El Barça ha fichado un gran futbolista. Si tenemos en cuenta que la marcha de Víctor Valdés nos deja desnudos en una parcela complicada, que no recordamos una estabilidad en la portería similar en varias décadas (se nos ha olvidado afrontar las citas importantes sin pensar en el portero), que Pinto también abandona el club y que en ter Stegen parece que “solo” tenemos un diamante en bruto que pulir, la gestión iba a ser bastante complicada. Acostumbrados a decisiones vacilantes, a periodos largos de toma de decisiones y algunas carencias en la planificación deportiva suficientemente decisivas en el objetivo del equipo cada temporada, esta vez toca aplaudir la eficacia, rapidez y solvencia con que se ha conseguido el fichaje. Hace algunos días, Jose Mourinho analizaba el partido entre la selección española y Chile durante el Mundial de Brasil: “Claudio Bravo, además de ser un portero muy bueno, es muy bueno jugando con los pies, sacando siempre el balón largo, no ha perdido nunca un balón en la primera fase de construcción, donde a España le gusta apretar”.

Bravo, de 31 años, 1,85cm y 84kg ha pasado las últimas 8 temporadas en San Sebastián. Ha defendido la portería txuri-urdin en Primera y en Segunda División. Es el segundo futbolista extranjero, tras Kovácevic, que más veces se ha puesto la camiseta de la Real. Portero sobrio, sereno, compensado en cuanto a las aptitudes que un arquero debe dominar. Ágil y espectacular sobre la línea de gol, destacado uno contra uno, seguro en el juego aéreo y excelente en el juego con los pies. Creo que no se debe caer en el extremo con este aspecto por referirnos al FC Barcelona. Aspecto que se debe destacar como parte de la evolución del fútbol, el crecimiento de los recursos y la exigencia de capacidades para mejorar un deporte al que le cuesta dejar atrás las épocas. Bravo viene a desempeñar un papel motivador y personal a la plantilla. Un futbolista motivado, dispuesto a trabajar para ser quien comience contando para Luis Enrique. Pienso, tiene casi todas las papeletas para ser el portero titular del Barça 2014/15. Además, la clara apuesta del club para el futuro, André ter Stegen, se verá obligado a concentrar todos sus esfuerzos desde el primer momento. Su único hándicap es la escasez de balones atrapados en primera instancia. Trabajo.

Un premio para Claudio Andrés Bravo Muñoz. Un premio a una trayectoria complicada. Algunos problemas de crecimiento sus primeros años (inevitable pensar en Leo Messi) y un par de lesiones inoportunas en la Real, constituyeron serios obstáculos para su continuidad. El “monín”, como le llamaban en su etapa de Colo Colo, llega a Barcelona con la mente en la gran oportunidad de su carrera. El único portero chileno que ha disputado la Copa de Europa puede ahora convertirse en el único portero chileno en ganarla. Constituye la personalidad del proyecto que acaba de comenzar. Necesita frescura, motivación y hambre el Barça. Nos hemos cansado de repetir esta temporada que habíamos perdido fluidez de juego, continuidad, conjunción de sistema. Creo que es un buen comienzo fichar a un portero que te aporte un extra en este aspecto: “Creo que ha sido la mejor demostración de juego y de pases con los pies que he visto en un portero” Roy Hodgson, noviembre de 2013 tras el 0-2 de Chile a Inglaterra en Wembley con dos goles de Alexis Sánchez.

Bonus track. Claudio Bravo, historia de un gol