Apuntes del partido frente al Sevilla
Dembélé, a cara o cruz
Las circunstancias que rodearon el fichaje de Ousmane Dembélé fueron tan extraordinarias que es imposible no acordarse cada vez que el francés entra en un terreno de juego con la casaca azulgrana: el pagamento de la cláusula de Neymar por parte del París Saint-Germain, la negociación exprés con el Borussia Dortmund a pocas horas del cierre del mercado, los más de 100 millones que se pagaron por una promesa del fútbol europeo…
Lo cierto es que, hasta el momento, Dembélé ha mostrado un nivel irregular en sus actuaciones. El partido del otro día frente al Sevilla fue una nueva muestra: en la primera mitad, marcó las diferencias con espacios abiertos y generó varias ocasiones de gol, mientras que en la segunda falló controles fáciles y se mostró muy impreciso en espacios reducidos.
La lesión de Messi, sin embargo, puede ser una nueva oportunidad para el joven delantero, al que se le presupone titular en banda derecha en estos dos partidos frente al Inter y el Real Madrid en el Camp Nou. Su alineación, por ahora, no admite matices: tanto puede partirla como resultar del todo intrascendente. Cara o cruz.
Ostensible mejoría de Piqué y Suárez
Dos de las mejores noticias del partido frente al Sevilla fueron el nivel que mostraron Piqué y Suárez sobre el verde. A un equipo que cuenta con hasta cinco jugadores clave que superan la treintena – los dos mencionados, más Jordi Alba, Busquets y el propio Messi –, el rendimiento de los mismos vendrá determinado por el nivel colectivo que acompañe.
Y el 2-0 en el primer cuarto de hora de juego acompañó. En el caso del central, apareció cuando más se le necesitaba, en los momentos de mayor dominio sevillista: defendió el área como suele y neutralizó la principal amenaza del conjunto de Pablo Machín, la combinación de centro y remate que tan buenos resultados les está dando esta temporada.
Por lo que respecta al uruguayo, participó activamente en los dos primeros goles y provocó el penalti del tercero que él mismo se encargó de transformar. Primero, liberó a Messi con un toque preciso tras el pase de Semedo, que acabó en el primer gol de Coutinho; y luego mandó el balón el espacio al rosarino en la jugada del segundo.
En la segunda mitad, peleó con la defensa de tres centrales sevillistas y, tras un balón en profundidad por alto de Busquets, provocó el penalti que a la postre le permitiría terminar con su peor sequía goleadora desde que está en Barcelona. Y es que, a pesar de que hace tiempo que no muestra su mejor versión, su figura sigue siendo clave y de su buen rendimiento dependen en gran medida las posibilidades de éxito de esta temporada.
Ter Stegen, compitiendo con Oblak
El partido del Barcelona frente al Sevilla era el último de una jornada intensa de LaLiga durante el día del sábado. Le precedía el encuentro entre el Villarreal y el Atlético, en el que Jan Oblak protagonizó la mejor acción del mismo, salvando un gol de Carlos Bacca justo cuando el colombiano ya le había superado con un regate seco.
Parecía una acción de gran calibre difícil de superar, pero que Ter Stegen se encargó de neutralizar con dos dobles intervenciones de auténtico mérito, salvando el 3-2 y el 4-3 en sendas ocasiones hispalenses que hubieran puesto emoción en los minutos finales del partido.
El alemán, que sigue siendo suplente de Neuer en la Selección, vive un momento dulce y sigue marcando diferencias en la portería azulgrana, tanto con las manos como con los pies. Ayer no solo volvió a lucirse bajo los palos, sino que siguió erigiéndose como gran referencia en la distribución en la salida de balón.