Apuntes del Valencia-Barça
La consolidación de Arthur en el once
Una de las decisiones de Valverde que pueden marcar la temporada en clave azulgrana es la de otorgarle la titularidad a Arthur en Wembley frente al Tottenham. El brasileño, de apenas 21 años y habiendo jugado tan solo unos ratitos en lo que llevábamos de curso, protagonizó una exhibición de juego del todo impactante – después de Messi –.
Partiendo del interior izquierdo pese a ser diestro, el ex del Gremio maravilló con sus giros bajo presión y, sobre todo, por su capacidad para ordenar el juego del equipo a través del pase. Aunque ya apuntaba maneras y los informes de su etapa en Brasil eran cuanto menos esperanzadores, nadie esperaba una actuación de ese calibre a estas alturas.
Su buen juego bien le valió repetir en el once titular frente al Valencia en Mestalla, en un partido que empezó de forma radicalmente distinta al del Tottenham en Londres: con un gol en contra y con la máxima estrella del equipo local, Guedes, lesionado al cuarto de hora. Entonces, el Barça tuvo que armarse de paciencia y tratar de desequilibrar el repliegue bajo tan característico de los equipos de Marcelino.
Aunque no exhibió la brillantez de la Liga de Campeones, Arthur volvió a dirigir el juego del Barcelona y acabó coronándose como el centrocampista que más pases dio en Liga (142) desde Xavi en un partido frente al Levante en 2012 (entonces sumó 148). Su asociación con Jordi Alba en el lateral y Coutinho en el extremo han naturalizado el fútbol azulgrana, atendiendo a un perfil de futbolistas que se adapta a la perfección al Juego de Posición y pueden ayudar a marcar el camino a seguir durante la temporada.
La banda derecha inexistente
Otra de las noticias relevantes de la temporada ha sido la decisión de Valverde de reubicar a Messi a la banda derecha. Partiendo desde el extremo pero con libertad para aparecer en posiciones interiores, el rosarino se encuentra cómodo pero parecen faltarle socios para desarrollar su fútbol con naturalidad.
Tras la lesión de Sergi Roberto en el partido frente al Athletic, Semedo cogió el testigo del de Reus y asumió la titularidad en Londres y Valencia. El rendimiento del portugués sigue sin ser el esperado: se incorpora poco al ataque y sus malos controles con balón penalizan en demasía al juego global del equipo.
Tampoco Rakitić, el interior con el que comparte banda Messi, parece cómodo. El croata es uno de los futbolistas que más echa en falta el 1-4-4-2 de Valverde el año pasado, en el que se desenvolvió de maravilla completando un doble pivote con Busquets. Como interior del 1-4-3-3, Rakitić no parece ser de la tipología de futbolista que se necesita para el puesto: en ocasiones, tiene problemas para recibir bajo presión, ralentiza la circulación de balón y le cuesta filtrar pases a la espalda de los medios rivales.
Las estadísticas en Mestalla son arrolladoras: mientras que la banda izquierda compuesta por Vermaelen, Alba, Arthur y Coutinho amasaron el 49.5% del ataque azulgrana, la derecha apenas asumió un 19,2% del protagonismo en labores ofensivas. Unos números muy pobres que obligaron a Messi a abandonar el costado para buscar socios en el medio – Busquets y Suárez – y en la izquierda con Arthur, Coutinho y Jordi Alba.
Luis Suárez, ¿sin recambio?
Justo después de acabar el partido frente al Tottenham, Luis Suárez aparecía en zona mixta cojeando ligeramente. Unas molestias en la rodilla, que arrastra desde hace tiempo, eran el motivo por el cual el uruguayo había acabado tocado del encuentro de Champions.
Suárez volvió a ser titular en Mestalla, a pesar de que apenas había completado un entrenamiento durante la semana, y jugó los 90 minutos. Al ‘9’ del Barça se le vio justo de fuerzas. Peleó todos los balones como suele, pero le faltó acierto en la mayoría de sus acciones y volvió a quedarse sin marcar otro partido más – apenas suma tres goles en prácticamente 1000 minutos de juego –.
Para Valverde, Suárez sigue siendo imprescindible y no parece que Dembélé, sin hueco en el once titular tras la explosión de Arthur, ni Munir le vayan a quitar el sitio. Mientras Alcácer se hincha a marcar goles en Dortmund – marca uno cada 27 minutos –, el panorama del ‘9’ en el Camp Nou empieza a parecer desolador.