Ayer, 17 de agosto de 2018, el Fútbol Club Barcelona confirmó oficialmente que Juan Carlos Navarro ‘la bomba’ se retira definitivamente de la práctica activa del baloncesto y pasará a enrolarse dentro de la estructura técnica de la sección. Definitivamente, se nos va probablemente el mejor jugador de la historia de la sección (sin contar a los Gasol, cuya carrera la han desarrollado principalmente en la NBA) después de 20 años de trayectoria profesional repleta de éxitos, logros y hazañas y algunos claroscuros que no será aquí dónde se reflejen.

Quién escribe es un abonado al Palau Blaugrana y ha tenido la suerte, o desgracia estos años, de haber gozado del talento infinito de Juan Carlos. Inolvidable será tanto su participación en sus primeros años como elemento de soporte a las principales figuras del equipo, el joven Navarro secundando a leyendas del baloncesto europeo como Bodiroga, Fucka o Jasikevicius, con Svetislav Pesic en el banquillo, en 2003 en la primera Euroliga de la historia de la sección (obviaremos aquí el escándalo de París 1996) como la otra gran victoria de nuestras vidas, la Euroliga 2010 en París (el karma) con Navarro siendo uno de los líderes indiscutibles del equipo junto a Ricky Rubio, Pete Mickeal y talentos finitos como el de Erazem Lorbek y buenos secundarios entrenados por Xavi Pascual.

Navarro se va después de una trayectoria de 18 temporadas en el primer equipo. Aupado por ‘Aíto’ García Reneses, con quién creció y fue modulando su juego, pasando por la etapa Dusko Ivanovic (cuando fue finalmente el alma mater del equipo y líder de un conjunto con menos talento del que se exige la sección) y derivando en la que sería la longeva etapa Xavi Pascual. Con el técnico de Gavà Navarro era ya, probablemente, el mejor jugador del baloncesto en Europa y el entrenador le entregó las llaves de los sistemas ofensivos para que él generara, tomara las riendas del juego y, si hacía falta, llevara el peso anotador del equipo. El talento le permitía hacer todas estas cosas a la vez.

8 ligas ACB, 7 Copas del Rey, 5 Supercopas de España, 2 Euroligas, una Copa Korac, campeón del mundo sub 19 con España, dos Eurobaskets, un mundial y dos platas olímpicas conforman el palmarés de un jugador que fue un talento inigualable en la sección y que resume la leyenda del baloncesto europeo que deja al Palau sin uno de sus referentes.

El jugador que se va ha sido la mayor garantía competitiva que tenía el Palau y el aficionado. Siempre estaba él, siempre, para llevar el peso del equipo. Con una trayectoria tan exitosa se hará difícil sentarse, ver al equipo y nunca más disfrutar de los últimos coletazos de la ‘bomba’.

Gracias, Juan Carlos. El Palau te echará de menos.