Luis Suárez ha recibido esta mañana el alta médica y ha entrado en la lista de convocados para la Final de esta noche. Las informaciones apuntan que las molestias que ha padecido estas últimas semanas en los isquiotibiales están olvidadas: el uruguayo ha participado en los últimos entrenamientos y las sensaciones, dicen, son inmejorables. ¿Contará Luis Enrique con su presencia? Esperemos que sí.

Y es que el charrúa se ha erigido como un elemento imprescindible en el esquema del asturiano. Si el Barça ha virado del centro del campo a la delantera es, en buena parte, gracias a Suárez. Empezó desde la derecha, cuando debutó en el Bernabéu una vez superada la sanción que le impidió jugar durante los tres primeros meses de competición. Ahí completó algunas buenas actuaciones, pero su sitio no era aquél.

No fue hasta enero que Leo Messi aceptó con naturalidad el regreso hacia la banda derecha para dar cabida a Suárez, que necesitaba partir como delantero centro como el comer. El ‘9’ pasaba por una crisis de confianza de cara a portería: aunque su productividad estaba siendo alta debido a las muchas asistencias que había repartido, su efectividad de cara al gol dejaba aún mucho que desear.

Con Luis Enrique cuestionado y el equipo a cuatro puntos del Real Madrid, el técnico asturiano viró hacia lo que realmente creía: un Barça comandado por sus delanteros. A partir de la victoria ante el Atlético en el Camp Nou (3-1), los azulgrana empezaron a creer, y de la mano de Messi, Neymar y Suárez empezaron a ganar y a convencer.

Lo cierto es que Suárez necesitó de un mayor tiempo de adaptación a nivel individual, pero colectivamente su presencia favorecía el juego de Messi y Neymar, necesitados de un ‘9’ que fijara los centrales y ejerciese de señuelo para los defensas contrarios. Con el paso de los partidos y la llegada de los octavos de la Champions, el charrúa dio un paso adelante y se confirmó como uno de los jugadores más importantes del nuevo Barça de Luis Enrique.

Su exhibición en el Etihad Stadium, en la que marcó los dos goles de su equipo, marcó un antes y un después en la temporada del uruguayo: su autoestima se vio reforzada y su confianza aumentó de manera progresiva, hasta el punto que, a día de hoy, no se entiende un Barça sin la figura de Luis Suárez. Sus desmarques de ruptura, las caídas en banda, descargas al primer toque, la presión tras pérdida…las prestaciones del delantero son prácticamente ilimitadas y, sumadas a las de Messi y Neymar, multiplican las posibilidades de éxito del equipo.

Parece improbable que Luis Enrique no cuente con él esta noche, salvo sorpresa desagradable en forma de lesión o molestias de última hora. Algo que no soportaría el bueno del charrúa, ambicioso como pocos, al que no le gusta que le cambien o quedarse sin jugar un minuto, sea el partido que sea: imaginaos una Final de Copa en el Camp Nou, ante el Athletic. Seguro que ‘Luisito’ no querrá perdérsela, por nada del mundo: ni siquiera por una Final de Champions.