opinión en cuanto a su posición en el equipo-.

La lesión de Cani se fue arrastrando durante una parte larga de la temporada, demasiado larga, pero llega al partido ante el Barcelona en una subida de forma. Entre él y Bruno siguen llevando al equipo -dos figuras a las que el Barcelona en la ida no se tuvo que enfrentar y ahora, fuera de casa, deberá hacerlo-. Junto a Trigueros y Tomás Pina forman el cuadro más seguro para el centro del campo groguet.

En defensa, la figura de referencia es Musacchio, que guarda seguro atrás, formando pareja recientemente con Pantic. El defensa argentino ha demostrado esta temporada que su forma en 2a División no fue una mera ilusión, y que está dispuesto a ir hacia arriba. A sus 23 años promete muchísimo en el once de Marcelino. Los laterales también están asegurados a dos hombres de confianza y, si no hay sorpresas, Mario Gaspar y Jaume Costa deberían hacer los honores.

Arriba, con la posible baja de Uche para este partido, las opciones siguen siendo muchas. Giovanni dos Santos entiende de maravilla al centro del campo groguet y, en una temporada, se ha adaptado a todo lo que se pide que haga sobre el campo. Pero tampoco se quedan atrás Perbet, quien pese a no ganarse un lugar como titular, cuando sale no decepciona a nadie, o Jonathan Pereira.