El inicio de temporada del Celta de Eduardo Berizzo está siendo, cuanto menos, extraño. La puntuación del equipo hasta ahora ha sido fantástica, haciendo diez puntos de doce posibles. Sin embargo, el ánimo de la afición celeste no corresponde con el ánimo que debería tener un equipo que marcha en puestos que dan acceso a la Champions League. La explicación podemos encontrarla en que el Celta ha disfrutado de ventaja numérica en tres de los cuatro partidos disputados -240 minutos en total- y, a pesar de ello, frente a Levante y, sobre todo, ante Las Palmas ha sufrido bastante.

El nivel de exigencia en Balaidos ha subido. Después de dos notables temporadas salvándose de forma holgada y coqueteando con los puestos europeos, la afición entiende que este año el Celta puede aspirar a algo más que a salvarse sin pasar apuros. El buen trabajo de Luis Enrique primero y Berizzo después ha sentado las bases de un equipo que juega de memoria.

Con respecto a la temporada pasada, el Celta ha experimentado cambios importantes. Se han ido David Costas (cedido), Álex López (cedido), Khron-Dehli, Larrivey, Charles y Santi Mina, y en su lugar han llegado Iago Aspas, Guidetti, Wass y Drazic.

¿Y cómo han afectado estas altas y bajas al equipo de Berizzo? Pues en principio no mucho. A pesar de que las bajas de Khron-Dehli, Santi Mina y Larrivey son importantes -hay que recordar que los tres terminaron la temporada pasada como titulares-, las llegadas de Wass y Aspas y la inclusión del Tucu Hernández en el equipo han hecho que el nivel coral no haya apenas variado. Ha perdido capacidad de control y de generar ventajas en la base de la jugada, así como también juego directo. Por contra, ha ganado en , verticalidad, dinamismo y gol. Veamos por qué.

La temporada pasada, el Celta, partiendo de un 4-3-3, evolucionó a un 4-2-3-1 con Augusto Fernández y Krohn-Dehli en el centro del campo, una línea de tres con Nolito, Orellana y Santi Mina y Larrivey arriba en punta. Fue un equipo que imprimía un ritmo muy alto a sus ataques, con jugadores que agitaban mucho y con capacidad para generar ventajas de forma individual. Empezando por Krohn-Dehli en la base de la jugada con esas conducciones al más puro estilo Iniesta, pasando por la movilidad de Orellana, el desequilibrio de Nolito y terminando con los desmarques de Santi Mina rompiendo al espacio. A través de estas ventajas individuales el Celta fue capaz de generar muchas ocasiones de gol y estas ocasiones se tradujeron en goles.

Aún es pronto para valorar el cambio experimentado por el equipo pero las primeras jornadas nos han mostrado un Celta más dinámico y vertical. Sobre el papel, el equipo se organiza a través de un 4-3-3, con Augusto como pivote y Wass y el Tucu como interiores, y Nolito, Orellana y Aspas arriba. Pero esto es sobre el papel; en la práctica, exceptuando Augusto y Nolito, el resto de jugadores tiene plena libertad para intercambiar sus posiciones. Y en este intercambio de posiciones se están produciendo automatismos muy interesantes.

Por un lado tenemos a Wass. El futbolista danés, que en sus inicios actuaba de lateral o volante derecho, en los últimos años ha ido centrando su posición. Como interior es un jugador que carece de la capacidad de control y asociación que sí tiene, por ejemplo, Krohn-Dehli; pero a cambio ofrece dos cualidades que también son muy valiosas: su calidad en el golpeo y su profundidad. La primera se va a traducir sobre todo en goles. No será extraño que el jugador termine la temporada con más de 10 goles producidos entre anotados y asistencias, un número inalcanzable para su compatriota. Y la segunda va a servir para compensar los movimientos de sus compañeros. Tanto los movimientos interiores de Orellana cuando abandone la banda y acuda a la media punta -segundo gol frente al Sevilla-, como las caídas a banda o a la zona de media punta de Iago Aspas -jugada del primer gol al Rayo Vallecano- como los movimientos del Tucu Hernández retrasando su posición a la base de la jugada. Wass es el encargado de equilibrar todo este sistema de permutas. Y hasta ahora lo está haciendo muy bien, ayudando a desordenar al equipo rival y generando desajustes en su defensa.

