Demasiado jóvenes para ganar, demasiado viejos para ser promesa.

Francia es una suma de talento descomunal, probablemente la mayor del torneo, Brasil mediante, y sin embargo no parece la mejor apuesta. ¿Por qué?

Que de medio campo hacia arriba, no hay hueco para tanta capacidad de desequilibrio, tanto desborde, tanto gol, es evidente para el aficionado medio. La combinación de Griezmann, Mbappé, Dembélé, Giroud, Fekir, Lemar, Thauvin… hacer un hueco a toda esta pléyade de jóvenes estrellas mundiales, se hace harto complicado.

Si empezamos a mirar su medio campo, este talento ya empieza a decaer y eso que nos encontramos con un Pogba como uno de los mayores “promesas” mundiales. La eterna promesa, a veces no sabemos cuánto de su cuota de fútbol es puro marketing y cuánto es capacidad de echarse un equipo sobre sus hombros. Todos pensábamos que Mou le daría ese poso necesario y sin embargo recordamos que quizá parecía un jugador más determinante vestido de bianconero. Le acompañará Kanté y Tolisso, más en la base. Con las posibles incorporaciones de Nzonzi y Matuidi. Como vemos, grandes amigos del balón en los pies no son, eso sí, capacidad física de despliegue no se les puede negar y sin embargo no creo que Deschamps se arriesgue a que la presión en medio campo sea una de sus bazas.

No será, al menos de entrada, el centro del campo de la Eurocopa, donde Kanté y Sissoko le daban un aspecto rocoso a les bleus, pero tampoco serán un dechado de técnica. Esto, unido a la sobredosis de talento arriba, quizá provoque que, precisamente su jugador más determinante en el área, no solo se especialice en un fútbol entre líneas, capaz de filtrar el último pase dado que de sensibilidad en su bota no anda flojo, sino que servirá de enlace en ese centro del campo más eficaz que efectivo.

Peaje a pagar por una línea de medio donde el pase interior no es uno de sus fuertes. Problema siempre menor que jugar al pecho de Giroud sistemáticamente y que este reparta de espaldas. Lo que volvería a convertir a Francia en un equipo de principios de siglo, y entiendo que esa no es la idea de Didier.

En la defensa, además de nuestro querido Umititi, que merece un capítulo aparte, tenemos a unos laterales cuya proyección y perfecta asociación con Mbappé cuando este acaba cayendo a banda. Sibidé por la derecha y Mendy por la izquierda, son dos laterales con proyección ofensiva, que gustan de pisar área rival. Veremos lo que Deschamps les permite.

En cuanto a los centrales, ya lo comentábamos, Umtiti y Varane, los centrales emergentes tanto en Barça como Madrid, con eso está dicho todo. Samuel ha sido esta temporada, sobre todo en el principio de la misma, una de las mejores noticias en can Barça. Ha mejorado en todo; anticipación, lectura del juego, fútbol aéreo… sin perder ninguna de sus cualidades previa, sobre todo en el buen trato del juego. Si los tenemos que ver como pareja, quizá echamos de menos cierta contundencia en ambos, algo muy propio de este puesto en esta selección. Aún así, una de las parejas de centrales más prometedoras de en este Mundial.

La portería seguirá siendo defendida por el eterno Lloris, cuya temporada en el Tottenham ha sido más que interesante. Lo cual tampoco es garantía de nada. Sin ser un jugador de categoría mundial, todo hace pensar que las posibles derrotas no le señalarán como culpable.

En resumen, talento arriba y abajo, agujero de incertidumbre en el centro. Veremos si la calidad, sobre todo arriba, les es suficiente para pelear el título. Yo no me apostaría nada a que lo ganan… tampoco a que lo pierden. Lo que sí sería importante es que Francia no se conviertan en la nueva Bélgica; la eterna promesa…