Barcelona suena a redoble de tambor. De guerra y de réquiem. Hace diez años un 13 de mayo de 2006, Coro mandaba al Alavés a Segunda División en el Lluis Companys mientras que a 600 kilómetros Bodipo intentaba aferrarse en Vitoria con uñas y dientes al calor del césped. No volvería a sentirse recién cortado para Primera División hasta un 28 de agosto de 2016. 3.760 días. Se dice pronto. La Ciudad Condal donde solo Nan Ribera pudo quebrar cinco años antes la meta de Hesp: un perico escribiendo un poema épico que repetiría también en Vitoria. Eran los otros acordes. Los de guerra, los recuerdos de una UEFA imborrable y los que aún retumban en Mendizorroza cuando los 15.000 abonados –récord histórico de la entidad- gritan: “En Europa quiero verte jugar”. De Javi Moreno se pasó a una década forjada en campos de Segunda B, ascensos meteóricos como el de Jaén, salvaciones épicas y finalmente un ascenso para colocar a El Glorioso en Primera División. Hoy los sueños se vuelven a hacer realidad pisando el Camp Nou. Hoy el grito vuelve a ganar al ahogo.

En el primer minuto después de consumarse el ascenso, surgió la disyuntiva: apostar por el bloque del ascenso o consumar una renovación integral. La vía drástica ganó por KO en un combate en el que no hubo lugar para las lágrimas: 18 fichajes, la salida de Bordalás y la entrada de Pellegrino han supuesto una revolución en el equipo. Hasta el último minuto del cierre del mercado esperó el conjunto albiazul para cerrar sus filas con Katai, un habilidoso media punta serbio con un gran arranque de temporada en el Estrella Roja, pero que debido a los compromisos con Serbia apenas ha tenido tiempo de completar alguna sesión de entrenamiento. Las caras más reconocibles de la plantilla se mantuvieron en la vorágine del verano con el capitán Manu García y Gaizka Toquero a la cabeza. La renovación de la plantilla ha respondido a una necesidad de mantener el equilibrio en todas las líneas con posiciones duplicadas en cada puesto y un perfil experimentado en Primera División con jóvenes cedidos con ganas de explotar. Los mejores ejemplos: Alexis Ruano, el veterano central vuelve a la liga española tras su breve periplo turco o Marcos Llorente, una perla en bruto cedido del Real Madrid Castilla que en sus dos primeros partidos ha dejado claras muestras de su calidad dominando todo el centro del campo.

Con el lema “Volvemos para quedarnos” comenzó la escalada en el Vicente Calderón. Abonado a la épica, Manu García silenció el estadio en el único tiro a puerta del partido. En un minuto 94 que provocó escalofríos, el Alavés sacó su primer punto en Primera División tras resistir con una titánica defensa y que causó ansiedad en el conjunto colchonero hasta el polémico penalti transformado por Gameiro. La fortaleza defensiva fue uno de los principales pilares de un equipo en pruebas. Cuando todo parecía resquebrajarse, el Alavés sujetó el cuchillo entre los dientes aferrándose a la justicia poética con la que lleva intercambiando versos desde que el fútbol rueda en Vitoria. Aprender de cada golpe encajado. Sin recibir goles pero sin conseguir rebasar la portería de Cuellar, afrontó una segunda prueba con el Sporting en la que Pellegrino trató de encontrar el equilibrio con bases que van asentando el espíritu del equipo y que con escasas variaciones pueden verse en el once del Camp Nou.

Tras las buenas sensaciones ofrecidas por el Alavés en el Trofeo Diputación con la victoria ante la Real Sociedad y la consolidación de Marcos Llorente como referente en la medular, el Alavés afronta un compromiso de altura. El portero Dani Pacheco se ha convertido en uno de los indiscutibles tras sus buenas actuaciones en las dos primeras jornadas que hacen de momento difícil la entrada de Ortolà, el portero cedido por el Barca B, en el 11 inicial. Los laterales parecen seguros para Kiko Femenía y Theo Hernández, una de las grandes sorpresas del inicio de la temporada tras su buen partido en el debut de Mendizorroza. El veterano Aléxis se mantendrá en el centro de la zaga acompañado por Laguardia, casi con seguridad, tras su buen papel en sustitución de Feddal. En el centro del campo es donde presenta más variantes el equipo vitoriano. A Llorente se sumará Daniel Torres, una de las apuestas más fuertes desde la selección colombiana, que ha empezado la temporada de forma dubitativa. Edgar, el ex del Almería, aportará la velocidad en los extremos junto al casi insustituible capitán Manu García. En la parte atacante, Ibai aportará la técnica y Deyverson y Cristian Santos, el Beckham venezolano, pelearán por un puesto en el once. Con estas condiciones, el Alavés pone en este partido su histórica condición de matagigantes con nada que perder y todo que ganar. El Glorioso vuelve al Camp Nou buscando la gloria de etapas pasadas con un equipo con menos brillo y más trabajador. Y lo ha hecho para quedarse.