Me sirvo de la gran frase de Rudy Tomjanovich tras ganar el segundo título consecutivo con sus Houston Rockets en 1995 para hablar de la actual situación del Barcelona Lassa de balonmano; nos encontramos ante un equipo que está con la lengua fuera y corto de efectivos, pero sigue luchando y ha sacado dos partidos clave en casa en Champions League estas dos últimas semanas, que permiten al equipo luchar por la segunda plaza del grupo y tener mejores cruces en cuartos de final. El orgullo de los azulgranas está resultando muy destacable y un arma muy poderosa, pero el equipo debe recuperarse pronto porque necesitará un arsenal mayor en pocas semanas.

Mucha factura le está pasando al equipo blaugrana el reciente Europeo que España ganó, en forma de cansancio y de lesiones. Hace tan solo unos días que Gonzalo Pérez de Vargas, Jure Dolenec y Wael Jallouz ya están jugando con el equipo a pleno rendimiento, pero Palmarsson, Lenne y Andersson siguen de baja, lo que castiga mucho la rotación de la primera línea. Y, por si fuera poco, Dika Mem se lesionó el tobillo el fin de semana pasada en la victoria ante el Wisla Plock (28-27).

Pero el equipo lucha y aguanta, se resiste a caer y sigue sumando victorias. Especialmente meritoria fue la de hace un par de semanas ante el Vardar macedonio, actual campeón de Europa, por 29 a 28. Ese día los de Pascual realizaron un esfuerzo titánico para sobreponerse a sus problemas y a un rival mayúsculo. Ante el Wisla fue diferente, aunque los polacos llegaron a ganar por cuatro en la segunda parte y la remontada con tan pocos efectivos fue muy meritoria.

Duele ver al Barcelona en esta situación, pero si el equipo logra sobreponerse a todos estos contratiempos puede volver más fuerte que nunca para los decisivos cruces de Champions League y para la Copa del Rey, ha habido muchos casos de equipos que se han endurecido tras pasar por problemas de diversa índole y eso les ayudó a lograr títulos. La visita al Kristianstad sueco la semana que viene será clave para las aspiraciones azulgranas de acabar segundo de grupo en la liguilla de la competición europea, lo que haría más asequible en teoría el camino a la Final Four de Colonia.

Pese al coraje y el orgullo mostrados por los jugadores del Barça Lassa estas últimas semanas, hay que admitir que la temporada del Barcelona no está siendo tan cómoda como se esperaba; muchas lesiones están castigando al equipo, ha habido tropiezos en Europa y un empate en Liga que rompió la histórica racha de victorias. De hecho, la enorme superioridad del Barcelona en la Liga ASOBAL y las competiciones nacionales en general impide medir con más precisión la gravedad de los problemas que los de Pascual están teniendo.