Y si todo va tan bien, si todo es tan sencillo, ¿por qué este vacío que siento?” Doce victorias en trece partidos oficiales, el título de la Supercopa bajo el brazo, invicto en ACB y un 4-1 de balance en Euroliga es el bagaje del Barcelona Lassa hasta el momento en esta campaña 2015-2016. Inmejorable. Y entonces, ¿por qué esta forzada frase de Los Planetas para abrir el texto? En primer lugar por la pasión del autor que escribe este texto por el grupo granadino, y en segundo lugar por la sensación de que este equipo de Xavi Pascual aparenta más por los resultados que por lo que transmite con su juego. Los números son incuestionables, pero en estos escasos 45 días de competición el Barça ha mostrado ya ciertos signos de identidad, algunos de ellos positivos y otros que deberían preocupar. Han sido muchas las incorporaciones y hay que darle al equipo el beneficio de la duda porque la temporada acaba de comenzar, pero algunas de las preocupaciones que se tenían al comienzo de temporada se están empezando a plasmar en la cancha.

Los problemas en la generación de juego eran previsibles dados los hombres exteriores que conforman la plantilla, y en las pocas veces que los rivales han exigido con su defensa la fluidez de la ofensiva culé, el equipo se ha colapsado. A Satoransky poco se le puede reprochar, pero sigue sin dar ese paso adelante en lectura de juego que este equipo necesita para crecer en el ataque posicional. A veces con su agresividad basta para doblegar al contrincante, pero contra rivales potentes no acaba de ser el jugador que necesita el equipo. Es ahí donde entraba Carlos Arroyo, pero el puertorriqueño tampoco se postula como una solución. Sus minutos en cancha se traducen en acciones muy anárquicas, no consigue conectar con sus compañeros y ralentiza en exceso el ataque blaugrana. Puede anotar puntos por sí mismo o asistir de manera espectacular porque la calidad la mantiene, pero está lejos del ritmo que requiere un equipo de élite, y eso que dejamos de lado la faceta defensiva, donde supone un déficit exagerado. A día de hoy estamos en disposición de afirmar que no mejora a un decente Marcelinho Huertas. Como Pau Ribas de momento no es una opción para el rol de generador el recurso es el de siempre: Navarro. Pascual recurre al jugador con mejor lectura de juego de su plantilla para salir del atolladero, pero se topa de bruces con la realidad cuando comprueba que el capitán ya es más problema que solución. Es algo que técnico y dirección deportiva han tenido delante desde hace tres temporadas, pero su única reacción este verano ha sido confiar la creatividad del equipo a dos jugadores en el ocaso de sus carreras y en un estado físico más que cuestionable.

El cómodo calendario ACB le ha permitido al Barcelona promediar 86 puntos por encuentro, pero esa cifra baja hasta los 74 cuando sale a Europa. La diferencia defensiva de los rivales continentales se manifiesta nuevamente cuando se comparan los porcentajes de tiro culé. Si en ACB promedia un 36% en triples, en Europa baja al 32%. Más sangrante es la cifra en los tiros de dos, donde desciende del 65% en la liga doméstica hasta el 49% en Euroliga. Conviene subrayar aquí que cuatro de las cinco mejores defensas del torneo son justamente equipos del grupo del Barcelona, con los propios culés a la cabeza como mejor equipo de Europa en esta faceta. No sabemos si eso habla muy bien de las defensas o muy mal de los ataques, probablemente ambas.

¿Cómo se soluciona este problema no menor? Se podría pensar que los dos veteranos van a mejorar con el paso de los partidos, que van a encontrar una mejor forma y que se parecerán en algo a los jugadores desequilibrantes que fueron. También se podría creer que Satoransky va a solucionar sus defectos en la dirección y se va a transformar en ese base total en el que el Barça quisiera que se convirtiera. Eso siendo positivos, pero siendo realistas las expectativas son menores. A día de hoy el mejor distribuidor del equipo es Ante Tomic desde la pintura, como se volvió a demostrar en el último partido de Euroliga ante Lokomotiv, donde dio una exhibición como asistente. Él será la primera opción, pero no se puede caer en la dependencia del croata como estos últimos años, sobre todo porque cuando no está él en pista todo se cae. Combatir esa dependencia es algo a solucionar por parte de Xavi Pascual y su pizarra. Que Navarro haya partidos que juegue más minutos que Pau Ribas no es una buena declaración de intenciones, pues no parece que vaya a aportar soluciones ni a corto ni largo plazo.

siperono1
Una de las certezas a las que se ha llegado tras sólo 45 días de competición es que el equipo es TOP a nivel defensivo. A expensas de solucionar lo del otro lado de la pista es un buen comienzo para empezar a ser un bloque reconocible. A diferencia del año pasado el equipo ya es algo. El Barcelona ha perdido talento respecto a la temporada anterior pero ha ganado en carácter, algo especialmente notorio en la defensa culé y que tiene su origen en una mayor intensidad perimetral con la suma al roster de Pau Ribas y Stratos Perperoglou, lo cual a su vez repercute en que los interiores sufran menos.

