¿Quién es Alen Halilovic?

En el día de ayer Alen Halilovic ha firmado como nuevo jugador del F.C. Barcelona para las próximas cinco temporadas. Por este motivo recuperamos el artículo íntegro que le dedicó nuestro compañero EUMD en su web eumd.es el pasado mes de marzo. Posiblemente muchos ya lo habréis leído pero nunca está de más refrescar las aptitudes de este proyecto de jugador croata que, en un principio, formará parte de la plantilla del Barça B la próxima temporada.

El siguiente después del siguiente.

Tras los rumores saltaba la noticia: el F.C.Barcelona se ha asegurado el fichaje de Alen Halilovic, uno de los mayores talentos salidos en mucho tiempo del fútbol croata y, seguramente, el futbolista más prometedor de su generación a nivel europeo. Ahora mismo tiene 17 años, no es titular fijo en su equipo y no hace mucho que debutaba con la selección absoluta de su país. No conviene correr, Halilovic hoy por hoy todavía es un niño, pero puestos a hacerlo por uno, es el niño por el que se debía apostar.

Juega en el Dinamo de Zagreb, mismo club de donde salió el madridista Luka Modric y que más cerca en el tiempo ha alumbrado, también, al futbolista del Inter Mateo Kovacic o a Tin Jedvaj, actualmente en la Roma aunque sin apenas protagonismo. Dirigido por el ex internacional Zoran Mamic, el Dinamo de Zagreb es un conjunto que se organiza normalmente a partir de un 4-3-3 de interiores técnicos y juego por banda. Ivo Pinto por la derecha y Josip Pivaric o Rúben Lima por la izquierda, son laterales que se suman, dejando atrás a la pareja de centrales Simunic-Addy, y permitiendo a los extremos irse hacia el interior. Por delante de los centrales, Arijan Ademi es pieza clave, como ancla en labores defensivas y como iniciador cuando su equipo tiene el balón. A sus lados, la nómina de interiores a la disposición de Mamic es amplia, y va desde el fino Marcelo Brozovic al solvente Domagoj Antolic, pasando por el joven y bullicioso Zvonko Pamic, mientras en la enfermería espera el bosnio Husejinovic. Por último, este mercado de invierno han perdido a Sammir Cruz que se ha incorporado al Getafe, y a cambio ha llegado desde Turquía el brasileño Cleyton.

Los futbolistas que integran la medular croata, más que juntarse por dentro, acostumbran a hacerlo por fuera, con el lateral y el extremo de su perfil: Duje Cop en la izquierda y El Arbi Hillel Soudani en la derecha. Ambos jugando a pierna cambiada, tienden a irse hacia el centro, donde espera el chileno Júnior Fernándes completando el once. El veterano Jerko Leko, el joven zaguero Jozo Simunovic y el jugador que hoy nos ocupa, Alen Halilovic, rematan el abanico de recursos útiles del técnico. En el 4-3-3 de Mamic, el sitio de Halilovic está en el extremo derecho. Habitualmente presente, el que será futbolista del Barça B la próxima temporada, alterna titularidades con participaciones entrando desde el banquillo como jugador revulsivo. Sea de una forma u otra, es difícil que complete los 90 minutos.

Alen Halilovic es un centrocampista que juega de delantero y como un delantero.

Posicionalmente -repetimos, posicionalmente- su ubicación y dinámica de movimientos recuerdan poderosamente al primer Leo Messi. Al extremo derecho de Rijkaard o del año 1 de Guardiola como técnico del primer equipo. Zurdo, empieza en el perfil diestro y, escondiendo la pelota al defensor en su pie izquierdo, se desplaza en diagonal hacia el interior. Conduce bien, con el cuero pegado a la bota, y en los últimos años ha mejorado mucho haciéndolo con la cabeza erguida. Esta capacidad para que sus ojos se encarguen del espacio mientras sus pies se encargan del balón, ha ampliado su fútbol. Alen interpreta el fútbol de manera coral y tiene visión de juego, por lo que no sólo se relaciona con el compañero más cercano. Es capaz de meter el pase -sobretodo interior- a distintas alturas del campo.

En este sentido, para quedar libres, sus compañeros se benefician de su capacidad para juntar rivales gracias a su maravilloso control del balón, su habilidad para sortear adversarios, su buen hacer en el regate y la facilidad con la que encuentra el hueco entre un zarzal de piernas.

El juego de Halilovic, sin embargo, no se reduce a ese fuera-dentro buscando la mediapunta. Es más rico que eso. Mantiene buena relación con la cal y una punta de velocidad y, sobretodo, un cambio de ritmo que le permite zafarse también por fuera. Además, siendo delantero y jugando como un delantero, tiene mentalidad de centrocampista. Desde su posición en ataque le da cosas al conjunto que en la mayoría de equipos dan los medios. En este caso en particular, podríamos trazar cierto paralelismo con lo que aporta Rafinha en Vigo o aportaba Ronaldinho en el Barça de Rijkaard.