Y por otro lado tenemos a Iago Aspas. Su cambio con respecto a Larrivey y Charles es un salto de calidad notable. Con él, el equipo gana en calidad, capacidad de asociación, movilidad, profundidad, agresividad y gol. Casi nada. Aunque Aspas no sea un goleador al uso, indirectamente va a producir muchísimas ocasiones de las que se beneficiarán sus compañeros. El de Moaña es un jugador con una actividad altísima y que abarca mucho espacio. Ocupando todo el frente de ataque, su movilidad es un incordio para los rivales y un generador constante de líneas de pase y espacios para sus compañeros. Y si técnicamente está acertado es fácil que esta temporada se vaya a unos 15 goles. Tanto en ataques posicionales como a la contra, va a darle un plus al equipo con respecto a la temporada pasada, gracias a su calidad para dar continuidad a la jugada y su agresividad y velocidad al espacio.

Pero todo esto es en el aspecto positivo. En el negativo la inclusión de Aspas y Wass hacen al Celta un equipo más vertical que antes y con menor capacidad para tener el balón. En las cuatro primeras jornadas se ha visto que si los celestes no consiguen someter a su rival sufren mucho a la contra. Contra Levante y Las Palmas, ambos con un jugador menos, el equipo defendió muchos ataques rivales en igualdad e incluso en inferioridad numérica. Wass se descuelga mucho, y los laterales están ganando mucha altura en ataque. Si la pérdida se produce con el equipo mal colocado, Augusto se queda muy solo en el medio y el Celta termina corriendo hacia atrás, algo que hace muy mal. Y, sin Krohn-Dehli, también pierde posesión de balón y pasa más tiempo sin él, por lo que los ataques posicionales del rival aumentan. Y como se vio en Sevilla, el Celta también sufre en defensa posicional.

Por lo demás, el resto del equipo es el mismo que el de la temporada pasada. Berizzo es un entrenador con un once inicial muy definido. La portería la ocupa Sergio Álvarez a la espera de la explosión definitiva de Rubén Blanco. Es un portero ágil, con buenos reflejos y con bastante instinto. Si tiene el día puede ser una pesadilla para el equipo rival -que se lo digan al Barça-. Sin embargo, falla bastante en los balones aéreos y no es un portero que domine su área.

Junto a él, la defensa titular la forman Hugo Mallo, Cabral, Fontás y Jonny. Cabral acabó renqueante el partido contra el Sevilla y es duda para el mismo. En caso de no estar disponible su lugar lo ocupará Sergi Gómez. En el lateral izquierdo Jonny está sancionado por su expulsión frente al Sevilla, aunque me imagino que el Celta intentará recurrir la segunda amarilla e procurar que el defensa vigués pueda estar disponible. En caso de no poder jugar supongo que su posición la ocupe Carles Planas.

En el centro del campo Augusto Fernández y Wass serán fijos y mi única duda reside en si Berizzo alineará al Tucu o a Radoja. Yo creo que estando en frente el Barça, el técnico argentino elegirá al jugador serbio. Radoja físicamente es un jugador muy interesante. Tiene una gran capacidad de sacrificio, un buen despliegue físico y es potente en la disputa. Además, técnicamente es un jugador aseado y capacitado para dar continuidad al juego y que la posesión celeste no se resienta. Arriba, Nolito, Orellana y Aspas son innegociables.

Me imagino que Berizzo planteará un partido parecido al de la temporada pasada en Balaídos. Aprovechando el parón de selecciones, la jornada de Champions y la jornada entre semana, el Celta saldrá con muchísima intensidad. El Toto es un entrenador al que le gusta que sus equipos comiencen la temporada con un gran tono físico. El curso pasado el Celta empezó la Liga como un tiro, con un puntito físico por encima de sus rivales. Y ésta parece que va por el mismo camino. Por ejemplo, el partido frente al Sevilla ha sido una prueba de ello. En la primera parte, el equipo de Emery no fue capaz de aguantar el ritmo que impusieron los celtiñas y apenas transitó en ataque, siendo una de sus cualidades y una de las mayores debilidades del Celta. El equipo de Berizzo atacó con mucha velocidad y verticalidad; con muchos jugadores por delante de balón y cargando el área. Y, tras pérdida, con el equipo muy arriba, presionaron con mucha agresividad al Sevilla, saliendo victoriosos en casi todos los duelos.

