El Sevilla de Unai Emery es uno de los mejores contragolpeadores de todo el continente europeo. Sin embargo, en las últimas semanas del campeonato de Liga se ha visto bastante forzado a tener que basar su juego en un ataque más elaborado. Como el propio técnico sevillista reconocía tras la derrota en San Mamés, tanto Athletic como Villarreal habían trabajado con esmero el reducir el impacto del contraataque sevillano. No fue menos Lucas Alcaraz en su visita al Sánchez Pizjuán al frente del Levante.

De esta forma el equipo andaluz pasa por un pequeño bache de resultados y sobre todo de dominio del matiz que quiere que tomen los encuentros. El Sevilla, en las últimas jornadas, no está jugando a lo que realmente quiere, viéndose incapacitado de desarrollar sus armas futbolísticas más poderosas de manera continua en el desarrollo de los partidos. Visitar el Camp Nou implica verte sometido a la modificación de tu patrón general de juego, pero quizá a los de Emery este aspecto les sea menos traumático que a otros equipos. El repliegue a campo propio y ceder el peso del balón al rival- por iniciativa propia- son aspectos bajo los cuales el Sevilla se siente cómodo.

A partir de ahí, hacerse fuerte sin la pelota, recuperarla y lanzar un ataque directo lo más rápido posible definen al Sevilla más competitivo, aderezando este cóctel “reactivo” con el dominio de la pizarra en las jugadas de estrategia. Emery pretende que su equipo trabaje un fútbol relativamente simplificado, pero al que si miramos con mayor profundidad no le faltan matices que desarrollar en función de las circunstancias que le planteen los rivales. Unai maneja variantes, aunque algunas de ellas todavía deben ser pulidas y mejoradas en su desarrollo.

LAS DIFERENTES ALTERNATIVAS A CONSIDERAR

Acertar una alineación de Emery es harto complicado puesto que el preparador sevillista es bastante dado a las rotaciones de sus jugadores. Debido a esto, la presencia de unos futbolistas en contraposición de otros es la que añade esos matices particulares que el de Fuenterrabía aplica a su planteamiento de base. En el Camp Nou este parece claro y es el de intentar volver a ser ese equipo que contragolpea como pocos y al que no le importa demasiado que su porcentaje de acierto en el pase sea de los más bajos de la Liga. Cometer errores no es demasiado problemático para un Sevilla que trata de mantener su equilibrio defensivo por encima de un desequilibrio ofensivo más constante.

Los andaluces son un equipo de no llegar demasiado a zonas de remate pero ofrece una buena cuota de efectividad de resolución de las ocasiones que generan, añadiendo un poderío tal en la estrategia que les llega a otorgar casi un 40% de sus anotaciones en el campeonato de Liga.

POSICIÓN INICIAL DE DENIS SUÁREZ. ¿4-4-2 DIRECTO O ENCUBIERTO?

Partiendo de un 4-4-2 claro o encubierto, la presencia de Denis Suárez junto a Bacca o en banda izquierda implica el primer aspecto diferencial del juego sevillista. Si su posición de partida es centrada, el Sevilla gana en presencia entre líneas para juntarse con los dos teóricos extremos. Eso potencia la asociación y permite a los de Emery tener un elemento adicional en la gestación de su contragolpe. Si el ex blaugrana parte desde la izquierda, Gameiro será de la partida. Con esto los andaluces obtienen una pieza más que presentar por delante de la línea de balón y su fútbol se empobrece-aunque no demasiado ni traumáticamente- consiguiendo el rédito de una mayor amenaza a la espalda de la defensa.

En ambas disposiciones el Sevilla tiene un problema en su gestación del juego ofensivo y es que los de Emery se hacen muy largos y faltan apoyos y escalonamiento entre los mediocentros y los delanteros. Es necesario recurrir en muchas ocasiones al desplazamiento en largo para acercarse al portero rival, pero la segunda jugada tampoco es un aspecto completamente dominado en los sevillanos. El comportamiento en bandas es relativamente asimétrico con un Tremoulinas que se proyecta con más asiduidad al ataque que Coke.

Falta escalonamiento( imagen 1)

BANEGA COMO INICIADOR DEL JUEGO

Estas situaciones pueden verse relativamente resueltas con la presencia de Banega en el once titular. Dentro de la afición sevillista exista una gran controversia respecto a la titularidad del argentino, puesto que se piensa que la pérdida en cuanto a empaque defensivo que aporta el doble pivote M´bia-Krychowiak no se compensa con la creatividad que puede aportar Éver al juego ofensivo del Sevilla.

