La madurez ya no puede esperar
Hay una frase muy extendida que no puede ser más verdadera: El deporte es un reflejo de la vida. Tanto en los deportes colectivos como en los individuales, se cimentan en las mismos valores que nosotros necesitamos en el día a día. Compromiso, lealtad, trabajo o pasión serían algunas de ellas.
Pero hay un aspecto que muchas veces pasamos desapercibido en los análisis y que es muy importante: la madurez. Normalmente es un aspecto que se adquiere con la experiencia pero hay ocasiones en las que vemos personas jóvenes y colectivos en los que con poco tiempo adquieren una madurez que le permite competir y tomar mejores decisiones.
Después de casi año y medio de que Andreu Plaza cogiera las riendas del FC Barcelona Lassa, echo mucho en falta ese aspecto en la sección de futsal azulgrana. Durante la primera temporada se entendía por un proyecto a medio-largo plazo ya que el entrenador podía dar oportunidades a los canteranos y tenía que adaptar sus ideas al equipo. Pero el gran deber de ir dando pasos hacia la madurez no se está dando.
Este fin de semana tuvimos la oportunidad perfecta para medir ese aspecto. El FC Barcelona Lassa visitaba al campeón de Europa, a Movistar Inter, en Torrejón. El equipo azulgrana llegaba como colíder de la clasificación junto al equipo madrileño por lo que el partido era fundamental para tener un mejor encuadre en la Copa de España del mes de marzo ya que tras el partido del fin de semana sólo quedaría otro partido para definir dicha Copa. El Barça era el mejor equipo visitante de la liga y enfrentaba ante el mejor local. Igualdad máxima.
Estas fueron las estadísticas al final del partido, para intentar explicar como transcurrió. El Barça Lassa disparó a puerta las mismas veces que Movistar Inter, tuvo una mejor posesión y realizó menos faltas. Un partido tremendamente igualado debido al nivel parejo de ambos equipos donde la diferencia fue una mayor efectividad cara a gol pero sobretodo fue como llegarían los goles. Movistar Inter desequilibró el partido a través de la estrategia, aspecto del juego que iguala a todos los conjuntos donde entra la concentración y la madurez en los partidos grandes.
Durante la primera parte, se mantuvo la igualdad en el marcador ya que el equipo madrileño marcó en el minuto 4 pero rápidamente empataron los azulgranas. Pero Movistar Inter supo masticar, trabajar y desequilibrar el partido con paciencia y confianza en si mismos. En los minutos 23 y 24 llegaron dos goles locales a través de ambas jugadas de estrategia. A partir de ahí, el partido fue cuesta abajo ya que tenía el apoyo de su afición y la falta de madurez azulgrana, dejaba el partido para sentencia.
El FC Barcelona Lassa perdió la primera gran oportunidad de dar un golpe sobre la mesa ante un equipo parejo o incluso ligeramente superior. Debía decirle a su máximo rival que ya había alcanzado ese status de madurez para hacerle frente y no fue así. Y el tiempo y las excusas se van terminando. Como ya hemos dicho desde inicios de temporada, al FC Barcelona Lassa tiene que conseguir títulos para seguir con el proyecto y asentarlo. Para ello hay que marcar una fecha en rojo: la Copa de España. Tras la derrota ante Movistar Inter, el Barça tendrá un peor encuadre y para poder competir deberá tener confianza y crecer como bloque. Andreu Plaza tiene tres meses para dar a su equipo las armas necesarias para ser fiable en partidos a cara o cruz, donde los pequeños detalles desequilibran.