El Barcelona Lassa debutó en Liga Asobal el fin de semana pasado atropellando al Puerto Sagunto (34-18), tras ganar la semana anterior el título de la Supercopa de España ante el BM Logroño pocos días después de ganar el oficioso mundial de clubes, la Super Globe, por tercera vez. El timing no podría ser mejor; en estos días en los que aún resuenan los ecos de la catastrófica gestión de la sección de fútbol masculino del Barcelona, que no puede resistir comparación alguna con la ejemplar manera de llevar la nave del balonmano azulgrana.

Bien es cierto que las cosas parecen estar cambiando en el baloncesto con la llegada de Nacho Rodríguez y Sito Alonso y que el fútbol femenino ha realizado fichajes sonados este verano, pero el ejemplo debe ser la sección que vio brillar a Enric Masip y David Barrufet, precisamente este último, junto con el también legendario ex jugador Xavier O’Callaghan, llevan las riendas de la sección con una eficacia digna de estudio; el Barcelona Lassa compite también contra equipos de mayor presupuesto, en particular un Paris Saint Germain cuyo presupuesto para la sección de balonmano dobla al azulgrana, y un PSG que arrebató al Barça su superestrella y número 1 mundial por entonces Nikola Karabatic hace algunas temporadas, en una operación que guarda similitudes con la de Neymar, pero también grandes diferencias, la mayor de las cuales quizá sea la estrategia elaborada por la dirección técnica junto con el entrenador Xavi Pascual a modo reacción; cierto es que se fichó a Filip Jicha para tapar el hueco mediático dejado por el astro francés, pero ante la dificultad de competir con los clubes de mayor presupuesto se recurrió mayoritariamente a jugadores jóvenes con contratos largos que pudieran crecer en el Barcelona, como el excelente pívot polaco Kamil Syprzak.

Siguiendo ese plan de acción llegaron al Barça el año pasado un soberbio lateral como N’Guessan con 24 años, Dika Mem, que va para superestrella mundial, con tan sólo 19, y el central escandinavo Lasse Andersson con 21, cuyo rendimiento fue más flojo que el de Mem y N’Guessan pero al que se le adivina un potencial tremendo y que acabó la temporada lesionado. Para ello por supuesto hace falta una excelente estructura de scouting, y una confianza ciega en la dirección técnica, especialmente para fichar a jóvenes estrellas francesas, como Mem o N’Guessan, de debajo de las narices del poderoso club de la capital gala.

¿El resultado de esa estrategia? Volver el año pasado a la Final Four de Colonia y quedarse a un gol de doblegar al que acabaría ganando la Champions League, el Vardar, y quizá hubiera sido mejor el resultado de no haberse roto los ligamentos cruzados Lasse Andersson unas semanas antes, una lesión de la que se espera que vuelva en octubre. En las competiciones nacionales, el equipo no pierde desde hace más de cuatro años y lleva 122 victorias consecutivas en la Liga Asobal.

De cara a este año el Barça Lassa ha vuelto a realizar grandes movimientos y con mucha previsión; sabiendo de la marcha del veterano cañonero Kiril Lazarov se fichó ya en enero a uno de los laterales más talentosos y creativos: el esloveno Jure Dolenec, de 28 años, y se ha seguido trayendo a los mejores jóvenes como el extremo francés de 20 años Yanis Lenne y el galo de origen catalán Ludovic Fàbregas, también de 20 años y considerado el mejor pívot joven del mundo, que llegará a la disciplina azulgrana en 2018 para tapar el agujero dejado por el carismático Jesper Noddesbo, que ha vuelto a su país. La dirección técnica incluso se mueve bien ante la adversidad y la improvisación, ya que viendo la negativa del Montpellier a dejar ir a Fàbregas ya este año, el Barça realizó un movimiento relámpago para cerrar la cesión del potente pívot cubano Alexis Borges del Oporto durante este año de transición, lo que demuestra un excelente conocimiento del mercado internacional.

También para 2018 está cerrado el fichaje del central islandés de 26 años Aaron Palmarsson, posiblemente el mejor jugador del mundo hoy día, desbancando al mencionado Karabatic, y que actualmente milita en el Veszprem húngaro, aunque el jugador lucha para que le dejen llegar a Barcelona de cara a la presente temporada. Ese fichaje y el de Dolenec demuestran que la dirección técnica sabe moverse en los despachos con discreción y agilidad y aprovechar las grandes oportunidades que se les presentan.

En definitiva, el Barcelona Lassa de balonmano supone un excelente ejemplo de cómo deberían ser las secciones profesionales del club azulgrana; una sección comandada por gente especialista del deporte en cuestión, que trabaja en un proyecto sólido a años vista y que, como queda mencionado más arriba, ya ha cerrado fichajes para la temporada 2018/2019 y ya trabaja en la confección de la plantilla para los siguientes cursos.