Contra el equipo de Luis Enrique, aprovechando que éste está mermado por las bajas y jugando dos partidos por semana, el Celta saldrá a un ritmo muy alto. Buscará al Barça muy arriba con el objetivo de vivir en campo rival el mayor tiempo posible. Para conseguir esto será muy importante su presión tras pérdida. Con espacio y metros a la espalda de la defensa Messi, Luis Suárez y Neymar pueden hacer un roto tremendo a la defensa celeste y finiquitar el partido de un plumazo. Por eso es muy importante que el Celta sea capaz de girar al Barça y meterlo en su área.

Nolito y Orellana están muy finos en el regate y el equipo los está activando con facilidad. Su capacidad individual atraerá las ayudas defensivas de Busquets o Rakitic, algo de lo que se puede aprovechar Wass llegando desde atrás. Si consiguen retrasar la posición de Alves y Alba, a los dos les costará más ganar altura en ataque y el Barça, aunque no la necesite para crear peligro, perderá capacidad para tener el balón. Por otro lado, con la atención que van a provocar Nolito y Orellana, la frontal del área puede ser una zona muy aprovechable para el Celta. Si consigue dominarla tendrá mucho ganado en defensa.

A pesar de todo esto, el FC Barcelona es un equipo que por pura individualidad puede crear ocasiones de gol. Aunque se vea sometido, con Messi, Neymar y Suárez tiene capacidad de sobra para hilvanar ataques. Hugo Mallo se encargará de la marca de Neymar, de la que la temporada pasada salió bastante airoso, incluso llegando a desquiciar al brasileño. Planas -o Jonny si puede jugar- con la ayuda de Radoja se encargarán de minimizar el impacto de Messi. Sergi -o Cabral- y Fontás, en el duelo más desigual, se ocuparán de defender a Luis Suárez. Y Wass y Aspas trabajarán para ensuciar la salida de balón azulgrana.

Pueden ser clave en ataque para los catalanes Iniesta y Rakitic. Tanto Neymar como Messi van a generar mucha atención. Eso hará que Rakitic pueda generar mucho peligro llegando desde atrás -una jugada que los gallegos defienden muy mal- y que Iniesta pueda recibir en muchas ocasiones libre de marca. Si el manchego está inspirado y consigue que el ataque del Barça tenga continuidad el Celta sufrirá mucho. El Celta no defiende bien en estático. Si Iniesta ayuda a instalar a su equipo en campo rival y Alves, Alba y Busquets ganan altura, al Celta le costará mucho recuperar el balón. Augusto, Radoja y Wass deberán rozar la perfección para que ambos no hagan daño a su equipo.

En el banquillo celeste esperarán su oportunidad Pablo Hernández, Guidetti, Bongonda y Drazic. El primero puede salir para templar el encuentro en caso de que el Celta vaya ganando. Está siendo bastante criticado por la afición pero es de los pocos centrocampistas celestes que tienen capacidad para jugar por detrás de balón. John Guidetti ha sido un fichaje que ha causado bastante expectación en el celtismo. Es un tipo peculiar, carismático, que se ha ganado muy pronto el cariño de la afición. Sin embargo, el buen nivel del tridente atacante unido a la baja forma con la que llegó, ha hecho que hasta ahora haya disfrutado de pocos minutos. No obstante, su entrada en la segunda parte se da por segura. Ya sea para ir a por el partido o como solución para transitar, el sueco es un delantero con cualidades muy útiles. Técnicamente es un jugador sobrio pero eficaz. Alterna primeros toques precisos y con intención con jugadas individuales muy vistosas. Es fuerte, con un buen juego de espaldas y con un disparo potentísimo. Puede salir para jugar con Aspas en punta o sustituir a este último. Por último, Bongonda y Drazic, salvo lesión, tienen muy pocas posibilidades de entrar al campo. Los dos son fichajes de futuro, con los que se está yendo muy poco a poco. El primero puede salir para dar amplitud por banda izquierda y el segundo para recuperar energía y fuerza en ataque y, de paso, perder tiempo.

A priori, puede ser un choque muy igualado. Si el Barça no está con la activación necesaria el Celta ha demostrado que puede pintarle la cara a cualquiera. Pero claro, en frente está la MSN. Y ya han demostrado que ellos tres se bastan para ganarlo todo. Veremos qué sucede sobre el verde.