EL DILEMA DE LA CONTINUIDAD

Es complejo encontrar alicientes en un partido que arranca con un 5-0 en el marcador global. A todo lo que puede aspirar el Elche es, en el mejor de los casos, a obtener un resultado digno en el Martínez Valero que no ensucie más aún su eliminatoria. Además, tras la victoria obtenida en San Mamés, que confirma la sensación positiva que dejó el equipo frente al Málaga y Villarreal, lo último que querrá Fran Escribá es desgastar a sus jugadores clave de cara a la compleja situación que afrontan en la liga. A tenor de estos condicionantes, es dudoso que vayamos a disfrutar de un buen espectáculo competitivo, y es una pena, porque la oferta futbolística del Elche ha ido creciendo jornada a jornada.

Lo ha hecho, principalmente, desde la delantera; en el resto de líneas el equipo, de momento, ofrece un rendimiento inferior al del año pasado. Si comparamos la cifra de goles encajados en la jornada 18 de la pasada temporada (27), con los 35 concedidos en esta campaña, queda claro que el conjunto franjiverde ha perdido solidez defensiva. Aunque la incorporación de Enzo Roco ha podido suplir la marcha de Botía, no parece que ni el veterano Pelegrín ni Lombán sean garantía de contundencia. En el medio campo se ha perdido, de golpe, mucho talento. Quizá demasiado. Las bajas de Javi Márquez, “Roca” Sánchez y Rubén Pérez aún no han encontrado réplica, a pesar del buen hacer de Mosquera y los destellos de genialidad de Fajr. En la delantera, en cambio, pese a que las cifras de 2015 son similares a las de 2014, nos encontramos con una situación completamente distinta, solventada por Jonathas de Jesus. El jugador brasileño, cedido por el Pescara, es el tipo de delantero que permite sumar puntos en la liga BBVA; Jonathas, gracias a su potente desmarque, que puede sostener durante bastantes metros, castiga cualquier presión alta que no se ejecute a la perfección, algo bastante común entre los equipos españoles. Bien acompañado por el gesto técnico de Victor Rodríguez, la velocidad de Garry Rodrigues y la capacidad para aguantar el balón de Aaron Ñíguez, Jonathas es el hombre que compensa la falta de empaque del resto de líneas del Elche.

Lamentablemente, como dije al principio, todas estas virtudes y defectos del Elche no tendrán mayor relevancia en el partido de mañana, un trámite para ambos equipos. Pero sí tendríamos que anotar una diferencia: el Barça tiene ante sí la posibilidad de darle continuidad, por primera vez en la temporada, a un plan exitoso. Tras la notable -y balsámica- victoria contra el Atlético de Madrid, el escenario parece dispuesto para que Luis Enrique de por concluida su búsqueda y asiente una idea de juego. En esencia, y una vez descartado el sistema de los laterales proyectados y los interiores lateralizados, el mejor juego del Barça en esta campaña lo vimos con Messi pegado a la banda y Neymar buscando agredir la basculación del equipo rival. Entre ambos, Luis Suárez dividiendo constantemente la atención de los centrales. A partir de ahí, tanto interiores como laterales se consagraron a compensar los movimientos de los tres de arriba, en un cambio de guión tan ajeno a la tradición reciente del Barça como coherente con la tipología de la plantilla. Y coherente también, no lo olvidemos, con el carácter y gusto futbolístico del actual entrenador del Barça.

¿Veremos repetirse el plan, o el cambio de contexto y las rotaciones nos presentarán al enésimo Barça remozado? Es de esperar que intervengan algunos jugadores del filial, como Adama o Samper, que Sergi Roberto Montoya o Rafinha gocen de minutos y que alguno de los tres de arriba comience el partido en el banquillo. Habida cuenta de que en este Barça los canteranos tienden a reproducir la ortodoxia del 4-3-3 tradicional en mayor medida que muchos de los titulares, será interesante observar qué rutinas les pide Luis Enrique que ejecuten. Me parece, desde este punto de vista, que nos podría resultar especialmente reveladora la labor de Rafinha, si es que está lo suficientemente recuperado su otitis como para ser titular. El menor de los Alcántara es uno de los jugadores más talentosos de la plantilla, y acaso el único que por calidad y nivel de actividad puede reproducir el rol del interior de posesión que desborda a su par y crea superioridades en el medio campo. ¿Le pedirá Luis Enrique que se comporte tal y como hizo Rakitic frente al Atlético de Madrid, colocándose en el campo en función de las necesidades de los delanteros, o intentará sacar lo mejor de su juego, orientado siempre al desborde y el desequilibrio? En definitiva, ¿será el medio campo de Luis Enrique, de aquí en adelante, escudero de su línea de tres atacantes, o aún podemos esperar evoluciones en este sentido? Una pregunta similar nos la podríamos hacer para varios de los roles del once culé, y creo que es una cuestión que, a falta de tensión competitiva, podría revestir cierto interés.