Madrid es una ciudad con muy buenos restaurantes japoneses. En un extremo podríamos poner el “Green Tea Sushi & Cocktail” del Hotel Westin Palace, con una tremenda calidad, tanto en materias primas como en su cocina, y en el otro un restaurante cualquiera, obviemos nombres, de “Todo a cien” donde, efectivamente, también degustas la cocina japonesa, que es de lo que se trata, pero la calidad puede dejar bastante que desear. El Barça de la primera parte también es el Fútbol Club Barcelona, visten igual, sus estrellas son las mismas o casi, pudieran hasta tener argumentos futbolísticos parecidos, pero no es reconocible como debería serlo este equipo.

Se puede argumentar que ayer de lo que se trataba era de vencer fácil, tras la vuelta del típico parón de selecciones y con el azul celeste del City ya en la cabeza. Es posible argüir que la baja de Sergi Roberto en el lateral te deja el once trastocado, vista la defenestración con la que Aleix Vídal ha pasado a ser ya un ex jugador para Luis Enrique. Hasta se podría defender que el rival y más en el Camp Nou, permite toda una serie de probaturas como la que se volvió a perpetrar ayer, al igual que se hizo en Butarque, de jugar con defensa de tres, en este caso el “capitán” Piqué flanqueado por Mathieu y Masche, dejando las bandas largas a Digne en la izquierda y Arda (?) en la derecha.

Este punto de partida, que hasta podría tener su sentido, si los futbolistas de arriba respondieran con coherencia a este dibujo, se emborrona cuando el centro del campo, en este caso comandado por Rakitic y Busquets, ¿cuándo volverá a su estado de forma Sergio?, apenas se escalonan ni bajan en ningún momento a trasportar la pelota. Añadiéndose que el pase de seguridad que siempre te ofrecen los laterales largos de los que antes hablábamos, se queda simplemente en eso, una forma de salir de una hipotética presión, pero sin ofrecer una solución de continuidad en el juego.

Los “extremos”, ayer menos extremos que nunca, dado que esos laterales también condicionan su fútbol centrándolos en el embudo central, fueron ayer la mejor noticia del equipo. Y no porque este dibujo les ofreciese un escenario particularmente propicio para su lucimiento, sino porque ambos se encuentran tocados por la varita de su calidad excepcional. Algo a celebrar por los culés que sabemos que este Barça de Luis Enrique si algo tiene, es que es un equipo por y para sus futbolistas; si ellos están bien, las victorias caerán irremediablemente del lado azulgrana.

Y así fueron cayendo los goles en la primera parte, finiquitando el partido ya en estos primeros cuarenta y cinco minutos. Como decíamos con un Rafinha especialmente acertado, selló los dos primeros, para dejar paso a un, como siempre, extraordinariamente batallador Luis Suárez, que ayer sí estuvo con ese punto más de precisión técnica que parecía haber perdido en partidos precedentes. El rival tampoco supuso mayor problema, al contrario que años precedentes con Víctor del Amo, donde se dejaban un par de jugadores arriba descolgados de referencia que permitían acortar del alguna manera las extraordinarias longitudes del Camp Nou para casi cualquier equipo visitante. El equipo ayer comandado por Garitano, no pudo poner en ningún tipo de aprieto a la escuadra culé, dejando con su repliegue bajo, la portería rival a una distancia similar a la que se suele encontrar en los terrenos de juego donde disfrutan Oliver y Benji.

Tras el descanso llegaron los cambios, un desafortunado Alcácer cara al gol sustituyó a Suárez que rondaba la quinta amarilla que le hubiera dejado sin visitar Mestalla. Denis daría descanso a Rafinha y haría su aparición el que todo lo justifica, el que hace que las franjas de la camiseta sean un poco más azules y un poco más granates; Leo sustituiría a Busquets y ahí todo volvió a su cauce. El Barça entraba en el Westin Palace más lujoso, para dar cabida a su fútbol de caviar más exquisito. Solo un gol subiría al marcador, el tercer balón que tocaba el astro rey besaría la red, pero todo el mundo despertó del mal sueño que supuso estas tres semanas sin el diez y volvimos a pensar, volvimos a ser conscientes que con Leo todo vuelve a estar al alcance de la mano.

LAS NOTAS

MAtS (6): Sin incidencia en el juego. Apenas fue inquietado por el equipo rival.

Masche (5): Sigue el argentino sin estar fino ni confiado. De ser un baluarte competitivo ha pasado a ser una debilidad. Esperamos que crezca y recupere su confianza poco a poco esta temporada.

Piqué (8): El capitán virtual de este equipo. A partir de él nace todo.

Mathieu (6): No es un punto débil de esta defensa, aunque exista cierta tendencia a atizarle por ser un poco «ese extraño elemento». Pero el francés cumple y lo hace bien, ¿qué más se le puede pedir?

Arda (6): Totalmente recuperado para la causa. Ayer se probó en una posición nueva y fue el que más kilómetros hizo de los 22 sobre el campo y el que más balones recuperó, diez. Desde luego a Luis Enrique le tiene ganado. Otra cosa es si estos parámetros deben servir para evaluar a un jugador de su calidad…

Busquets (4): ¿Qué le pasa a Sergio? Quizá sea este sistema con defensa de tres, problemas físicos (¿está olvidada ya aquella pubalgia?) Pero lo que está claro es que el de Badía tiene que volver, el equipo le necesita. Se le espera.

Raquitic (6): El corrector. Probablemente el interior que mejor lee a este Barça de Luis Enrique. Imprescindible.

Digne (6): Cumplidor sin ser diferencial. Tiene margen para crecer y debe hacerlo si quiere realmente disputarle el puesto a Jordi Alba y no solo jugar cuando este esté lesionado.

Rafinha (8): Una de las más gratas sorpresas de las últimas semanas. Es un activo muy interesante y provechoso para el equipo. Soberbio.

Suárez (7): Estará más o menos acertado, pero siempre está. Ayer con un punto mayor de finura aunque aun tiene margen para alcanzar el cenit futbolístico al que nos tiene acostumbrados.

Neymar (8): La otra gran noticia de ayer. Nunca se esconde. Su calidad volverá a ser definitva esta temporada. Es el segundo crack del equipo, sin más.

Leo (7): Sale él al campo y se hace la luz. El equipo fue otro, como no podría ser de otra manera, desde que el diez volvió a pisar el cesped.

Denis (6): Suma, siempre suma. Ayer más desapercibido pero es probable que con la vuelta de Leo, él sea de los interiores más beneficiados.

Alcácer (6): Sin suerte en el remate, pero va a estar ahí, estoy seguro que sumará muchos goles al final de temporada, algunos de ellos importantes.