Que el Barça de Luis Enrique es el Barça de los futbolistas no es nuevo, es más, hablamos probablemente de la esencia de este equipo. Y que, por lo tanto, las dos ausencias de su once, Piqué y Busquets son vitales en el mismo, tampoco es ninguna novedad. Si a eso le sumamos un rival el de hoy, que busca y sabe jugar el balón, sobre todo a partir de la zona de tres cuartos, pues tenemos un escenario nada sencillo para un partido pre Champions.

A esto habría que añadirle dos factores, uno que personalmente me recordó bastante al partido contra el Levante; viento, y horas tempraneras para jugar el partido. Y el segundo la presión la alta del equipo canarión, buscando precisamente ahondar en los puntos débiles de una menor calidad en la salida de balón del equipo, que vestía con el azul de la tercera equipación, tras las dos ausencias comentadas.

Dos goles tempraneros, uno por cada bando, mostraban las cartas de ambos equipos, eminentemente ofensivos y con mejor manejo del balón que de los espacios defensivos. El del Barça con Iniesta clarividente, siempre dispuesto al fogonazo, que ofrecía un balón al hueco a Jordi Alba, un lateral que cada vez entiende mejor mezclar velocidad y pausa, que serviría el pase de la muerte para el pichichi de la Liga. Y por el contrario, el gol canario llegaría tras varios despistes encadenados que tendrían su máxima expresión precisamente en el error de Alba para dejar en fuera de juego al delantero centro rival que batiría por bajo a la salida de Claudio Bravo.

Si por defecto este equipo intenta siempre aprovechar la MSN de la forma más directa posible, para explotar la velocidad y sorpresa del trío atacante, en el estadio de Gran Canaria se buscaba todavía con más intensidad e insistencia, saltándose continuamente el juego en medio campo. Donde como sustituto del insustituible Busquets, ejercía un Sergi Roberto que quizá ha bajado un punto su alto rendimiento ejercido a lo largo de la temporada. Si además los interiores son dos jugadores que se manejan mejor con el balón que sin él, hablamos de un centro del campo al que le resultaba complicado el robo de balón del rival, una vez este superaba la presión de la primera línea. Y eso penalizó sobre todo a un Arda que todavía no ha entendido la esencia de lo que necesita un interior en este equipo, sobre todo el que se aloja en la parcela a la derecha del mediocentro. Nadie duda que el turco en el equipo del Cholo Simeone, debía trabajar sin el balón como el que más, pero sobre todo era un trabajo que no requería ninguna lectura defensiva; correr, perseguir y tapar al lateral rival no requiere un alto grado de CI en conceptos defensivos. Que le pregunten a Rakitic si no ha tenido que reinventarse e interpretar en casi cada balón, hacía donde debía dirigir sus pulmones. Algo que probablemente solo el canterano Sergi Roberto haya sabido leer correctamente hasta la fecha.

El peaje a pagar por parte de Turan fue una amarilla y quedarse en el banquillo en la segunda parte, para que saliera el croata. A partir de ese segundo tiempo, y como ya viene siendo habitual, la lectura del partido por parte de los azulgrana fue bastante más coherente, imponiéndose con relativa claridad la superioridad técnica culé. Las ocasiones fueron cayendo y Javi Varas una vez más demostraba que le encanta vestirse de supehéroe frente al Barça, sacando varios mano a mano a Suárez. Un Luis Suárez al que tenemos que alabar una vez más, pues volvió a resultar fundamental, como la jugada que dio origen al 1-2 poco antes del descanso, tras jugadón del uruguayo por su banda, y Ney, tras el rechace del una vez más heroico Varas a remate a bocajarro de Leo, batía al corajudo meta.

Como decíamos la segunda parte, seguía ofreciendo un escenario más favorable al equipo de Luis Enrique, de lo observado en el primer tiempo. Aun así, lo ajustado del marcador permitía soñar a los canarios y el asturiano decidió dar un poco más empaque al medio campo. Además de la entrada ya comentada de Iván, Vermaelen sustituía a Sergi Roberto. Recomponiendo la defensa con dos centrales zurdos especialistas en el juego aéreo, por si la Unión decidía colgar balones y mandando consecuentmente a Mascherano a la zona del mediocentro.

El problema es que durante la segunda parte la MSN, sobre todo su actor principal, Leo, decidió que el partido ya había finalizado aun sin el pitido final. Lo cual propició que, sobre todo Araujo, que entró en esta segunda parte en el equipo de Quique Setién, tuviera alguna clara oportunidad de igualar el marcador.

Es evidente que este equipo lleva un par de meses en los que se conecta a ratos al partido, por ahora suficiente para finiquitarlos, incluido su mayor envite contra el Atleti hace varias semanas. También es evidente que de esta manera le está dando para seguir como claro líder en la Liga, pero debe de dar continuidad a esos minutos de inspiración brutal, para poder ser llamado a grandes empresas como las conseguidas la temporada pasada. Nos acercamos a marzo y sin ir más lejos el martes en el Emirates tendremos una primera prueba de fuego. Ahí empezaremos a dilucidar cuanto desea este Barça seguir pasando a la Historia…

LAS NOTAS

Bravo (6): Con algo de trabajo nada pudo hacer en el gol. Ultimamente no se le nota tan preciso con el balón en los pies, quizá el viento tuvo algo que ver en este tema.

Alves (5): Tiene mucho margen de mejora. No tan desastroso como en sus últimos partidos, pero todavía no es ni la sombra del Dani Alves que resulta ser el mejor lateral diestro de Europa.

Mascherano (7): Intentando suplir la baja de Piqué. Evidentemente difícil tarea, pero el argentino siempre cumple.

Mathieu (6): Como siempre decimos con el francés, mejor de central que de lateral, aun así, debe mejorar mucho en su salida de balón.

Alba (6): Dio la de cal y la de arena. Es evidente que cada vez interpreta mejor su juego de ataque. Pero defensivamente necesita mejorar su concentración.

Sergi Roberto (6): Sustituir a Busquets es probablemente la mayor papeleta que puede haber en este Barça. Y si a eso le juntamos que está un punto por debajo de la excelente temporada que llevaba…pero seguro volverá.

Iniesta (6): Muy intermitente. Se necesita mucha más continuidad por parte del manchego.

Arda (5): Mucho margen de mejora. El turco debe seguir leyendo el libro Barça para intentar interpretarlo mejor, se le espera, porque además es un jugador único como perfil en esta plantilla.

Neymar (6): Partido regulero el del brasileño. Aun así, peligroso, como siempre, pero ayer estuvo especialmente discontinuo.

Luis Suárez (9): Ni un solo partido este año donde podamos decir que el uruguayo se haya borrado. Ni uno y ayer no fue excepción. Solo le faltó estar más acertado en sus mano a mano con Javi Varas. Soñará con el portero rival esta noche.

Messi (6): Uno de los partidos más flojos que se le recuerdan, con la mente puesta en el Emirates desde que el Barça se adelanta en el marcador.

Rakitic (6): Jugó toda la segunda parte aportando coherencia al juego blaugrana. Inteligente y con gran despliegue, como siempre.

Vermaelen (6): Aportó seguridad a la defensa, hizo un par de achiques de muy buen central y con el balón a los pies es siempre interesante.