¿Hacia dónde camina este Barcelona? De momento hay un equipo construido atrás y ahora pasa por definirse en ataque y en términos globales. ¿Cuál sería el quinteto de gala ahora mismo? En principio la pareja Tomic-Doellman es fija en la pintura y Satoransky en la dirección, así que quedan dos posiciones por esclarecer. En Euroliga juegan más Perperoglou y Navarro que Abrines y Ribas, sucediendo al revés en ACB, lo que denota de momento una confianza mayor de Xavi Pascual en los veteranos. La lógica dice que el Barça debería alcanzar el mayor equilibrio con un cinco inicial compuesto por Satoransky- Ribas- Abrines- Doellman- Tomic. Defensivamente es un quinteto compensado, con ciertas lagunas en el rebote, pero el ataque blaugrana debe evolucionar a través de ellos. Explotar la conexión Ribas-Doellman, la distribución de Tomic desde el poste bajo, crear el espaciado ofensivo por medio de una fluida circulación de balón que encuentre a los tiradores, que con espacio son muy fiables. Se trata sin duda del quinteto con más energía, son los jugadores que realmente sí se encuentran en el pico de sus carreras.

Haciendo un balance individual de cada jugador de estos 13 partidos se pueden extraer algunas breves conclusiones:

– Tomas Satoransky: Sigue en la línea de la segunda mitad de la temporada pasada. Se sabe base titular pero todavía está muy por ver si puede competir con los jugadores TOP de la posición en el continente. Si mejora su dirección surge otro escenario mucho mejor para las expectativas del club.

– Carlos Arroyo: Hay que mantener la esperanza en que vaya acoplándose y encontrando sensaciones, pero ahora mismo no cuaja con lo que necesita este equipo, ni individual ni colectivamente.

– Brad Oleson: Ha visto reducidos sus minutos por la llegada de Ribas, como era de prever. Defensivamente sigue siendo una garantía pero preocupa su 3 de 16 en triples en Euroliga -en ACB 5 de 7-, por lo que existe el temor de que su flojo final de temporada pasada fuera la primera señal de declive en un jugador de 32 años.

– Pau Ribas: Todavía está en fase de acoplamiento al bloque, sobre todo en los sistemas ofensivos, por lo que no ha mostrado el nivel de Valencia. Atrás es un plus extraordinario que cuando se junta en pista con Satoransky, Oleson o Perperoglou hacen del backcourt defensivo del Barça algo diferencial.

– Juan Carlos Navarro: Su capacidad de lectura de juego sigue siendo muy superior a la del resto de jugadores exteriores, pero las piernas ya no le responden a la hora de ejecutar. Xavi Pascual le ha reducido los minutos pero por lo comentado arriba la amenaza de “entregarse” al Navarrosistema sigue siendo una posibilidad muy real. Ojalá dosificándole pueda alcanzar un nivel mínimo que pueda ser útil al equipo, pero hoy tiene incluso problemas no sólo para generar sino para ejecutar, siendo mucho menos fiable en el tiro.

– Stratos Perperoglou: Está en la versión en la que se esperaba, defensivamente fiable y con poco protagonismo ofensivo. Unos días más acertado y otros menos, el nivel de este jugador ya dijimos que se tiene que evaluar en los duelos más exigentes.

– Alex Abrines: Es justo lo contrario al griego, así que se complementan bien. En ataque no está encontrando la fiabilidad de la temporada pasada a estas alturas. Está jugando menos, en una posición diferente y está tirando peor.

– Marcus Ericsson: Es un jugador muy específico que en partidos menores resulta de gran utilidad. Sí que parece claro que Pascual no le tiene en cuenta para empresas mayores, pero como hombre 12-13 es un lujo.

– Justin Doellman: Poco se habla de él, pero junto a Tomic está siendo el jugador más constante. Barça y jugador se han dado una nueva oportunidad tras un primer año malo y de momento Pascual confía tanto en él que le ha convertido en el jugador más utilizado de lo que llevamos de temporada, y él está respondiendo.

– Alexander Vezenkov: Probablemente la peor noticia. Juega poco y cuando lo hace no está acertado. Ya no es la segunda opción en la posición de “4” y hay partidos en los que no disputa un solo minuto. Necesitaría de tiempo, pero hay riesgo real de perderlo para la causa si no despierta.

– Samardo Samuels: Definitivamente es un buen fichaje. Estando todos disponibles actúa principalmente como “4” dando un plus defensivo, protegiendo el rebote y moviéndose con inteligencia en ataque, donde puede crear una buena sociedad con Tomic.

– Ante Tomic: Jugador franquicia. Está mejor acompañado que el año pasado, pero la importancia del croata cada minuto que pasa en pista sigue siendo la misma. Es el único jugador diferencial que tiene el equipo y cada año añade nuevos matices a su juego. Todo pasa por él.

– Shane Lawal: Aporta lo que se esperaba de él, aunque sí es verdad que a veces se pasa de ímpetu a la hora de machacar el aro, cosa que recuerda a Dorsey. Cuando coincide en cancha con Samuels el equipo por dentro se vuelve durísimo.

– Moussa Diagne: Tiene sus minutos en ACB en partidos poco exigentes y sigue su progresión. Tiene buena pinta y sí parece que si progresa como debiera puede ser un buen jugador en el futuro.

De momento el guión está siendo el esperado, y será en el próximo mes cuando se empiece a ver de qué es capaz este equipo, cuando la exigencia sea mayor. Los de Pascual tendrán que visitar a Baskonia, Unicaja, Panathinaikos y Lokomotiv, que no son la élite más absoluta pero ahí ya se verá no sólo el nivel baloncestístico del equipo sino que también se pondrá a prueba el carácter en pistas complicadas. De momento este Barcelona Lassa 2015-2016 es un equipo poco creíble, pero tiene de aquí a final de año para ganar crédito.