Su nivel técnico es de elegido.

Llevamos un buen rato hablando de Halilovic y apenas hemos mencionado la mayor virtud del jugador. Perfecto para lo que debe ser su carrera en Barcelona, el control de balón de Alen es superlativo y no hay golpeo que no esté capacitado para hacer ni velocidad en el mismo que no pueda alcanzar. Básicamente con su pierna izquierda, aunque de un tiempo a esta parte haya mejorado sus prestaciones con la diestra, tiene toque y una extrema sensibilidad a la hora de contactar con el cuero, ya sea para conducir con la pelota pegada, dar un pase, buscar el disparo o inventar un recurso. Atrevido, descarado, no es excesivamente goleador, entre otras cosas porque no siente el área como otros compañeros de línea, pero como suele suceder en estos casos, parece inevitable que sus números mejoren con el paso de los años.

Pareciera, con todo esto, que Alen además de ser un jugador bueno -que lo es- fuera también un futbolista terminado. Ni mucho menos. Halilovic tiene 17 años y como tal es inconstante, intermitente e incompleto. Por eso su primera temporada como azulgrana la disputará en el filial. Independientemente de quién dirija al Barça B entonces, lo normal es que la adaptación del futbolista a España siga siendo bajo los parámetros del 4-3-3. Actualmente, con esa disposición, la tripleta atacante que se ha consolidado con Eusebio está formada por Denis Suárez en la izquierda, Dongou en el centro y Adama Traoré en la derecha. Lo normal es que el ex del City este verano abandone el filial, bien para incorporarse a la primera plantilla, bien para salir cedido, porque una temporada más en Segunda no tendría mucho sentido para su formación: le queda muy pequeña. Desde un punto de vista nominal, y si no hubiera más cambios en la línea de delanteros del Barça B, el lugar del gallego es el que se quedaría Halilovic.

Decimos que desde un punto de vista nominal, porque Denis ocupa la izquierda y el mejor sitio para Alen es en el perfil derecho. Justo donde ahora juega Adama, y donde el del Hospitalet está resultando uno de los principales argumentos ofensivos del segundo equipo culé. Aquí, pues, habrá una incógnita por resolver. O bien Halilovic y Adama se alternan en el once -algo poco probable pues en principio serán los dos futbolistas más peligrosos del equipo-, o bien uno de los dos encuentra otro lugar sobre el campo. Lo más normal, y contando con el ascenso de Denis Suárez, sería que uno de los dos pasara a la izquierda. A falta de ver lo que sucede en septiembre, la idea de un Halilovic juntando rivales en la derecha y generando el aclarado en la izquierda para el uno contra uno y el abrumador físico de Adama, suena bien. Además, decantado sobre ese perfil diestro que le es más natural a su juego, Alen encontraría en Dongou a un ariete muy de su agrado. El camerunés trabaja bien el área, es móvil y devolviéndole la pared en la frontal, le permitiría recibir de cara.

El Halilovic falso nueve puede tener algún problema más, aunque a lo largo de los años, y más jugando en el Barça, el croata va a visitar esa posición en más de una y de dos ocasiones. Hoy por hoy, mientras crece como futbolista, la banda derecha le facilita la recepción orientada. Algo similar a lo que le ocurre a Thiago Alcántara cuando ladea su posición para recibir sobre banda izquierda. ¿Y como interior? Tiene el temple pero todavía no la constancia.

Es un futbolista en construcción.

En todos los aspectos. Futbolísticamente, todavía no es el jugador que será. Sin ir más lejos, hoy busca más el desmarque al espacio de lo que lo hará en su apogeo. Lo suyo va a ser el balón al pie. Físicamente, aunque desde este espacio no compartimos esa debilidad física que se le supone por ser menudo -es de tronco inferior fuerte y no es fácil de tumbar-, sí va a ganar en fondo y en capacidad para administrar esfuerzos para llegar entero al tramo final de los partidos. Juega rápido, intenso, combinando la electricidad con la pausa. Por eso es un futbolista muy valioso, también, a la contra. Conduce con clase y sentido, interpreta bien lo que sucede a su alrededor, y ejecuta a gran velocidad sin que la precisión se resienta.

A Halilovic le vendrá bien ese primer año en el filial. Para que los focos cieguen menos y la etiqueta de ser uno de los futbolistas más prometedores del continente no moleste. Se adaptará a la Liga, a la ciudad y al Barça sin prisas, porque con Halilovic no cabe precipitarse. Su Barça no es el actual ni el que ya debe ocupar su sitio. Es el siguiente después del siguiente.