En la película “300”, Leónidas tiene una peculiar charla con Efialtes, espartano que padecía de una importante deformidad. Al principio de este diálogo, Efialtes, solicita a Leónidas ser partícipe de la defensa espartana, haciendo gala tanto de armadura como del escudo espartano, amén de una lanza y una buena lanzada, sin embargo, Leónidas espeta: “Lanza el escudo, lanza el escudo tan alto como puedas. Luchamos como una única e impenetrable unidad. Cada espartano protege al soldado de su izquierda desde el muslo hasta el cuello con su escudo. Un solo punto débil, y la unidad se viene abajo. Lo siento Efialtes, no todo el mundo ha nacido para ser soldado”

 

 

La unidad defensiva del FCB, parece venirse abajo, no solo de manera táctica y por momento de forma, si no en cuanto a números. Umtiti lesionado en su rodilla (y quizás para mucho tiempo) y Vermaelen lastrado por una musculatura que siempre le ha impedido ser. Ante esto, al equipo le queda Piqué y el flamante fichaje francés, Clement Lenglet. Pero no todo está perdido.

 

Refuerzos

 

Leónidas y sus 300 fueron “solos” ante un enorme ejército, sin posibilidad alguna de refuerzos y recurrir al gran ejército espartano, sin embargo, en el FCB esto no es así, y es donde comienza lo bueno. Ante la ausencia, la necesidad. Ante la necesidad, la valentía. Ante la valentía, la cantera.

 

El filial dispone de 4 centrales a día de hoy, Mingueza, Araujo, Chumi y Cuenca. Pimienta se mostró partidario a las rotaciones durante los primeros partidos, algo que se mantiene aún, sin embargo, hay algo que parece “fijo”, y es un pareja de centrales: Chumi y Cuenca

 

El aire

 

Una de las ofensivas que recibieron los hombres de Leónidas, fue una lluvia de flechas, que oscureció y tapó el mismo sol. Ante eso, escudo al aire, cuerpo arrodillado y mano fuerte alzada. Esto vendría a ser nuestro primer protagonista, Jorge Cuenca. Madrileño de tan solo 18 años de edad, 191 cm de altura y zurdo. Proviene de AD Alcorcón, y con tan solo 17 años, jugó bastante partidos con el filial en la Liga 123, y en la actual, ya en 2B, se ha convertido en fijo para Pimienta.

 

 

Como se indica en el título, Cuenca destaca por una presencia aérea bastante potente. Su cabeza es un imán, capaz de despejarlo todo, siendo sus rechaces, bastante buenos en su mayoría, debido a la intención y orientación de los mismos. Por otro lado, su timing a la hora de usar este tipo de defensas, es muy alta, poseyendo un grado de sensibilidad impropia para la edad que tiene. Y aquí, precisamente reside su fuerte, en defensa corta y hacia delante, cuando el rechace o el envío es alto, Cuenca marca las diferencias, es un “semi-veterano” en esto. Además, posee una capacidad muy intuitiva para el tackle y el punteo cuando el defensa recibe de espaldas, ensucia mucho las jugadas, la continuidad de la misma.

Por el contrario, y como niño que es, tiene déficits que a día de hoy pesan según el tipo de juego propuesto. Hay una acción, que a Cuenca le cuesta mucho, y es la salida a zonas laterales cuando el delantero o el rival cae ahí, y el lateral está fuera de la ecuación. También, el arrastre y persecución de delanteros que buscan la recepción entre líneas o que caen a banda, es una asignatura pendiente. Más que por tipología/físico de jugador, que también, tiene una falta de timing y colocación. Cuenca además, cuando recibe la ofensiva del rival, cuando le toca ser primer central, tiende a hundirse y no termina de escalonarse para dificultar recepciones o pases, busca ser el “héroe que ahuyente el mal”.

Pese a lo escrito, Cuenca tiene unas condiciones físicas soberbias, aunque su musculatura aún no es madura al 100%. No es un tipo de central ágil y con gran aceleración, pero si es rápido tras 5 metros y posee una gran lectura para la acción individual.

