La carencia de creatividad en el centro del campo y las dudas que suscitaba la segunda unidad a raíz de una decepcionante temporada hacían impensable pensar que a estas alturas de temporada el Barça pudiera copar la tabla de clasificación de La Liga con la ventaja actual y que las buenas sensaciones, con el añadido de la ausencia del “recambio” de Neymar, fueran progresivamente en aumento. El contexto con el que se encontró Valverde invitaba a pensar que, sin el brasileño, recuperar la figura de organizador y volver al juego de posición en el sentido más estricto del concepto serían una de las claves para reconducir el juego (y los resultados). No parecía Coutinho una prioridad en ese momento, pues no preponderaban en las virtudes del brasileño aquellas que hicieran pensar en él como el sustituto de aquél a quien nunca se reemplazó. Meses después, y tras el minucioso trabajo de Valverde, el paradigma ha cambiado. Con Busquets, primero, y Messi e Iniesta, segundo, el equipo ha encontrado la forma de organizar sin organizador, mientras que todavía queda pendiente “borrar” a Leo de la ecuación para que sus intervenciones ganen altura.

Si algo le falta a este Barça es aquello que permita que la sólida y ordenada estructura que ha sido capaz de construir Valverde sea mucho más fluida y dinámica de lo que es actualmente. Para ello, ahorrar en pases horizontales y empezar a aumentar aquellos que sean capaces de enviar el balón a la espalda del rival resulta esencial. Contrariamente a lo ocurrido en años anteriores, a este equipo le falta verticalidad y capacidad para ser una amenaza, o aumentar su amenaza, en campo rival. El Barça domina la posesión, pero ésta no es tan eficiente como debiera. En este punto, la figura de Coutinho toma forma. Con el brasileño en el campo, el Barça será capaz de compensar la creatividad que hasta el momento le ha faltado para que en vez de acumular más del 50% de los pases en el segundo tercio de campo  esta cifra se disminuya a favor del último tercio. Ese jugador capaz de mandar el balón pasada la zona de tres cuartos y luego trasladarse hasta allí para que el conjunto juegue más cerca del área rival.

Localización de los pases del FC Barcelona en los últimos cinco encuentros de La Liga.

Evidentemente, que el FC Barcelona pueda ganar altura en sus posiciones le será beneficioso en tanto que el primero que desplazará hacia arriba su radio de acción será Leo Messi. El argentino, asiduo en zonas de creación esta temporada aunque menos que en los años anteriores, sigue a la espera de esa figura capaz de no obligarle a bajar metros para participar. Esa que le permita hacer lo que desde el primer día Valverde tuvo intención: acercarle al área tantas veces como sea posible. Añadiendo a Coutinho en el proceso de creación, la calidad y la eficiencia de los pases aumentará y Leo podrá reducir su cantidad de intervenciones en el centro del campo para trasladarlas al área rival.

Localización de los pases de Leo Messi en los últimos cinco encuentros de La Liga.

Coutinho es lo que era prescindible en verano pero que resulta esencial a día de hoy. Encajando en cualquiera de las variantes que hasta hoy ha empleado Valverde, la llegada del brasileño se antoja como la guinda imprescindible para trazar el camino blaugrana de la próxima temporada a la vez que se encuentra la fórmula para crecer en la actual. La suerte está echada y será Valverde el que deba demostrar que es capaz de ir uno o dos pasos más allá de lo que sin duda hasta ahora ha sido un ejercicio de optimización de recursos impecable.