El inicio de juego sevillista no suele ser muy limpio cuando rival somete a una presión alta a la defensa, el doble pivote no se escalona y juega muy paralelo, mientras que los jugadores ofensivos empujan demasiado hacia arriba. La consecuencia es clara, mucho espacio entre la zona de iniciación y de finalización sin que existan jugadores que junten al equipo.

Salida de balón(imegen 2)

Si Banega se encuentra en el campo este aspecto queda parcialmente resuelto porque el argentino se incrusta entre centrales para ser quien otorgue el primer pase de iniciación y luego se preste al apoyo de sus compañeros para romper la presión rival.

Banega entre centrales (Imagen 3)

Superada la primera línea de presión, al Sevilla le gusta correr y hacer que su ataque estático sea a ritmo de transición. Con Éver es más fácil superar esta primera traba rival. Si además existen apoyos de los extremos en posiciones interiores, el conjunto de Emery encuentra diferentes escalones para atacar en velocidad como tanto le atrae.

Escalones interiores(Imagen 4)

ALTERNATIVA DEULOFEU

Si sobre la figura de Banega existe cierta controversia en Sevilla, no lo es menos respecto a Deulofeu. Gerard está teniendo un rendimiento relativamente difuso, ya que no es constante en sus aportaciones y no podemos decir que la regularidad marque su trayectoria hasta ahora en el Sevilla.

Emery lo está utilizando con mayor asiduidad en casa y en situaciones en las cuales el equipo se ve abocado a tener que atacar más en estático que en transición. Su presencia en el Camp Nou, como la de Banega, no es altamente probable, aunque podría ser posible por la componente emocional que tiene el regreso a la que es su casa -al actuar como cedido en los sevillanos-.

Pese a que el juego de Deulofeu no es continuo, ya que su toma de decisiones no es siempre la más adecuada y el porcentaje de acierto en sus acciones tiende a ser bajo, sí se está mostrando determinante en cuanto a registros. El canterano blaugrana pone sus gotas de calidad para llevar al Sevilla al gol, bien por su realización -las menos de las veces- o bien por surtir de asistencias a sus compañeros.

Su aporte es más firme en las situaciones en las que aparece por dentro, para generar esos escalones interiores a diferentes alturas a los que nos referíamos con anterioridad. Pese a ser un jugador dominado por el diablo de la conducción y el desborde, no podemos negar que su calidad en los desplazamientos y en la asociación sea interesante para el equipo. Juntarse con Denis Suárez en la zona central del campo rival suele ser poco habitual a la par que muy positivo para el Sevilla en su ataque. De esta forma obtiene un escalonamiento en su disposición que permite una circulación de balón más fluida sin perder el cinturón de seguridad que supone que los dos mediocentros se queden por detrás de la línea de balón.

Deulofeu interior(Imagen 5)

Aunque Deulofeu es el extremo sevillista que menos presencia interior está mostrando dentro del repertorio de su juego, Gerard prefiere mantenerse pegado a la cal y desde ahí iniciar jugada individual de desborde, con resultados muy dispares. Cuando consigue superar a los contrarios genera ocasión de peligro, pero no son muchas las veces las que se está deshaciendo de su par y sí demasiadas en las que se obceca en regatear cuando la situación no lo requiere.

Vive excesivamente aislado del equipo, como si fuera solo un recurso al que sus compañeros tienden eventualmente y no participante del discurso global del conjunto.

EL SEVILLA MÁS LÓGICO

Hablar de lógica a la hora de definir cuál puede ser el Sevilla que veamos en el Camp Nou es algo complicado puesto que Emery destaca en el planteamiento de los partidos en inferioridad y suele mostrar alguna variante específica para enfrentamientos como el que se disputa el sábado. Pero atendiendo a lo que supone visitar Barcelona y por lo visto en partidos precedentes, lo esperable es que M´Bia-Krychowiak formen el doble pivote mientras que las bandas están ocupadas por “los galgos” Vitolo y Aleix Vidal. Ver a un equipo nervionense cargado de músculo y físico parece lo más sencillo de intuir para acompañar a Denis Suárez en su labor de lugarteniente de Bacca en la punta del ataque.

La única duda reseñable es la presencia de Benoit Tremoulinas. Y esta sería una baja bastante problemática para el Sevilla, puesto que el galo es una opción muy importante para superar en conducción la presión barcelonista y una compañía en el aspecto ofensivo a Vitolo para dañar a Daniel Alves -foco que posiblemente busque Emery para agredir al Barça-.

