Barça 17-18: la eterna sombra de Pete

Probablemente ningún jugador de la historia reciente del Barcelona ha dejado tanta huella como Pete Mickeal. A riesgo de emocionarnos es imposible recordar su personalidad, su talento, su capacidad para aparecer en los momentos complicados y su ambición por superarse cada día. Desde que se fue el Barcelona ha buscado sin éxito un relevo a la altura. ¿Por qué no lo ha conseguido? Porque no lo hay.

Y no es que no se haya intentado, porque Creus hizo un par de apuestas ambiciosas incluso con el americano en plantilla. A sabiendas de los problemas físicos de Mickeal (a los que luego se sumó el tromboembolismo pulmonar) el ex director deportivo del Barça ató a Chuck Eidson en el verano de 2011, uno de los jugadores más deseados del mercado, y más tarde a Kostas Papanikolaou previo pago a Olympiacos, dos operaciones importantes que no duraron más de una temporada. Tampoco Abrines, Eriksson ni Hezonja pudieron tirar abajo la gruesa puerta que puso Xavi Pascual, DeShaun Thomas no daba el nivel y Stratos Perperoglou, pese a dar un rendimiento digno, llegó años tarde.

Rodrigo De la Fuente y Bartzokas planificaron la temporada con un alero puro (Perperoglou), un ex alero que ya llevaba tiempo demostrando que era mejor “4” que “3” (Claver) y un escolta-alero con dudas sobre su nivel y con problemas de lesiones (Eriksson). Podría haber pasado que Perperoglou rindiera a buen nivel como la temporada anterior, que Bartzokas manejara tan bien a Claver como en Krasnodar pero en otra posición y que Eriksson explotara y se convirtiera en el jugador que un día apuntó, pero no, pasó lo que era normal que ocurriera. A Perperoglou se le ha exigido con 32 años que hiciera el mayor esfuerzo de su carrera en la temporada más exigente, Claver ha sacado a relucir todos sus defectos cuando tiene que manejar mucho balón y Eriksson ha sido recurso de Bartzokas solamente cuando no ha tenido más remedio.

Así que ahora el Barcelona se encuentra huérfano de aleros y ha de acudir al mercado en busca de uno o dos. Analicemos la situación de lo que hay actualmente en el roster:

– Stratos Perperoglou: El tres veces campeón de Euroliga realizó una buena primera temporada, pero en esta segunda entre lesiones y mal estado de forma ha bajado mucho su nivel, así que su marcha parece lo más lógico. Es verdad que últimamente parecía haber mejorado, pero sonaría contradictorio iniciar un nuevo proyecto renovando a un jugador veterano como él. Tampoco es descartable que si llega un nuevo entrenador quiera contar con alguien experimentado y continúe con un rol secundario.

– Markus Eriksson: El sueco tiene contrato y, ya sea porque no ha podido o no le han dejado, parece claro que nunca podrá tener un rol importante en el club. Cuenta con la baza de ser cupo, pero tiene encima la sombra de Rodion Kurucs, que en 2018 también lo será, así que de quedarse lo haría con un rol de ficha 13 o 14 como mero especialista, perfil que nunca está de más tener en una plantilla.

A partir de aquí y tras decidir si ellos siguen o no la dirección deportiva culé ha de decidir cuántos aleros incorpora y qué perfiles se buscan. Lo ideal es conjugar un “3” talentoso con otro de corte más físico. Algunos de los objetivos pueden ser:

– Janis Timma: Ha de ser el objetivo número 1 porque su potencial es extraordinario, acaba contrato en Zenit y quizá sea el más desequilibrante de cuantos aleros salgan al mercado. Tirador inconmensurable, buen defensor y físicamente potente, el letón lo tiene todo y será una de los culebrones del verano porque media Europa se va a pegar por él, y es probable que alguna franquicia NBA también se sume (sus derechos pertenecen a Orlando Magic), así que de acometer este fichaje el Barça debería poner encima de la mesa una oferta muy importante. Lo cierto es que no hay en Europa un equipo con más necesidad de Timma que el Barça, y eso debería suponer un estímulo para el club y también para el propio jugador, que llegaría al Palau para asumir desde el principio el papel de estrella.

