Apenas quedan unas horas para que el balón eche a rodar y dicte sentencia. Se enfrentan FC Barcelona y Sevilla, dos viejos conocidos acostumbrados a competir a máximo nivel de exigencia. Al partido parece que le rodea un aura de reivindicación política, pero vamos a centrarnos en lo que realmente tiene importancia, el juego.

El FC Barcelona viene de un mes de mayo de incontestable determinación, pero lleva tiempo sin rivales exigentes. Marcadores rotundos ante adversarios de la parte baja de la tabla. Es difícil medir el estado actual del equipo, más allá del buen momento de forma de jugadores como Luis Suárez o Messi. Se han echado en falta ciertos matices de equipo superior en sus enfrentamientos con los rivales más duros, a pesar de la evidencia del carácter ganador y de la supremacía de sus mejores futbolistas, que queda fuera de toda duda.

El Sevilla es un equipo extremadamente difícil de clasificar, nunca sabes por donde te va a salir, pero sabe competir como pocos en partidos de éste calibre. El mismo Liverpool fue espectador privilegiado de esa doble cara de los de Unai Emery. Por un lado, la imagen de que no es tan bueno para ganar tantos títulos. Y por otro, esa costumbre tan rojiblanca de no desfallecer nunca y de encontrar aliento para seguir compitiendo.

Ya vimos, a principios de temporada, un FC Barcelona – Sevilla FC en la celebración de la Supercopa de Europa y el Sevilla también nos mostró esa doble cara. Un sistema defensivo de infinitas lagunas y un equipo que solo se sustentaba en la fe. Y a pesar de lo que parecen escasos argumentos puso en aprietos a un Barcelona que llegó a ponerse 4-1. No se engañen, había más razones futbolísticas que la propia fe, pero es curioso cómo un equipo puede no venirse abajo ante marcadores tan adversos. La fortaleza mental que ha conseguido transmitir Emery al Sevilla, esa sensación de que no hay nada imposible, es uno de los grandes avales del equipo andaluz.

ZONA IZQUIERDA DEL BARÇA

Atendiendo a las que pueden ser las claves del partido, queremos mostrar especial atención en la zona izquierda de ataque del FC Barcelona, lugar en el que se concentran los jugadores más asociativos, Messi aparte. Neymar ha concentrado en la izquierda gran parte de las posibilidades del FC Barcelona a la hora de generar peligro. Se ganó a pulso algo más de libertad de movimientos. Se asocia y dribla (sector Iniesta-Neymar), y en su desmarque hacia dentro genera espacios a Jordi Alba para que active el juego exterior del FC Barcelona.

El Sevilla tiene en banda derecha a Mariano, un lateral de eminente carácter ofensivo con dudosas condiciones defensivas. Un Neymar – Jordi Alba percutiendo en la zona bien podría ser el punto y final a todas las opciones del Sevilla en la final. De ahí que no sea extraño que Emery vuelva a optar por el doble lateral (pero esta vez con Coke generando más ayudas defensivas), como en la final ante el Liverpool.

DOBLE PIVOTE NZONZI – KRYCHOWIAK

Nzonzi se ha convertido en un jugador fundamental en el sistema de Unai Emery, y junto a Krychowiak forma una de las zonas más consolidadas del equipo. Son los encargados de generar equilibrio y adelantar las líneas de presión. Fundamentales en el robo. Pero contra el FC Barcelona siempre se tiene un trabajo extra, y la posición central de Messi obliga a muchas ayudas. Ese será el gran trabajo del doble pivote, reducir el potencial central y permitir que Banega no tenga que venir a recibir tan abajo.

Robar un poco más arriba acorta campo a Banega, que si recibe muy abajo se desconecta de Gameiro y Vitolo y el Sevilla pierde cualquier opción de producir una transición ofensiva coherente. El momento que atraviesa el jugador argentino es digno de mención. Duerme el juego y lo acelera en función de cada necesidad colectiva. Está fino en el desborde (qué importantes son los centrocampistas con desborde) y con una marcha más a nivel físico y mental.

El FC Barcelona tendrá que prestar especial atención a Ever, quien es junto a Vitolo el principal garante de la transición ofensiva del Sevilla.

VITOLO + GAMEIRO

Para explotar las escasas debilidades del FC Barcelona, el Sevilla tiene la dupla Vitolo – Gameiro. El jugador canario es excelente en la conducción y tiene mucho talento a la hora de aprovechar los espacios que dejan los puntas en las rupturas. Ya formó una excelente sociedad con Bacca, y ahora no lo está siendo menos con Gameiro, que aunque es un jugador menos asociativo que el colombiano también se está prodigando en las combinaciones con el canario.

Vitolo es vivir en campo rival en conducción, el alma del Sevilla de Emery, con permiso de Banega. Dejó de lateralizar su posición hace muchísimo tiempo, y la banda izquierda solo es un punto de partida, con la diagonal hacia dentro como principal recurso para romper la presión rival. Le acompañará, aprovechando esas gotas de fútbol que genera Vitolo, el enrachado Gameiro, al que le sale prácticamente todo.

Esos son, por encima, los puntos más importantes del partido, que dependerá de la capacidad que tenga el Sevilla para entorpecer al Barça más asociativo (que parte desde la izquierda), la altura a la que Krychowiak y Nzonzi consigan que Banega reciba, la productividad de Vitolo, y lo más importante, que Messi no tenga el día. Porque si el argentino lo tiene, de nada sirve la táctica.