A pesar de los resultados del primer tramo de competición, 9 de 9 y Supercopa de España, el culé, exigente como pocos, vislumbra las dudas que pueden sobrevolar al equipo a lo largo de la temporada.

Si bien el gran “conflicto” de la temporada parece haber quedado claro con la posición retrasada de Coutinho , son varias las cuestiones que rondan el entorno culé en este inicio de curso.

Los debates diarios entre los seguidores del club azulgrana giran en torno a si Valverde mantendrá su apuesta por este 4-3-3 en partidos de mayor exigencia, si Leo seguirá partiendo tan lejos del área (en comparación al arranque del año pasado, donde vivía muy cerca del gol) o la gestión de los minutos de la plantilla.

En este sentido, más allá del caso Suárez, parece necesario que el mister comience a activar las piezas de las que dispone.

La presencia de un central de garantías como Lenglet debería permitir mantener “atentos” a Piqué y Umtiti. El nivel del ex del Sevilla es suficiente para amenazar el puesto de la pareja titular, que está firmando un arranque de liga, cuanto menos, discreto. Claro está que para que esto suceda, el pulso de Valverde no puede temblar a la hora de sentar a Gerard o Samu en determinados encuentros.

Malcom es otro de los nuevo que, ya sea de titular o partiendo como revulsivo (este parece ser su rol en esta, su temporada de desembarco) necesita comenzar a pisar el verde para demostrar si su nivel es el adecuado para el puesto. Sus minutos en Pucela dejaron buen sabor de boca, consiguiendo que el aficionado esperase verle otro rato ante el atrevido planteamiento del Huesca de Leo Franco.

Si Malcom no saltó al campo el pasado domingo, fue por la entrada de los dos protagonistas de nuestro artículo. Arturo Vidal y Arthur fueron las últimas sustituciones del Txingurri.

Pese a que el contexto del choque planteaba algo inusual, con marcador amplio y espacios por doquier, ambos centrocampistas se presentan como un recurso vital en el devenir del curso.

Dando por hecho que Busquets, Rakitic y Coutinho tienen un sitio fijo en el eje azulgrana, las opciones de partir como titulares en días importantes de nuestros “Arturos” se ve considerablemente reducida, aunque por la cabeza de todos pasa la idea de que Valverde pueda ver en Vidal al Paulinho´17 que le permitía defender con dos líneas de cuatro en los partidos de mayor pedigrí.

Recapitulando, encontramos un escenario en el que, lo lógico, es encontrar a chileno y brasileño presenciando muchos minutos en el banco, a la espera de que Ernesto considere que ha llegado su momento. Y aquí es donde introducimos la, para mí, gran cuestión a resolver a día de hoy en el Año II de Valverde; a quién elegir como jugador nº12.

Sin necesidad de entrar a valorar las características de Vidal o Arthur, conocidas por todos, vemos que la entrada de uno u otro supondría un mensaje claro para el resto de compañeros.

La entrada del veterano ex del Bayern -como sucedió en Zorrilla- supone la presencia de un jugador de jerarquía, pie fuerte y trabajo en el medio del campo. No exento de técnica, la participación de Arturo iría más enfocado a aportar ese punto de agresividad, solidez, compromiso, empuje y disciplina tan del gusto del entrenador. Una de las ventajas que puede tener con respecto a su «rival» de esta comparativa, es la polivalencia que King Arturo ha demostrado a lo largo de su carrera. Así, podemos imaginárnoslo situado en la derecha, acompañando al punto fuerte de Valverde en su estreno como blaugrana, el doble pivote Busi-Rakitic.

Por el contrario, la introducción de Arthur con un contexto favorable representaría lo opuesto. Resulta imposible, salvando las distancias, no imaginarse el brasileño representando, en su temporada de aterrizaje en el Camp Nou, alguna de las escenas que dejó Xavi Hernández en su año de despedida. Posesión defensiva, control, sumando pases y juntándose para que el tiempo transcurra sin permitir transiciones ni oleadas rivales. La duda sobre nuestros Arturos es tan razonable que ni el propio Messi nos ha ayudado a resolverla, destacando lo mucho que le ha sorprendido el nivel de Melo al mismo tiempo que no oculta su satisfacción por contar con un jugador de las características de Vidal.

El Barça 2018-2019 viene precedido por un verano donde, a falta de titulares, se ha conformado una plantilla con más recursos de los que se disponía en el pasado. Será tarea de su entrenador sacar los réditos necesarios a sus nuevos juguetes.