A principios de temporada le preguntaban a Leo por el objetivo de este año y cuales serían los argumentos para que, este año sí, la Champions fuera realmente alcanzable. Él daba al chileno Vidal como uno de esos argumentos, basándose en que, cuando realmente se necesite, en los partidos que marcan la diferencia, a partir de cuartos, hará falta físico y experiencia, y en eso Arturo anda sobrado.

Alguno podría pensar que son argumentos peregrinos, valiente suposición cuando el que lo justifica es el mejor jugador de la historia. Quizá el detalle que sí se le escapó al argentino es hablar de la cantidad de fútbol que el chileno podría aportar al equipo. Hoy, cuatro meses después, nadie parece tener ninguna duda al respecto.

Hoy al 22 azulgrana nadie le discute su presencia, su físico, su capacidad de llegada y de ayudar en defensa. Pero lo que quizá sí ha sorprendido es su lectura del juego y su calidad con el balón en los pies. Se ha convertido en un socio perfecto para Leo en la media punta. En un socio perfecto para Busi en la presión. En el ayudante idóneo de Suárez cuando de cargar el área se trata.

Ha acabado enamorando hasta a los más puristas que nunca creyeron en él y que veían ese jugador físico sustituto de Paulinho, que, conviviendo con el gol gracia a su tremenda llegada, no participaba apenas del juego asociativo del equipo, limitando su juego a un toque, ya sea para atrasar la pelota o para enviarla directamente a la red.

Aunque el chileno también acredita una llegada brutal, aporta mucho más al juego asociativo del equipo. La pelota no se ralentiza con un toque de más, ni de repente aparecen liebres sobre el cesped, cuando de combinar con el compañero se trata. Los que siguieran al Bayern de Guardiola sabrán que, sin ir más lejos, el de Sanpedor prefería la titularidad del chileno sobre, por poner un ejemplo cercano, el mayor de los Alcantara. Y no creo que Pep sea sospechoso de penalizar el juego combinativo.

Para Ernesto está pasando de ser ese primer cambio que sustituía al nuevo ídolo de masas, Arthur, para la última media hora de juego, a ser un interior indiscutible. Y no solo ese interior que te guarda las espaldas, role donde más bien ha sido Rakitic el que ha ido adquiriendo peso. Sino ese interior capital en el juego asociativo y que, como decíamos más arriba, proporciona ayuda a los tres de arriba,

Los más viejos de lugar recordamos como fue gracias a Davids con lo que el Barça de Rijkard sufrió la catarsis que implicaría que este equipo aspirase a todo. Ojo y que no sea con el ocho de la selección chilena con el que este Barça de Valverde pueda aspirar de nuevo al manido triplete. En cinco meses hablamos…