Bajo estas premisas, un muy probable once sevillista sería el siguiente, en una disposición de 4-4-2 “encubierto”, puesto que Denis Suárez no actúa como punta propiamente dicho pero sí que juega mucho espacio temporal del partido en línea con Carlos Bacca.

Once inicial(Imagen6)

Es seguro que el Sevilla no va a querer disputar la posesión del balón al Barcelona, pero también podemos decir que no por ello vaya a dejar de lado una presión sobre la iniciación del juego culé. Lo más probable es ver a los de Emery presionar la salida de balón para luego -si esta primera línea es superada por los blaugranas- juntarse en campo propio con un repliegue medio-bajo.

Presion alta(imagen 7)

El repliegue del Sevilla se basa en parámetros muy claros, posicionamiento en 4-4-2 tratando de estar lo más junto posible y cerrado en las zonas centrales, permitiendo mejor los espacios laterales. El jugador más cercano al balón sale a presionar, mientras que los defensas -principalmente los centrales- están pendientes de achicar y presionar la recepción a la espalda de su línea de medios. Tanto Pareja como Carriço se muestran muy agresivos tratando de evitar el giro al rival que recepciona entre líneas, su trabajo es clave en el poderío defensivo sevillista.

Repliegue(Imagen 8)

El objetivo en ambos casos, tanto en repliegue como en la presión alta es el mismo. Recuperar el balón estando el equipo relativamente junto para tener apoyos que permiten un contragolpe o ataque directo en pocos toques y de manera muy rápida y vertical. Al Sevilla no le gusta demasiado jugar en campo rival mediante ataque elaborado y eso se nota en su disposición y en su comportamiento, equipo largo en ataque y relativamente corto en defensa con un fútbol donde predomina la velocidad sobre la pausa y la asociación.

PROBLEMAS PRINCIPALES A RESOLVER

Pese a que el rendimiento que está desarrollando el equipo de Emery en este arranque de Liga es excepcional, debe minimizar alguno de sus hándicaps. Ningún equipo es perfecto y siempre existen pequeños -o grandes- detalles que mejorar para aumentar la capacidad competitiva.

En el caso del club sevillano los aspectos más importantes a resolver son la salida de balón desde su propio campo ante presión rival y el manejo de la distancia entre líneas en el repliegue. Ambas cuestiones se derivan de una separación mayor a la recomendable en los jugadores, tanto con balón como sin él. Y eso en el Camp Nou te penaliza en exceso.

El Sevilla utiliza con mucha asiduidad la salida en largo porque no se junta en el pasillo interior para superar la primera línea de presión rival.

Iniciación juego(Imagen 9)

Más allá de la salida en largo y la disputa de la segunda jugada o la presencia de Banega como iniciador, un mecanismo que hemos visto utilizar en los de Emery es la salida lateral con el apoyo interior de los extremos. De esa forma el poseedor del balón tiene más apoyos y en caso de pérdida esta se produce en una zona exterior donde es menos traumática. Aquí es de capital importancia la presencia, todavía en el alero, de Tremoulinas. Y más aún ante un Barça que trata de presionar el inicio de juego rival, aunque no siempre lo haga de la manera más eficiente posible.

Salida lateral(imagen 10)

El doble pivote M´Bia-Krychowiak ofrece muchas virtudes al Sevilla, pero entre estas no se encuentra en otorgar una salida de balón limpia que permite a su equipo posicionarse en campo rival de manera sencilla.

El otro problema que debe resolver el Sevilla es el manejo de la distancia entre líneas en el repliegue. Los dos mediocentros son muy tendentes a presionar al poseedor del balón y la línea defensiva prima el seguimiento individual de sus pares a mantener un equilibrio zonal.

Distancia entre líneas(imagen 11)

Eso hace que, en ocasiones, se produzcan problemas en el posicionamiento y la basculación o de distanciamiento entre compañeros. En definitiva fisuras defensivas que ante el Barcelona suponen un riesgo de derrota muy alto.

Seguimientos (Imagen 12)

El Sevilla llega al Camp Nou con argumentos para poder competir el partido en el momento actual que vive el Barcelona. Deberá ajustar algo sus pequeños problemas para que no sean determinantes. Pero si ofensivamente no encuentra salida de balón y si defensivamente otorga espacios entre líneas, dependerá en exceso del rendimiento defensivo de sus centrales.