– Adam Hanga: Hasta hace no tanto era conocido por su extraordinaria capacidad defensiva, pero la mejora en el tiro le ha catapultado hasta convertirse en uno de los mejores aleros de Europa, si no el mejor. El húngaro acaba contrato en Vitoria y pese a que ya ha manifestado que su intención primera es probar NBA, varios son los equipos de Europa que se mantienen al acecho por si le pueden convencer. Baskonia confía en retenerle si no da el salto, pero el Real Madrid le pretende para completar una plantilla de ensueño y el Barcelona, que ya sopesó su fichaje el pasado verano, seguro que estará atento. El problema es que, si Hanga tiene que elegir entre propuesta blanca y blaugrana, ahora mismo no hay color, además de que habría que pagar una compensación económica a Baskonia. Quién sabe si acabando en San Antonio le abre la puerta el siguiente verano a otro ex Baskonista para que recale en el Palau…

– Rakim Sanders: El norteamericano de EA7 ha sido lo más rescatable del equipo italiano. Su 1.93 es engañoso porque hablamos de un portento físico gracias a su explosividad y sus largos brazos. Es básicamente un gran anotador que puede sumar puntos de todos los colores, especialmente con canastas en transición y triples, disciplina en la que cada vez se prodiga más y donde se sitúa en torno al 40%. En defensa es un jugador que suma siempre que esté metido en el encuentro, porque condiciones físicas tiene de sobra para defender a rivales de su tamaño o incluso mayores. Será otro jugador más que apetecible en este mercado porque acaba contrato, y pese a que EA7 le quiere renovar y convertirle en su jugador franquicia las aspiraciones de los italianos están por debajo de las de Sanders. Cumplirá 28 años y está en condiciones de jugar el mejor baloncesto de su vida. Sólo tiene que poner su talento al servicio de un buen colectivo.

– Axel Toupane: El alero francés hace tiempo que está pidiendo a gritos que algún equipo europeo haga un esfuerzo por él. Sus meritorias campañas en la D-League no le han catapultado a la NBA y quizá pueda pensar que la única manera de tirar la puerta abajo sea el escaparate europeo. Cuando hablamos del galo mencionamos a un jugador de una capacidad atlética envidiable que en Europa podría ser muy importante, porque al margen de sus aptitudes defensivas Toupane ha crecido en el aro ajeno, mejorando sus porcentajes de tiro. No es un alero que habitualmente se cree sus propias canastas ni que lleve a su defensor al poste, es un “3” que aprovecha bien los espacios para encontrar su tiro y que en transición es temible.

– Mateusz Ponitka: Este jugador polaco no ha contado este año con el escenario Euroliga para mostrarse, pero en Pinar Karsiyaka está cuajando una buena temporada, confirmando lo que apuntaba en Polonia. Jugador muy intenso en las dos mitades de la pista, agresivo en el perímetro para robar y descarado en ataque para entrar a canasta y tirar desde fuera. Es un 1.97 con casi más cuerpo de escolta, por lo que podría ser un jugador interesante como argumento defensivo frente a exteriores de nivel. Termina su vínculo con el conjunto turco en 2018, por lo que de estar interesados en él habría que llegar a un acuerdo con Pinar Karsiyaka para lograr su libertad.

– Patricio Garino: El jugador de Mar del Plata formado en George Washington va a terminar la temporada en el roster de Orlando Magic tras ser descartado antes por los Spurs, pero su protagonismo en la NBA ha sido nulo y el traslado a Europa podría ser una opción. El alero de 23 años es básicamente un buen tirador. Sus puntos vienen de triples y cortes a canasta, donde a la hora de ejecutar bandejas tiene una mecánica que por momentos recuerda a la de su compatriota Manu Ginóbili. No es un jugador que vaya a crearse sus propias canastas porque le falta un mejor manejo de balón y algo más de explosividad. Es una opción arriesgada porque no conoce el baloncesto europeo y ocuparía plaza de extracomunitario, pero el desembarco del “Pato” en el viejo continente no debería tardar.

 – Tyler Honeycutt: Es un perfil ciertamente parecido a Toupane, es decir, muy buen físico, defensivamente intenso, peligrosísimo con pista por delante y unos porcentajes parecidos desde la línea de tres puntos (30-35%). El de Efes ya sonó para el Barça cuando acababa contrato con Khimki, pero los turcos se adelantaron y le firmaron un contrato 1+1, por lo que si la opción es de los de Perasovic tiene todas las papeletas para continuar. Juega casi 25 minutos por partido y además es probable que los turcos pierdan en el perímetro a DeShaun Thomas, Cedi Osman y Brandon Paul, así que se ha convertido en un jugador importantísimo en su proyecto.

 – Will Clyburn: El jugador de Dogus Darussafaka es un jugador con más recursos propios, capaz de crearse sus tiros gracias a su talento y velocidad, un alero que puede generar y en el que confiar para últimas posesiones, aclarados etc. Es más efectivo cuando busca el uno contra uno y pisa zona que tirando de tres, donde se muestra mucho más irregular. También sorprende su 65% de acierto en tiros libres en esta Euroliga. Atrás puede sumar por su físico y largos brazos. Firmó un 1+1 con Dogus pero los rumores que sitúan al patrocinador fuera del club ponen en jaque el poder económico de Darussafaka, por lo que su marcha no es improbable. No obstante, seguro que serán muchos los equipos que valorarán su fichaje.

