PIQUÉ, EN MANOS DE LUIS ENRIQUE

El pasado curso no fue nada fácil en Can Barça, y tampoco lo fue para Gerard Piqué. El central catalán ya hace tiempo que está en boca de todos a causa de un rendimiento por debajo de las expectativas creadas. Por a o por b, en los últimos tres años las prestaciones de Piqué han sido puestas en duda más de una vez– y de dos, y de tres– debido a sus faltas de concentración, lo cual nos sugiere que ésta es una temporada crucial en su carrera como azulgrana.

Y es que Gerard es uno de los mejores centrales del mundo cuando está en su mejor versión y tal y como él reconoció en pretemporada su deber es recuperarla. Desde el club se confía en que lo haga, ya que por eso se le renovó hasta el 2017 hace apenas unos meses. Con la llegada de Luis Enrique, deseamos ver un Gerard deje de ser tan irregular en su rendimiento como ya sucedió el año pasado, que culminó en un Mundial desastroso, en el que llegó a perder la titularidad.

El regreso de la meritocracia en los entrenamientos y la incorporación de nueva competencia en el puesto obligan a ponerse las pilas a Gerard, en el que se le intuye una nueva inyección de intensidad y de frescura en los primeros partidos de la competición oficial. Como le ha sucedido a Messi, Piqué es uno de los otros futbolistas del Barça que compite consigo mismo y su mejor versión, por lo que se entiende que un sector de la afición haya puesto en duda su capacidad de compromiso dado su rendimiento de los últimos tres años.

De hecho, Pep ya denunció en su primera temporada que hay que estar encima de Gerard, por aquel entonces un joven futbolista de 21 años que empezaba a deslumbrar el mundo. Con el paso del tiempo, su cuerpo sufrió un cambio que se traduce en las dificultades que sufre ante delanteros rápidos y exigentes en el uno contra uno. En su presentación, Luis Enrique ya se comprometió a recuperar la mejor versión de un futbolista que necesita de nuevas vitaminas para conseguir su objetivo.

Los cambios de hábitos que sugiere el entrenador asturiano respecto a las temporadas anteriores, sumados a la ilusión de construir algo nuevo sin traicionar las esencias, constituyen un reto para los futbolistas azulgrana necesitados de probarse, de nuevo, a ellos mismos. “Con Luis Enrique disfrutaremos”, dijo Gerard en pretemporada. Seguro que sí.