Iniciamos la semana del Madrid Barça fijándonos en la producción ofensiva de ambos equipos. Para ello, vamos a utilizar dos términos poco académicos dentro del mundo del fútbol pero que nos pueden permitir explicar los problemas ofensivos de los dos grandes en este primer tercio de Liga: la finalización y la definición.

Con finalización nos referimos a la acción final de un ataque, sea este más elaborado o no. Es decir, la acción de disparo a la portería. Por su parte, con definición hablamos de la calidad de dicha finalización, la capacidad de disparo entre los tres palos y, por ende, de marcar gol. Repito que dichas acepciones de ambas palabras son poco académicas y muy personales, pero nos han de servir de herramientas para profundizar un poco en los aspectos del juego posicional ofensivo tanto del Madrid como del Barça.

Si nos referimos a problemas de los dos equipos, lo primero que tenemos que hacer es buscar una comparativa. Tras 11 jornadas de Liga, el top 10 de goles por partido en las 5 grandes ligas europeas es el siguiente

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Cuarta y quinta posición con 2.36 y 2.27 goles por partido. Veamos la temporada 14/15

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Primera y segunda posición, con cifras cercanas o superiores a los 3 goles por partido. Vayamos a la 13/14

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Segundo y quinto en el listado, con casi 2.7 goles por partido. Finalmente la 12/13

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Primero y tercero con cifras por encima de 2.7 goles por partido. Es decir, respecto a los tres últimos campeonatos, ambos equipos están casi medio gol por partido por debajo de sus números habituales. Es cierto que con un par de goleadas seguidas -nada extraño en los últimos años- estos números quedarían corregidos, pero el calendario ha sido equilibrado y parece indicarnos una tendencia a la reducción de producción ofensiva.

Si en algo se asemejan ambos conjuntos en ataque es que están mucho más cómodos con espacios. Bien sea mediante robo tras pérdida, contraataque desde campo propio o transiciones ofensivas fulgurantes, la aparición de metros permite explotar la velocidad y calidad individual de sus jugadores. Las cifras así lo atestiguan: Real Madrid 11 de 26 goles -6 a la contra y 5 tras robo- y FC Barcelona 6 de 25 -3 a la contra y 5 tras robo- que serían 6 de 20 si descontamos los lanzamientos de penalty. ¿Y ante defensa organizada?

ATAQUE POSICIONAL FC BARCELONA

Existen dos universos en el juego del Barça, con Leo y sin él. La presencia de Messi en el costado derecho aumenta el porcentaje de finalización de los ataques blaugranas, tanto por su propia capacidad de disparo como por la creación de oportunidades buscando el lado débil.

La no presencia del 10 argentino comportó cierto cortocircuito ofensivo, que semana a semana se ha ido superando mediante la centralización de Neymar y el paso adelante del centro del campo -Iniesta, Sergi Roberto y Busquets-. Mejoría en el juego interior, mayor cantidad de llegadas al área pero con un descenso en el número de finalizaciones. La mayoría de acciones ofensivas mueren dentro del área rival en el pase final, o en el penúltimo, sin generar peligro al arquero.

Además, dos vías de finalización no son utilizadas por los blaugranas. El centro lateral -si Alves no se obceca- es puntual y tiene su lógica, puesto que a excepción de Suárez, el Barça carece de rematadores que dominen el juego aéreo. Algo similar ocurre con el golpeo desde fuera del área. No se dispone de grandes pateadores -a excepción de Rakitic- y tras la generación de ventajas no se busca esa finalización.

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A esto hemos de añadir que dos de los encargados de dicha generación de ventajas, han de ser también los rematadores. Neymar y Suárez cargan con esa doble tarea y esto obliga a añadir cadena de pases hasta encontrarles, incluso dentro del área rival.

Curiosamente, si miramos la definición del conjunto blaugrana, los números no son malos, Más de la mitad de los golpeos van a puerta, cifra similar a la del Bayern, City o ManU, ocupando la tercera posición dentro del ranking del top 5 de ligas europeas, con 146 disparos y un 53% de acierto a portería. El famoso «no hay pegada» parece ser más una sensación que una realidad.

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ATAQUE POSICIONAL REAL MADRID

Las bajas han condicionado la propuesta de Benitez. Pocas han sido las jornadas donde el Madrid ha tenido disponible la totalidad de su plantilla. De la idea primigenia, con un Bale manejando el carril central e interiores desequilibrantes, se ha pasado a propuestas con Cristiano como punta y Casemiro de eje sobre el que pivota el equipo, haciendo muy previsible y espeso el ataque posicional blanco y con escaso juego interior.

Sin James -el más capacitado- e Isco en otras funciones, solo la anarquía ofensiva de Marcelo desde su banda izquierda ha permitido -en contadas ocasiones- al Madrid conquistar el área rival a través de cadena de pases. Pero esta situación no ha disminuido el número de finalizaciones por partido, puesto que la producción ofensiva se ha encauzado por las dos vías no utilizadas por el Barça; el centro lateral y el disparo de larga distancia.

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El Madrid dispone de la combinación perfecta para el centro lateral: buenos centradores y dominadores del juego aéreo. Repasando los 26 goles de este curso, muchos han venido de esta manera pero con un matiz. El jugador de banda disponía de espacio para o bien encarar uno contra uno o llegar a zona sin rival y colgar el balón. Además, los rematadores llegaban, no residían en zona de remate, y eso complicaba la defensa del balón aéreo por parte del rival. Pero con un ritmo de balón más lento y menor movilidad en las posiciones, esas dos premisas no se cumplían. Sí, se seguía rematando, pero con dificultad, con mayores problemas para dirigir el balón entre los tres palos.

En el disparo de media distancia ocurre algo parecido. Dispone de grandes golpeadores de balón pero ante defensa que no ha sido desequilibrada y sin posición clara de disparo. Consecuencia, el Madrid sigue rematando muchas veces, pero su definición es más pobre, puesto que el porcentaje de consecución de objetivo en estos dos tipos de acciones  suele ser de los más bajos.

Si volvemos al ranking de disparos a puerta del top 5 de ligas europeas, encontramos al Real Madrid en la posición 33, con 179 disparos y un porcentaje de acierto del 47%. Como hemos dicho, las ausencias de sus grandes goleadores tienen su importancia, pero parece que el tipo de finalización con la que acaba sus ataques los merengues repercute en sus números.

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*datos extraídos de las webs squawka.com y whoscored.com