Carles Aleñá empezó la temporada de la peor manera posible: lesionado. En un partido frente al Zaragoza del curso anterior sufrió una ruptura del tendón del bíceps femoral del muslo derecho y fue necesaria una intervención quirúrgica que le mantuvo cuatro meses alejado de los terrenos de juego.

A su regreso, el club planificó mantenerle la ficha del segundo equipo para que recuperara el ritmo de competición en el Barça B. Una medida a la que dio el visto bueno tanto Valverde como el jugador, tal y como se refirió el técnico cacereño en noviembre.

“Como venía de una operación larga y no sabíamos cómo podía evolucionar – explicó en rueda de prensa –, la idea era que en momentos determinados pudiera entrar con el segundo equipo. Hablé con él, me dijo que quería jugar si no venía convocado. Juega con el ‘B’ de vez en cuando y ahora viene convocado con nosotros”.

Aleñá mantuvo su promesa y empezó a entrenarse con el primer equipo y los fines de semana jugaba con el B. A las órdenes de García Pimienta, pronto el centrocampista empezó a marcar las diferencias, siendo el futbolista más desarrollado de un equipo repleto de talentosos juveniles de segundo año.

Su buen rendimiento, culminado con buen fútbol y goles, hizo que Valverde volviera a fijarse en él y a darle oportunidades en el primer equipo. Redebutó contra el Betis en Liga, y sumó minutos como titular frente la Cultural Leonesa y el Tottenham. El premio llegó en forma de gol frente al Villarreal (2-0) y en enero el club le dio definitivamente ficha del primer equipo.

Su primera exhibición, frente al Leganés

El flamante dorsal ‘21’ lo estrenó en el Coliseum Alfonso Pérez y su primera exhibición en el Camp Nou la firmó frente al Leganés (3-1) con 60 minutos de gran fútbol. Partiendo, pues, del interior derecho, Aleñá se ha consolidado como un elemento de rotación ideal para dar descanso a los Rakitić, Arthur, Vidal y cía.

De una tipología distinta a los interiores con ADN Barça, Aleñá es un futbolista zurdo con una conducción de balón muy potente, y al que le gusta jugar por delante de la línea de balón. Es habitual, por lo tanto, verle avanzar metros su posición y asumir el rol de ‘free eight’ que tan bien dominan Kevin de Bruyne y David Silva en el Manchester City de Pep Guardiola.

Hasta ahora, Aleñá ha disputado un total de 526 minutos en diez partidos con el primer equipo esta temporada – cinco de Liga, cuatro de Copa del Rey y uno de Liga de Campeones – y no son pocos los que afirman que hoy saldrá de la partida en la vuelta de los cuartos frente al Sevilla.