Fue el primero en llegar y del que menos se ha hablado, posiblemente esperando otro base de más nombre que le relegara al banquillo, el lugar desde el que casi todos pensaron que partiría. Pero no, Larkin no llegó y Phil Pressey ha resultado el elegido para competir de tú a tú con el francés por un puesto en el quinteto titular. El que pensara que el ex de Efes sería un gran revulsivo ya debe empezar a hacerse a la idea de que ha de ser mucho más que eso.

Thomas Heurtel es un jugador raro. Pocos jugadores en Europa poseen un repertorio ofensivo tan amplio, pero pocos confían en él para liderar el ataque de un gran equipo. Arrastra la fama de ser un jugador algo anárquico y poco cerebral, pero sus números hablan de un jugador bastante productivo. Su toma de decisiones con frecuencia no es la mejor, pero no pocos le darían una última posesión. Hasta ahora Heurtel ha sido un “sí pero no”, pero en este momento ya no es que él necesite al Barça para dar ese paso adelante, es que es el Barça quien le reclama que se confirme como una gran realidad a la que agarrarse. Cuando Heurtel está en cancha se siente, pasan cosas constantemente, para bien y para mal.

Heurtel ha pasado por varias fases desde que llegara a la élite. Una primera de aprendizaje en un Baskonia de entreguerras donde mostró todo su potencial, pero en el momento de su partida ni Baskonia era lo que necesitaba Heurtel ni Heurtel lo que necesitaba Baskonia. Otra en Efes de sabor agridulce. En Estambul se topó con un club ciertamente inestable donde no terminó de explotar todo su potencial, dando la sensación de que el equipo funcionaba mejor con Granger al mando que con él. Así que la duda respecto a Heurtel es si se va a quedar aquí o hay algo más ahí. ¿Puede romper de una vez o hasta aquí ha llegado?

Cuando uno mira a Thomas Heurtel ve a dos jugadores, el que es y el que debería ser, y se pregunta si está a tiempo de llegar a ser algo más grande. Cada temporada se ha esperado el boom definitivo de Heurtel, pero todavía no ha llegado y no se sabe si llegará. Quizá sea lo que vemos y ya está. Sería lo lógico pensar que si no “ha roto” ya no lo hará nunca. Mientras se resolvía la cuestión el Barça parecía tener claro que necesitaban un primer espada para liderar al equipo, y de ahí el ofertón a Larkin. Habrá que ver cómo se adapta Pressey y si encaja en el equipo, pero lo que sí está claro es que el escenario que tuviera pensado Sito Alonso para la posición de base ha cambiado. El deseado no ha llegado, su sustituto es una incógnita y Heurtel pasará de tener un rol algo más secundario a uno protagonista, al menos en el comienzo.

“La línea es primero intentar no esperar al equipo contrario, me gusta mucho más intentar atacarle”. Son palabras del propio Sito Alonso en una entrevista a Mundo Deportivo, que apuesta por un baloncesto agresivo y rápido, y en esta manera de entender el baloncesto Heurtel encaja a la perfección. Porque es descarado, valiente, frío y temerario. “Heurtel no se hubiera fichado si yo no llegara como entrenador. Yo creo que él, sobre todo, tiene ambición. Es una ambición que bien dirigida nos puede ayudar mucho. Es un jugador que quiere ser el mejor, que tiene un carácter especial que llevado a lo bueno te puede dar mucha energía dentro de un partido. Tiene una capacidad ofensiva fuera de límites, de tirar de tres, de penetración, pase, juego de bloqueo directo. Y tiene presencia, tiene cuerpo. Eso, unido a su experiencia de muchos años en la Euroliga, creo que nos puede ayudar en el puesto de base”. No hay duda de que a Sito le gusta, pero subraya lo especial de su juego y que habrá que matizarlo para que sea verdaderamente rentable para el interés colectivo.

Es un chico que sabe lo que es aniquilar a la España de los Gasol y Navarro en su propia casa y con toda la presión sobre él. Todo el mundo lo vio y todos saben que es un jugador perfectamente capaz de ganar partidos. La tarea de Sito es que Heurtel aprenda a ganar competiciones, que se convierta en un jugador más estable pero sin perder esos momentos de brillantez que le caracterizan.

Imaginar a Thomas Heurtel liderando a un candidato a todo es una cuestión de fe, la que necesariamente ha de depositar en él el Barça. Lo que está claro es que a sus 28 años es ahora o nunca para el francés, que tiene ante sí la oportunidad de su vida de hacer algo realmente grande, pues difícilmente se va a encontrar ante un escenario tan favorable. En principio ha de ser base titular mientras Pressey se adapta, llega a una Liga que ya conoce y además se ha construido un equipo competitivo en el que debe encajar muy bien.