Asentar las bases del Barcelona del futuro

Se confirmó lo que era un secreto a voces: Pimienta liderará el nuevo Barcelona B en estas últimas jornadas de la temporada y los próximos dos años. Un hombre de club y fiel a los ideales y valores que reinan en el FC Barcelona, el catalán es una figura respetada por el entorno, por la directiva y por los propios jugadores.

Tras algo más de 15 años en la entidad, pasando por Cadete A y Juvenil B y con participación en el B como segundo entrenador entre 2015 y 2017, Pimienta se puso a los mandos del Juvenil A después de que Gabri se marchara a Sion. Perdió a figuras clave como Mboula, Abel Ruiz, Lee, Busquets o Montes, y aun así lo ha convertido en campeón de Europa y lo ha dejado en lo más alto de la clasificación de la competición doméstica antes de comenzar a disputar la Copa del Rey.

En su primer compromiso, el filial volvió a caer derrotado, pero transmitió sensaciones mucho más positivas. Sin revolucionar en exceso el once ni el estilo de juego, el equipo demostró actitud y compostura ante un rival directo como el Almería. Dentro del 4-3-3, Pimienta mantuvo el bloque defensivo, siguió dándole proyección a Monchu en el interior y no le tembló el pulso a la hora de alinear a Carles Pérez y Abel Ruiz. A cinco unidades de la salvación, necesita urgentemente revertir la dinámica ante un Reus prácticamente salvado en el Mini Estadi e intentar sumar el mayor número de puntos posibles ante rivales de la talla de Cádiz, Sporting, Zaragoza o Albacete. No lo tiene fácil.

García Pimienta es sinónimo de idioma Barcelona: confía en los que empujan desde abajo, propone el juego de posición y sus equipos juegan siempre con tendencia ofensiva. El técnico es quien debe encontrar el punto intermedio entre competitividad y formación y formar un bloque que sea capaz de tener proyección hacia el primer equipo. La entidad necesita vaciar el océano que ahora mismo separa el fútbol formativo y el fútbol profesional, el fruto de sus éxitos más recientes. No es tanto el hecho de que no haya nivel suficiente, a ciencia cierta es todo lo contrario, sino alguien que sea capaz de confiar en un proceso madurativo exponencial y con capacidad para llegar a buen puerto.

Porque analizando la materia prima que ahora mismo está presente en el B y Juvenil A, lo cierto es que hay un gran número de nombres que tienen ante sí un futuro prometedor: en el filial tenemos a Abel Ruiz, Aleñá, Busquets, Cucu o Cuenca; mientras que en el reciente campeón de Europa tenemos a Riqui Puig, Juan Miranda, Mate, Marqués o Peña.

Tanto si es en Segunda División como en Segunda División B, Francisco Javier García Pimienta debe ser quien lidere este nuevo proyecto del B y comience a asentar, en lo que tiene que ser una reconciliación con el modelo, las bases del futuro del primer equipo del Barcelona.