En buena hora nos toca visitar el Camp Nou”, es lo que debe pensar más de un seguidor celtiña en estos momentos. Y es que este sábado el Real Club Celta de Vigo visita el Camp Nou tras la dolorosa derrota sufrida por los culés el fin de semana pasado en el Clásico del fútbol español. El equipo que dirige Luis Enrique intentará pasar página cuanto antes y regalar un triunfo a su afición con la que templar los ánimos y volver a la senda de las victorias.

El Celta por su parte, viene de firmar uno de los mejores arranques de su historia, con cuatro victorias conseguidas, otros cuatro empates y tan sólo una derrota. Pero lo que tiene a la afición celeste ilusionada no son los resultados, que son muy buenos, sino las sensaciones que está dejando el equipo: ha competido en todos los encuentros y ha dejado momentos de un fútbol brillante. Pero antes de entrar en materia sobre el juego celeste vamos a contextualizar la situación del equipo.

Eduardo el Toto Berizzo aterrizó el verano pasado en Vigo con la difícil papeleta de sustituir a Luis Enrique. El técnico asturiano, pese al mal inicio de temporada, consiguió ganarse a la afición celeste a base de victorias, buen juego y su apuesta irrenunciable por la cantera. Terminó la temporada con el equipo como un tiro, consiguiendo 16 de 24 puntos posibles, y terminando en novena posición. Por el camino, sentó las bases de un Celta de futuro. Consiguió sacar la mejor versión de futbolistas como Yoel, Hugo Mallo, Fontás, Álex López, Nolito, Augusto Fernández, Charles, Orellana o Khron-Dehli; apostó por los canteranos Jony, David Costas, Levy Madinda y Santi Mina, y pulió a un diamante en bruto como Rafinha. Y lo más importante: recuperó para el club buena parte de la masa social, volviendo a generar ilusión. En Vigo siempre tendrá la puerta abierta.

Tras su exitoso paso por O´Higgins, el ex capitán celeste llegó a Vigo con un gran reto por delante, y la verdad es que no sólo ha conseguido mantener el listón que dejó Lucho, yo diría que lo ha superado. Berizzo es un reconocido seguidor de la escuela bielsista. Ha sido dirigido por el técnico rosarino en Newells Old Boys y el Atlas mexicano, y ha sido su segundo entrenador en la selección nacional chilena durante tres temporadas. Sin embargo, el libreto de Berizzo añade a todas las características de los equipos de Bielsa un mayor pragmatismo. Aunque la presión alta y asfixiante, el ritmo alto de circulación de balón, la continuidad en todas las fases del juego, la intensidad, el sacrificio… todo eso se ve reflejado en el Celta de Eduardo Berizzo.

Con las únicas bajas de Yoel, Íñigo López, Aurtenetxe, Rafinha y Bermejo, el Celta se reforzó este verano con Sergi Gómez, Carles Planas, Nemanja Radoja, Pablo el Tucu Hernández y Joaquín Larrivey. A ellos hay que añadir a Rubén Blanco y Borja Fernández, que han subido del filial. El equipo ha perdido a su mejor jugador, Rafinha, pero a cambio ha subido el nivel medio del equipo y ha ganado fondo de armario.

El Celta fue uno de los primeros equipos en comenzar la pretemporada. En ella se hizo mucho hincapié en el apartado físico, haciendo que los celestes firmaran una gran pretemporada, jugando a un gran nivel gracias al estado físico del equipo, por encima del resto de clubes. Esta buena dinámica continuó tras el inicio de la Liga, haciendo que, a estas alturas de la competición, el Celta marche sexto cuando su objetivo es lograr la permanencia. ¿Y cuál es el secreto de este Celta de Berizzo?

Podemos decir que el técnico argentino ha aprovechado el gran trabajo realizado por Luis Enrique y ha dado continuidad al proyecto. El equipo sigue ordenándose en un 4-3-3 y mantiene las señas de identidad que tenía la temporada pasada: apuesta por el fútbol combinativo, salida de balón en corto, interiores de mucho recorrido, extremos bien abiertos a las bandas, laterales que se suman al ataque, etc. Sin embargo, Berizzo le ha añadido al equipo una serie de matices que lo hacen más competitivo.

