Y se volvieron a reencontrar Los Nucleares en Japón. Poco importó el cálculo renal de Leo ni la recuperación exprés de Ney, Lucho puso a su once sobre el césped, el de las grandes citas. Fue Bravo el encargado de defender la portería blaugrana. Dudas existían entre él y ter Stegen, pero ante el estado de forma del chileno, la lógica se impone en partidos como este. El resto del once pues el que todos conocemos de carrerilla. Por su parte, el Muñeco Gallardo, pobló la zona central con Viudez, en detrimento de Pisculichi, pero manteniendo la doble punta Mora-Alario. Presión en salida de balón asfixiante, agresividad máxima ante cualquier balón dividido o con opciones de ser disputado y buscar el robo y con ello los espacios.

La apuesta de River duró 20 minutos, los que tardaron los laterales blaugranas en ocupar las bandas argentas. La primera consigna del Barça -cosa que viene siendo habitual- es no arriesgar en los primeros minutos, evitar cualquier tipo de pérdida en campo propio. Esto supone que ambos laterales e interiores ocupen posiciones algo más retrasadas, apareciendo como líneas de pase más sencillas aunque se ralentice la ganancia de metros. Digamos que es una configuración de seguridad ante una presión y agresividad como la de La Banda en esos primeros minutos. Una vez superada, el repliegue de River Plate en un 442 sobrepoblando la zona central más la ya repetida agresividad sí dificultaban la circulación de balón blaugrana. Hasta que aparecieron Alba y Alves llegando al espacio. Ahí, River se comenzó a deshilachar.

Con un Barça mucho más amplio era cuestión de tiempo que llegara el primero. Ney recupera en la cal, se va de dos defensores y entrega a Leo en el carril del 10. Supera otros dos rivales, llega al balcón del área y balón a la llegada de Alves por banda derecha. Centro de primeras al segundo palo, Ney la gana por alto dejándosela a Messi en el punto de penalti. Maniobra de nueve y con el exterior de su zurda, al fondo de la red. Ida y vuelta de banda para acabar en el centro ante seis defensores argentinos. Girar y “regirar” al rival.

Los blaugranas no sufrían. Las contadas ocasiones en que River salía era en inferioridad. Tanto Busquets como Rakitic estuvieron muy pendientes de sus espaldas, así como la pareja de centrales en achicar y atacar balón. Con concentración máxima y sin errores individuales, el nivel defensivo colectivo de este equipo es alto, cosa que pudimos comprobar la pasada temporada. Y si la apuesta rival son los centros y el balón parado, ahí emerge el líbero Gerard Piqué, dueño y señor del área. Excepto en un córner en el segundo tiempo, despejó todo balón que sobrevolaba los dominios de Bravo. No fueron situaciones extremas, ni mucho menos, pero esa jerarquía y dominio acaba transmitiendo más seguridad al equipo, tranquilidad ante cualquier tipo de balón colgado al área.

Gallardo quiso variar el rumbo en la segunda parte. La entrada de Lucho González y Gonzalo Martínez implementaba el ataque argentino, a expensas de ofrecer más espacios al rival. Y fue cuestión de minutos. Recuperación de Rakitic, de primeras a Busquets que ve la ruptura de Suárez desde campo propio. MSN contra dos y espacios, tracatrá. Luisito encara a Barovero y le bate por bajo. Dos a cero en el marcador y título casi en el bolsillo.

A partir de ahí las llegadas azulgranas fueron continuas. Siempre existían superioridades, siempre un pase que mejoraba la jugada, el rival ya no llegaba ni al balón ni al hombre. Los tres de arriba se lo pasaban pipa, Neymar con sus slaloms, Leo con sus imposibles y Suárez añadiendo muescas en su revólver. La quinta del torneo -segunda del encuentro- de cabezazo a pase templado de Neymar.

En los minutos finales, con el partido más abiertos, Bravo se quiso sumar a la fiesta. El cuarto sudamericano, el que pasa desapercibido muchos partidos, va sumando manos y manos en su casillero particular. La evolución del chileno en can Barça es espectacular. Aparece cuando se le necesita, en situaciones muy “valdesianas” y a todo esto ha añadido la comprensión en el juego de pies. No es ya que golpee mejor -técnica- sino que lee y entiende perfectamente cada situación, siendo uno más en salida de balón y tomando decisiones con un ratio de acierto cada vez mayor. El nivel de Claudio no sé si estará en el top 3 o top 5 mundial, eso ya es cuestión de gustos, pero no cabe duda que su adaptación a la idiosincrasia culé es tan espectacular como inesperada -al menos para mi-.

Quedan 90 minutos contra el Betis para cerrar un 2015 de ensueño en clave blaugrana. Pocos, en aquel mes de enero post Anoeta, podían haber soñado en un final de año así, con 5 títulos de 6 posibles. Y ahora por delante el reto más difícil de todos, el que nadie ha conseguido nunca: repetir, mantenerse en la cima.

LAS NOTAS

BRAVO (9): Dos manos tremendas y uno más en el juego de construcción culé. Portero de quilates.

ALVES (8): Mezcló banda con zona interior, sin ser exigido en defensa.

PIQUÉ (8): Colosal tanto en los balones aéreos como en la anticipación ante balones verticales rivales.

MASCHERANO (7): Sin errores, atento siempre a ejercer como escoba y valiente en algunas conducciones de balón.

ALBA (7): Controló toda su banda. Aún sigue teniendo esas idas de cabeza que nos pueden costar un disgusto.

BUSQUETS (8): No fue un partido donde ejerció de dominador, sino de complemento. Maravilloso pase a Suárez en el segundo gol.

RAKITIC (7): Pendiente de la zona de Busquets. Guarnición que enriquece el menú.

INIESTA (8): El equipo no le necesitó en su mejor versión. Aún así, es el punto desde donde se ordena el ataque culé.

LEO (9): No pudo entrenar pero le da igual. Su capacidad de lectura en cada situación no es comparable con nadie.

SUÁREZ (9): Los número de Luis dan pánico. Se le caen los goles de los bolsillos.

NEYMAR (9): Apareció menos pero siguió luciendo. Desequilibrio puro sin ansias de gol. Feliz asistiendo.

SERGI ROBERTO (7): El jugador número 12 de Lucho. Con la llegada de Arda y Aleix, veremos qué le depara el futuro.

VERMAELEN (-): Minutos testimoniales.

MATHIEU (-): Para aparecer en las estadísticas.