ARREÓN FINAL INSUFICIENTE

Se dejó el Barça en el Benito Villamarín dos puntos y buena parte de la confianza ganada en las últimas semanas. Luis Enrique apostó por rotar de cara a la visita al Vicente Calderón del próximo miércoles y solo Piqué formaba parte de la previsible defensa que veremos en Copa, e insistió en el centro del campo que jugó en Eibar: Rakitic, Denis y Arda Turan. Arriba Messi, Suárez y Neymar no entienden de rotaciones y fueron la tripleta atacante. Enfrente el Betis planteó un partido muy serio, con un sistema de tres centrales y dos carrileros largos que hicieron mucho daño al Barça, especialmente Durmisi por el costado izquierdo, un centro del campo con trabajo y talento, junto a Petros, formaban el debutante Rubén Pardo y un inmenso Dani Ceballos, y arriba un delantero grande como Álex Alegría y el siempre hábil y peligroso Rubén Castro.

El Barça no entró mal en el partido, si bien no creó ninguna ocasión de peligro, sí daba esa sensación de solvencia que venía mostrando las últimas semanas. Pero a partir del minuto 10 los azulgrana se mostraron perezosos y el Betis fue creciendo. Los de Víctor Sánchez del Amo, con una presión muy adelantada complicaron la salida de balón azulgrana, cuyo centro del campo se veía en continua inferioridad ante los medios del Betis que, ayudados por los carrileros, se encontraban siempre en situaciones ventajosas frente a los medios culés. Ya en la primera parte, ter Stegen tuvo que lucirse ante un disparo de Ceballos desde la frontal del área. Pero el Barça ha jugado y ganado partidos así, aunque le faltaba algo vital, no era capaz de encontrar a sus tres delanteros, que saltaron al campo en “modo ahorro de energía”, pensando que el gol llegaría tarde o temprano.

El centro del campo del Barça, el mismo que convenció la semana pasada en Ipurúa, no logró gobernar el partido; Rakitic firmó una de sus actuaciones más discretas de la temporada al recibir muchas veces de espaldas al rival y tener muchos problemas para girarse con cierta agilidad, no ayudándole en este aspecto los dos interiores con un Denis invisible en la construcción y un Arda muy fallón, no eran precisamente los mejores complementos del croata.
En defensa, Piqué logró sostener en la primera mitad al Betis, pese a sufrir en alguna jugada con Rubén Castro, que conquistó una tarjeta al 3 azulgrana que le condicionó el resto del choque. En la banda derecha Aleix Vidal sufrió mucho con Durmisi, desubicado e impreciso en defensa pero peligroso en ataque, el ex del Sevilla volvió a abrir las dudas sobre su adaptabilidad al lateral derecho. En pleno letargo, al final de la primera parte se vio la mejor jugada del Barça, partiendo de ter Stegen y tras rápidas triangulaciones entre Digne, Messi y Neymar, el brasileño estuvo a punto de adelantar al Barça en un mano a mano que salvó Adán.

Nacía el segundo tiempo con la sensación de que a poco que el Barça mejorara en intensidad y concentración, el partido caería del lado culé. Pero nada más lejos de la realidad, y es que los de Víctor Sánchez del Amo fueron cada vez más agresivos. En el minuto 60 Luis Enrique introdujo a André Gomes por Denis Suárez, pasando a jugar el luso de mediocentro y adelantando su posición Rakitic al interior derecho. No mejoró el equipo con el cambio, es más, el Betis cada vez llegaba con más peligro, remate de Ceballos al larguero incluido.

Ya en el minuto 68 realizó Luis Enrique sus otros dos cambios, entrando Sergi Roberto y Jordi Alba en los laterales, en sustitución de Arda y Digne, pasando a jugar con un 4-2-3-1, formando Rakitic y André Gomes el doble pivote y con Aleix Vidal adelantando su posición en la banda derecha. 7 minutos después, y tras otro remate al palo, esta vez de Rubén Castro, ocurrió lo que se tenía que ocurrir, a la salida de un córner Alex Alegría adelantaba con justicia al equipo bético.

