Tengo un sueño. Mejor dicho, tenía un sueño. Y no era remontar una eliminatoria Champions con un resultado que nadie ha logrado, ni ganar una tercera Liga consecutiva que parecía perdida. Tampoco un nuevo doblete, triplete o sextete, ni que Leo siga ampliando día a día sus horas de vídeo youtubero con sus mejores acciones, no. Mi sueño era volver a ver al Barça como ayer, confirmar que esta plantilla es capaz de ejecutar lo que mejor sabe hacer, el retorno del orden, de la racionalización de espacios, de la presión tras pérdida, de la mezcla entre amplitud, profundidad y juntarse cuando es preciso. Ser el Barça. Y ha sido bajo el manto de Lucho tras anunciar su no continuidad. Gracias míster por este regalo inesperado.

En cuanto el once titular fue público surgió la duda si la apuesta en fase ofensiva por el 1-3-4-3 tendría continuidad o bien se volvería a línea de 4. Todos los ojos estaban puestos desde el primer segundo de partido en el peón que tenía la respuesta, Sergi Roberto, quien acabó formando en zona central con Busquets, Rakitic y un liberado Leo Messi. Por delante, Ney y Suárez con Rafinha estirando en el costado derecho. Atrás, Piqué, Umtiti y Alba formaban la línea de tres por delante de MAtS, sin casi actividad durante la noche.

Seguro que hay infinidad de razones para buscar explicación a lo ocurrido ayer en el Camp Nou -y todas acaban sumando- pero para mi la principal radica en el sistema, en el 1-3-4-3 ofensivo. Y si queremos ser más precisos, en el 1-3-3-MESSI-3. Este esquema de por sí ni es la solución, ni es mejor o peor que cualquier otro. Colocar a los jugadores sobre una pizarra no te da victorias, y muchas veces ni ventajas respecto al rival, pero en el caso del Barça sí ha solucionado parte de los problemas que arrastraba esta temporada. Y con esto no quiero decir que la ejecución sea perfecta, porque no lo es, ni que no se asuman riesgos en la transición defensiva, porque también se asumen, sino que, en ataque posicional, poblando la banda derecha con Rafinha y dando libertad a Leo en zona central, el argento puede utilizar los 3 carriles para su progresión con balón. Junto a esto, ese hombre de más en medio campo añadido a dos extremos que estiran no de continuo sino mezclando acercándose unos metros, mejora la salida de balón azulgrana y el escalonamiento para asociaciones que tienen como objetivo llevarle la bola al 10.

Resumiendo, de esta manera el colectivo sí está ofreciendo a Leo ciertas ventajas para desarrollar sus capacidades. Si además el equipo retoma la intención tanto de presión adelantada como tras pérdida, ese escalonamiento y avance grupal permite recuperar arriba y rápidamente, llegando a negar ningún tipo de salida al rival y sometiéndole de manera casi abusiva. A todo esto, ayer se sumó la inspiración individual de casi todos y se llevaron al mínimo los errores, cosa que siempre no se podrá lograr, pero la idea de fondo parece tener cierto recorrido.

El monólogo culé duró 90 minutos y fueron 5 -como pudieron ser 8- los goles que subieron al marcador. Dos “pases” a la red de Leo tras slaloms, un globo estratosférico de un Ney acertadísimo, un remate en área pequeña del Rakitic más llegador y suelto de toda la temporada y un último tanto de Umtiti, posiblemente el tipo más feliz de todo el vestuario. BigSam es uno di noi, creo que eso lo tenemos todos claro.

Victoria para seguir dependiendo de sí mismos en la Liga y con un ojo en la vuelta de los octavos de Champions, en el reto más difícil que se le haya presentado a esta generación. Unos podrán creer por fe, otros por lo sucedido ayer, unos cuantos porque Leo viste la blaugrana… Yo ni creo ni dejo de creer, pero sí tengo una cosa muy clara. Si hay un equipo capaz de conseguir lo que nunca nadie a logrado es este, y el miércoles próximo son los que van a saltar al césped de un Camp Nou lleno hasta la bandera.

LAS NOTAS

MAtS (6): Ante la tímida presión celtiña fue uno más en la aseada salida de balón local.

PIQUÉ (7): Cómodo hasta para sumarse en ataque.

UMTITI (7): Marcó y se bastó para frenar al ataque celeste hasta los minutos finales.

ALBA (7): En una función mucho más defensiva cumplió de sobras.

SERGI ROBERTO (8): Si debe ejercer funciones de lateral defensivo le cuesta aprobar. Como lateral-interior enfocado al ataque, de nota alta.

BUSQUETS (8): Pudo, por fin, volver a lucir en el robo en campo contrario.

RAKITIC (8): Por la izquierda sin las cadenas de las coberturas mucho más cómodo e integrado en el juego.

LEO (10): Esta es la explicación que más temo. Ya no sé ni que decir…

RAFINHA (8): Obligado a abarcar muchos metros encaja fantásticamente en la posición abierta.

SUÁREZ (7): No marcó, y aún así seguía empeñado en ayudar a sus compañeros, sin obsesionarse con el gol.

NEYMAR (10): Lleva semanas a un nivel altísimo. Si encima vuelve a ver portería y su ratio de acierto en acciones 1 contra 1 es así de alto, se convierte en un arma de destrucción masiva.

MASCHE (7): Entró por Busquets y pasó a ser la bisagra entre la defensa de 3 y 4.

DENIS (6): Ubicado en la zona de Neymar acarició el gol en dos acciones.

INIESTA (6): Minutos de diversión para el manchego.