Cuando Iniesta come aparte, el Barça vuela

Llegaba el Barça a la jornada 16 sabiendo los resultados que habían hecho sus perseguidores. Valencia había perdido, Atlético ganó por la mínima y el Madrid estaba en Abu Dhabi disputando el Mundialito. Por tanto, una victoria podía dejar al equipo azulgrana a 6 puntos del segundo clasificado(el Atlético) antes de afrontar el Clásico de navidad.

Y con esa premisa salió el Barça contra el Deportivo. En la alineación teníamos la novedad de la suplencia de Busquets, que acumulaba cuatro tarjetas y corría el peligro de perderse el partido contra el Madrid. Valverde situó en su posición a Rakitic pero la posición novedosa fue la de Iniesta como interior izquierdo, mucho más junto a Leo Messi. Mientras, por la izquierda, empezaba Alcácer como premio a sus buenos minutos en los últimos partidos. El de Torrent se juntaba muchísimo con Suárez en la punta del ataque y dejaba toda la banda para Jordi Alba, que está siendo uno de los mejores gracias a ello esta temporada. Pero en defensa, Alcácer ayudaba a defender cerrando en banda, Paulinho y Rakitic por el centro e Iniesta por derecha.

La posición de Iniesta dejó en evidencia a Valverde

Valverde situó a Iniesta en el lado derecho, un posicionamiento novedoso para el de Fuentealbilla. Empezó el partido ahí y se pisaba continuamente con Leo Messi. El argentino intentaba entrar en juego pero se pisaba con Iniesta, dejándose poquísimo espacio para ambos y con un fácil marcaje por parte del Deportivo. El Barça quería jugar por fuera y rematar por dentro y en ese contexto, Iniesta era poco protagonista. Una noticia desafortunada lo cambió todo.

Alcácer tuvo que ser sustituido por lesión en el minuto 20. Una pena por el buen partido que estaba haciendo. Entró Aleix Vidal, se situó por la derecha e Iniesta volvió a su posición natural, la de interior izquierdo. Valverde supo corregir su error y ver las carencias tácticas que tenía el equipo con Andrés como interior derecho. Y empezó el recital. Cogió la batuta del equipo por dentro, teniendo a Messi cerca pero con espacio para crear el primero y para finalizar el segundo. El Deportivo ya no pudo defender ni el terreno corto ni el largo.

De esta manera llegó un juego más fluido, con más espacio por el centro para Leo Messi. Podía correr y las marcas del Deportivo ya eran más lejanas. Iniesta recibía con más tiempo para decidir. Así llegó el primer gol que dejaba cuesta abajo el partido para el Barça.

Así como la posición en la que situó a Iniesta dejó en evidencia a Valverde, hay que decir que su gestión de minutos es exquisita. El de Fuentealbilla realizó 40 minutos sublimes y sobre el minuto 60 fue sustituido para darle descanso, como viene siendo una habitual en los partidos del Barça.

Suárez dio señales de esperanza

Luis Suárez fue el más beneficiado del partido ante el Deportivo. Empezó el encuentro con un socio en la punta de ataque como Alcácer. Los dos centrales deportivistas debían marcar a ambos y en varias ocasiones se veían superados. Tras lesionarse el de Torrent, Suárez quedó solo en la punta de ataque pero con un Messi al que debían salir los centrales a marcarle por la nueva posición de Iniesta y con Paulinho que llegaba contínuamente a posiciones de 9.

El delantero uruguayo presionó, creó espacios para Messi y Paulinho, luchó y logró anotar dos goles como nueve puro, el primero rematando un regalo de Leo Messi a puerta vacía y otro con un pase de banda derecha a palo izquierdo de Sergio Roberto, demostrando una capacidad definitoria excelente, además de mucha confianza. Además de todo ello, se le vio un tono físico óptimo que da esperanzas de buen rendimiento de cara al importante Clásico de la semana que viene en la que el Barça llegará con 11 puntos de ventaja sobre el Real Madrid(aunque con un partido más).