Ahí fue cuando despertó el Barça, cuando se vio zarandeado, cuando vio que el partido y la Liga se complicaban, poniendo desde entonces el fútbol y el coraje que le había faltado los 75 minutos anteriores. Tan repentina fue la mejora que apenas dos minutos tardó en perforar la portería de Adán, pero increíblemente ni el colegiado ni su asistente vieron como gol un remate de Jordi Alba que sobrepasó en casi un metro la línea de gol. La jugada enrabietó al Barça, que volcado en ataque concedió un mano a mano a Rubén Castro que salvó magistralmente ter Stegen. Ya en el 88, un excelente pase de Messi dejó a Suárez sólo ante Adán y el uruguayo no desaprovechó la ocasión para empatar el partido.

En definitiva, el Barça se deja dos puntos y las buenas sensaciones que venía mostrando en las últimas semanas. No se debe achacar a las rotaciones, ni estas eran la panacea hace una semana, ni son hoy motivo de rasgarse las vestiduras, si había un día para rotar, visto el calendario, ese día era hoy, y el once que presentó Luis Enrique era a priori perfectamente capaz de vencer al Betis.

Respecto a la jugada polémica apenas una reflexión. El buen amante del deporte seguro que combinó tenis y fútbol durante la mañana y pudo apreciar como en el Open de Australia la tecnología subsana los errores milimétricos que pueden desnivelar un partido hacia un lado o hacia otro, mediante el llamado “ojo de halcón”. Mientras, en la Liga española un balón puede atravesar un metro la línea de gol sin que exista un método que así lo corrobore.

Este sistema ya se utilizó en el Mundial de Brasil y lleva varias temporadas empleándose en la Premier League y en otras ligas, es decir, no es una innovación de última generación. En una competición tan globalizada como esta, que felicita el año nuevo chino desde las vallas publicitarias del Benito Villamarín al inicio del partido, estos errores deberían poder evitarse, aunque sólo sea por no amargarles el inicio de año a nuestros amigos chinos, y ya puestos, el domingo a todos nosotros.

LAS NOTAS

Ter Stegen (8). El mejor del Barça. Varias intervenciones de mérito, salvó el 2-0 en un mano a mano a Rubén Castro con el equipo volcado.

Aleix Vidal (5). Todo lo mal que estuvo en defensa lo compensó en ataque, siendo un puñal cuando adelantó su posición.

Piqué (7). Sostuvo a la defensa, sufrió con Rubén Castro pero enmendó muchos errores de sus compañeros de zaga.

Mathieu (6). Algún fallo en la entrega, pero sin errores de bulto. Discreto partido del francés.

Digne (4). Flojo partido del lateral galo, frágil en defensa e inexistente en ataque. Fue sustituido.

Rakitic (3). Borró de un plumazo la buena imagen que dejó en Eibar. Impreciso y desasistido por sus compañeros, se le vio desbordado.

Denis Suárez (4). Intentó llegar al área en la primera mitad, pero no asumió responsabilidad en la generación del juego. Fue sustituido.

Arda Turan (3). Muy impreciso el turco, cometió demasiados errores que se pagan caro cuando se juega tan centrado.

Messi (6). Mal partido de Leo, siempre por el centro, si se hubiera pegado a la banda hubiera abierto más a la defensa bética y hubiera dado trabajo a un Durmisi muy suelto arriba. Aún así, cuando despertó, dio un magistral pase de gol.

Suárez (6). Marcó el gol del empate, pero hasta entonces había estado errático y torpón.

Neymar (7). El mejor de la primera mitad aunque se fue diluyendo en el partido. Está en su mejor versión y ayuda al equipo atrás.

André Gomes (5). Entró para jugar de medio centro pero nadie notó su presencia.

Sergi Roberto (6). Entró en el lateral, combinando bien con Aleix en el último tramo del partido.

Jordi Alba (6). Marcó el gol que el árbitro no vio.