– Cory Higgins: El norteamericano acaba contrato con CSKA y podría salir al mercado. Llegó hace dos temporadas en sustitución de Weems y el movimiento no le pudo salir a los moscovitas. Itoudis les dio el balón en propiedad a Teodosic y De Colo y en lugar de buscar otro anotador como Weems trataron de complementar a los dos líderes, y encontraron en Higgins al socio ideal. Trabajo intenso en las dos canastas, un rendimiento tremendamente regular en las dos temporadas (20 minutos por partido, 9 puntos, 46% en triples, 48% en tiros de campo y 86% desde la personal) y, en definitiva, un jugador que ha asumido perfectamente su rol y que sin artificios es muy efectivo. Comparte sus minutos con Nikita Kurbanov y quién sabe si a sus 27 años le tienta jugar en un equipo donde se sienta más protagonista. Habrá que ver cómo replantea el equipo CSKA si finalmente Teodosic sale y si buscan algo más en el puesto de “3” con anotadores como Clyburn o Timma. Hace poco en Turquía se hablaba del interés del Real Madrid, pero el hecho de ocupar plaza de extracomunitario convierte su fichaje por los blancos en improbable.

– Ryan Broekhoff: El jugador australiano no ha cuajado la mejor de las temporadas en Lokomotiv Kuban, entre otras cosas porque él fue el casi único superviviente destacable de ese equipo ruso que hace menos de un año se colaba en la F4 de la mano de los Randolph, Delaney, Singleton o Claver. Y es que es un jugador de colectivo, de trabajo sucio y cuya mayor habilidad es el triple. No es esa clase de baloncestista autosuficiente capaz de anotar, necesita un buen funcionamiento grupal y a partir de ahí sumar en lo que él sabe. Se trata de una opción interesante si se busca un segundo alero de un perfil más bajo. El problema es que su contrato no expira hasta 2018, por lo que habría que negociar un acuerdo con Lokomotiv Kuban, algo que tampoco sería imposible dado que el proyecto actual de Lokomotiv se encuentra en un punto de renovación donde él no parece primordial. Si siguiera Bartzokas no sería una incorporación descartable.

– Darius Miller: El ex de Kentucky tiene contrato hasta 2018 con Bamberg pero es un jugador por el que podría merecer la pena pagar traspaso antes de que en un año salga libre, alguien por el que gastar una plaza de extracomunitario. Está en una edad perfecta (es del 90), su adaptación al baloncesto europeo es completa y aportaría los puntos que quizá puedan faltar en otras posiciones. Porque Miller es ante todo un gran anotador, un jugador desequilibrante cuyos puntos son fruto de una fantástica muñeca que ve el aro con enorme facilidad. No postea a menudo y por su juego parece más un escolta que alero, asumiendo responsabilidades desde la individualidad en un equipo tan coral como el que ha formado Trinchieri. Es normal verle en 1 vs 1 y aclarados, peligrosísimo saliendo de bloqueo y además sabe pasarla, pues ha mejorado en lectura de juego. Si el Barça busca en esta posición un punto de anarquía quizá sea el mejor de los candidatos.

Hay muy buenos jugadores en el mercado y no hay excusa para no acometer al menos el fichaje de un alero titular de gran nivel. A partir de aquí cabe valorar si traer otro segundo y cómo ello podría afectar al futuro en la sección de Rodion Kurucs, el mejor proyecto de la cantera azulgrana. Antes habría que decidir qué se espera del letón en este próximo año, lo cual dependerá del entrenador que dirija al equipo. Lo que está claro es que el Barcelona ahora mismo está perdiendo una gran oportunidad de meter a Kurucs en dinámica para que el año que viene no empiece de 0.

Es muy improbable ver al talentoso letón como segundo alero el año que viene, y por ahí cobraría sentido la llegada de un segundo “3” de corte más modesto que complementara al titular pero que a su vez dejara margen para el crecimiento de Kurucs. Por ahí cobraría sentido incluso la continuidad de Stratos Perperoglou. Se antoja complicado que Kurucs pueda tener protagonismo si, por ejemplo, se ficha a Timma y Ponitka. Otra opción a tener en cuenta es Marcus Eriksson y el papel que se le reserve en la rotación. ¿Se puede confiar en él como alero suplente? Puestos a apostar por un joven con no demasiados minutos tiene las de perder frente a Kurucs, pero el hecho de que el letón no sea cupo hasta 2018 le abre las puertas para cualquier cosa.

¿Qué hará la dirección deportiva del Barcelona? Será un verano propicio para fichar un gran alero, pues pocas veces habrá tantos buenos candidatos y accesibles. Incluso cabría meter en este texto a Gigi Datome, al que colocamos como “4” en el anterior texto de esta serie. Lo que parece claro es que la de alero quizá sea la posición que más urge reforzar.