Y claro, no podría terminar de hablar de Cuenca sin hacer referencia a su pie en términos de desplazamientos. Dejando a un lado su pulcritud en despejes, posea una zurda capaz de ejecutar cosas que otros no. Posee un pase raso tenso y dirigido, no solo a su lateral, sino en diagonal y vertical. Además, y pese a que este año esté prodigándose menos, su desplazamiento en largo es algo muy llamativo, siendo un tipo de pase más recto y menos bombeado, dándole mayor velocidad al juego.

 

La tierra

 

Una vez la tormenta de flechas pasó, el ejército espartano se desplazó y sacó a relucir su lanza, tocaba avanzar, y ahí su paso firme marcó diferencias. Juan “Chumi” Brandáriz, vendría a ser la otra opción que provenga del filial.  El coruñes de 19 años de edad, 184 cms de altura y diestro, es el complemento, la pareja de baile de nuestro anterior candidato. Con 15 años, dejaría su tierra para enrolarse en el filial azulgrana. El pasado año, no entró en mi radar, fue desplazado por Mingueza, pero el central lleva un inicio de temporada muy agradable.

 

 

Chumi aunque no tiene las virtudes aéreas de Cuenca, posee una buena defensa aérea, en lo que si destaca es en la lectura del juego y en las pautas del Juego de posición. Chumi es hijo de la cantera, pese a que su trayectoria no sea tan extensa como la de otros canteranos.

Chumi destaca en la lectura del juego y la defensa. Especialmente, hay dos acciones que se destacaría de su juego. Primero, su capacidad para anticipar por abajo. Si antes lo decíamos de Cuenca en el plano aéreo, Chumi lo es por abajo. Sabe reaccionar, encimar, molestar y evadir el cuerpo del delantero, robando bastantes balones por la espalda. La otra acción, es la atracción con balón. Chumi espera al acosador y acelera conduciendo para una vez atraído el siguiente, soltar con facilidad. Suele ser el jugador más propenso a buscar el pase interior, el que lleve el balón al interior, pese a que es una acción que de últimas, está siendo restringida, quizás para disminuir el riesgo en salida de balón.

Aunque en Cuenca destacamos déficits más visibles, Chumi pese a provenir del juvenil, es un jugador más equilibrado, sin embargo, sus aptitudes pueden tener un techo más bajo que el del jugador madrileño.

 

Cuando la primera línea cae

 

Ante las bajas de los primeros espadas, el descenso de nivel será palpable y absolutamente lógico y coherente, pero no todo está perdido, ni mucho menos. Chumi y Cuenca esperarán la oportunidad

El fichaje de Lenglet, tan necesario como redundante, se puede convertir en necesario. Perfil zurdo, con una gran calidad y unas virtudes que al equipo puede sentarle genial, no obstante, servidor hubiese preferido un perfil diestro, que cubra una posible baja de Piqué y permitiese la subida del posible zaguero de la masía con mayor proyección. Con las bajas que se nos presentan, el panorama para el canterano cambia, y llega la hora de la elección.

Cuenca es ese central zurdo sobre el que invertir, que además cubre el perfil más “lesionado”, sin embargo, la baja o descanso de Pique, generaría el mismo problema que sin lesiones. Por otro lado, Chumi puede jugar en ambos perfiles. Por la derecha, por ser su perfil natural, y por la izquierda, porque no le es desconocido, por haberlo visitado durante la temporada pasada al compartir zaga con Mingueza.

El perfil de central que solicita Valverde es de unas características específicas. El gran año pasado de Vermaelen no fue casualidad, fue fruto de una manera de jugar. Esa defensa adelanta cuyas vigilancias van orientadas hacia movimientos cortos y prolongaciones de cabeza, puede sentarle muy bien a Cuenca, pero igualmente, Chumi puede servirle de gran ayuda. En mi opinión, Cuenca es el central con mayor potencial del equipo, pese a que se encuentra en una etapa de olvido y aprendizaje (se nota su cambio de un año a otro, una pequeña involución necesaria), que necesita de pautas, sin embargo, es un jugador con una sensibilidad y unas condiciones que el primer equipo esperemos disfrute a medio plazo

Los espartanos se reconocían por una formación y manera de actuar similar, táctica, todos eran una unidad. ¿Echará mano Leónidas de sus pupilos?, o, ¿reubicará a sus otros soldados para que hagan cosas que no saben?