TÍPICOS, TÓPICOS Y NOVEDADES

El City el próximo miércoles y el Madrid en 7 días. Teniendo presente este futuro inmediato Luis Enrique plantaba un once frente al Eibar que protegía a los dos apercibidos de sanción de cara a la próxima jornada -Mathieu y Mascherano- sentándolos en el banquillo. Con los dos laterales titulares sancionados, la línea defensiva estaba cantada: Monty en derecha, Adriano en la otra banda y el centro para la dupla Pique-Bartra. El centro del campo sí nos deparó cosas inesperadas, y de las buenas. El Rakitic, Rafinha y Sergi Roberto nos hacía pensar en el croata como medio centro, más habiendo ocupado dicha posición en anteriores partidos, y los dos canteranos ejerciendo la peculiar profesión de interior blaugrana. La sorpresa llegó en el minuto uno cuando vimos que el reusenc era el que se situaba delante de los centrales, como aquellos 45 minutos en el Molinón hace ya un puñado de años -bien me lo recordó mi compañero Luis Alcázar-. El resto, lo de siempre, Bravo bajo los palos y los nucleares arriba.

El Barça nunca estuvo cómodo en el partido por diferentes motivos. Unos típicos tales como una circulación lenta de balón, carencias en la creación en el centro del campo, problemas a la hora de girar a un rival bien organizado defensivamente… Existieron otros tópicos como son el campo, el clima y el rival, rocoso como buen equipo norteño que en casa te obliga a pelear cada balón. Pero hoy se sumaron otros de nueva cosecha, problemas o dificultades que se genera el propio equipo, bien sean a nivel colectivo o individual. La más evidente es que, tras varios partidos donde era una sospecha, ayer se confirmó que el sistema con Messi abierto en banda derecha se difuminó del todo. Cierto que el argento mezcla inicios desde la diestra con otros más centrado, pero no aguanta la posición, ya no se le pide eso. Vuelve a ser el lateral el dueño de todos esos metros porque el interior se desentiende completamente de ocupar dicho espacio. ¿Bueno o malo? Eso ya lo veremos. De momento diferente. La segunda y la más grave ayer fue el papel de los laterales en todas las fases del juego. Tanto Adriano como Montoya poco tiene que ver en cuanto a perfil y capacidades con sus compañeros ayer sancionados. Pueden ser menos efectivos, más dados al error ya que su continuidad en el equipo es nula. Pero a uno le cuesta entender cuál es el motivo por el que, en fase ofensiva, Montoya no le da a Leo lo que necesita -asociación- y Adriano le niega el pan a Ney -desdoble por banda-. Luego la ejecución será pobre o menos efectiva pero el juego ofensivo blaugrana no se resentiría tanto. Da la sensación que ni lo intentan.

El lanzamiento de 11 metros transformado por Leo a la media hora otorgó al Barça ventaja en el marcador en el primer tiempo. Unos 45 minutos en que se generó poco y todo a través del rosarino, menos efectivo en el uno contra uno pero que hiló un paseo por el verde deshaciéndose de 4 rivales exhibiendo un muestrario de regates. Ay si esa jugada hubiera acabado en la red… Nueva muesca en su revólver, otro campo tachado de su lista de víctimas.

El segundo acto arrancó con mayor intensidad armera hasta que el balón parado -nueva arma incorporada al arsenal culé- mató el partido con el 0 a 2. Ya no sorprende el aprovechamiento que el Barça realiza de los lanzamientos de esquina, casi siempre ejecutados por Rakitic -con cada vez más peso en las acciones ofensivas que no en el juego-. Doble pantalla de Piqué y Bartra comprimiendo a toda la defensa del Eibar en el área pequeña para que Leo llegue desde atrás y cabecee un penalti -muy similar al poste de Alba la jornada anterior-. Meritorio el trabajo de Lucho y su equipo en esta faceta, tanto ofensiva como defensiva.

Si nos hemos de quedar con un destacado en el partido este fue Sergi Roberto. Sin estar exigido defensivamente, su presencia se notó para bien a nivel colectivo. La salida de balón azulgrana fue ayer de las mejores de la temporada. Sergi, buscando la sencillez y huyendo de la complicación ejerció de primer pase, apoyándose en sus interiores que sí se acercaron más a él. Y menos mal, porque los laterales no existían. Ya en ataque posicional el de Reus se sentía cómodo, siendo siempre línea de pase para sus compañeros. En fase defensiva mezcló y decidió bien. Cayó a banda a encimar y ayudar cuando fue necesario y no tuvo problemas en echar una mano en área propia y cuidar su espalda. Veremos si tiene recorrido este nuevo rol esta temporada o en venideras.

Por último no quisiera olvidarme del partido de Neymar, posiblemente el peor esta temporada. Lleva ya el brasileño varias semanas a un nivel de acierto menor que sus dos compañeros de delantera. Ayer, la compañía de Adriano tampoco le favorecía en nada. Sabemos que el de Curitiba pocas veces mantendrá su posición pegado a banda y eso a Ney le reduce el espacio de acción disponible. Condiciones negativas y poca frescura técnica. Pero el meollo de la cuestión no es ese, sino su horrorosa lectura durante el partido. Ralentizando, reteniendo en exceso, conduciendo buscando el límite sin generar ventajas, sin rupturas ni diagonales a la espalda de Suárez… Un erial fue Neymar en banda izquierda. Siempre nos quedará su última bala, la diagonal y definición a los balones cruzados de Leo, pero eso se antoja escaso para lo que puede dar el brasileño.

Semana grande la que nos espera a los culés. Rematar el acceso a los cuartos de final de UCL y la posibilidad asestar un golpe importante -que no definitivo- a la Liga. Sin lesionados -no contamos a Vermaelen- ni sancionados, toda la plantilla disponible para ambos choques. Ahora sí que Lucho debe poner toda la carne en el asador. Ya no hay vuelta atrás y esto es lo que hay.