En primer lugar está el cambio de rol de Khron-Dehli. Tras llegar como extremo, fue Luis Enrique quien descubrió en él un fabuloso centrocampista. Situó al danés como medio centro y el juego ofensivo del Celta ganó muchos enteros, regalándonos partidos brillantes como el disputado en Copa del Rey frente al Athletic Club. Pero Berizzo ha dado un paso más y ha situado a Khron-Dehli como interior, dándole el mando del equipo. Con este cambio, el equipo ha ganado muchísimo. A diferencia de Rafinha o Álex López, que son jugadores más verticales, más agresivos, más de ida y vuelta y de llegar hasta línea de fondo, Khron-Dehli es un centrocampista más de posesión. Al igual que ellos también se mueve mucho y por todo el cambio, pero es más centrocampista. Baja mucho a la base a recibir el balón, ordena el juego, es un apoyo constante a sus compañeros, acelera la jugada, la frena, ofrece un pase atrás, asiste… el danés es un centrocampista total. Junto a al tridente de arriba es el principal culpable del buen juego del equipo. Le da al juego del equipo muchísimo sentido y casi siempre hace lo que la jugada demanda, mejorando cada balón que recibe. Es el faro del equipo, y si no está bien se nota mucho.

Por suerte el Celta no es sólo el futbolista danés. Junto a él hay tres jugadores que también están rayando a un gran nivel y que están contribuyendo con goles al buen momento del equipo celeste: Nolito, Orellana y Larrivey -no en vano entre los tres suman ya 14 goles y 7 asistencias-. Los dos primeros siguen al mismo nivel con el que terminaron la temporada pasada: rapidísimos, muy móviles, inspirados en el uno contra uno, recibiendo entre líneas con mucho peligro… Están marcando mucho la diferencia y como con Khron-Dehli, Berizzo ha dado un paso más y los ha hecho subir un nivel. Esta temporada el equipo conecta con Nolito y Orellana con mucha facilidad, velocidad y casi siempre de cara y con espacio y tiempo para encarar a su par. Este mecanismo está creando muchísimos problemas a los equipos rivales y está permitiendo al Celta desbordar en cada partido -el automatismo de cambio de juego de Nolito a Orellana es tan bonito como efectivo-. Junto a ellos está el delantero argentino. Aunque en teoría sus características no parecían casar muy bien con el equipo, lo cierto es que el ex del Rayo está sumando de forma notable. Permite al Celta variar su juego y alternar salidas en corto con salidas en largo. Además, fija muy bien a los centrales, permitiendo a Nolito y a Orellana tener más metros para hacer la diagonal hacia dentro y, jugando con el fuera de juego, está consiguiendo habilitarse en muchas ocasiones para quedarse solo frente al portero. Por último cabe destacar su labor defensiva: es incansable y su presión provoca más de una pérdida en el rival.

Hasta aquí las claves del equipo celeste. Sin embargo en el Camp Nou veremos a un Celta distinto. Hasta ahora, en la mayoría de los partidos está buscando a su rival muy arriba, con una presión intensa y agresiva. Pero Neymar, Luis Suárez y Messi es un tridente de mucho nivel y lo más probable es que causen muchos problemas a la zaga visitante, que es la parte más débil del equipo. Por eso me imagino que Berizzo matizará un poco su discurso y repliegue más de lo habitual, defendiendo muy cerca de su portería, o por lo menos en fases prolongadas del partido -ojo a las dificultades de la zaga para defender los centros laterales-. Con las bajas confirmadas de Planas, Oubiña y Augusto, probablemente jugarán Sergio en portería, Mallo y Jony en los laterales y Cabral y Sergi Gómez como centrales -está la duda de Fontás, que llega muy justo al encuentro-. Junto a ellos estarán Radoja -gran descubrimiento- como medio centro y Khron-Dehli y Álex López o Pablo Hernández en los interiores. Con el primero el Celta ganaría llegada desde segunda línea y más dinamismo y recorrido. Pero con el segundo el equipo sumaría más control de balón, mayor posesión y un jugador capaz de hacer dormir el partido. Es por ello que creo que Berizzo apostará por el Tucu. A pesar de que le está costando adaptarse al ritmo del fútbol español, es un jugador que sabe tener el balón y provocar muchas faltas. Contra el Barça puede ser de gran ayuda en esas fases en las que los culés encierren en su campo a los vigueses. Además, siempre te guardas la carta de Álex López en el banquillo para agitar el encuentro en caso de necesidad -sus llegadas a espalda de los medios rivales también pueden hacer mucho daño al Barcelona-. Arriba estará el ya mencionado tridente, que se verá penalizado por tener que iniciar los ataques a mayor distancia de la que acostumbran y sin la ayuda de los laterales. Pasarán mucho tiempo en tareas defensivas ayudando a sus compañeros y las transiciones serán de menor calidad, pero el Barça deberá estar muy pendiente de ellos, ya que pueden dar un susto a Bravo en cualquier momento. En el banquillo esperarán Charles y Santi Mina. Mucho ojo a este último que, a pesar de no haber contado mucho para Berizzo, es un jugador muy potente que con espacios puede crear mucho peligro al Barça. ¿Se atreverá el Toto?