Se merecía una noche como la del domingo Ante Tomic. Nadie más que él. Ninguneado por aficionados de su ex equipo y del actual, como si fuera tan importante como para condicionar las victorias de uno y derrotas del otro, el croata resultó decisivo para lograr el título. Y lo hizo en la pista que suele despreciarle, con un mate en la cara de quien debió haber sido su compañero de pintura, con la canasta decisiva, como capitán y el día de su 32º cumpleaños. Está bien que quien suele ser llamado perdedor se vista de héroe por un día. Pronto volverán las dudas, las críticas y las burlas, pero esta noche no se la quita nadie.

Tenemos que hablar de Thomas Heurtel. Segundo MVP de Copa seguido, demostrando que ya es indiscutiblemente unos de los jugadores más decisivos del continente. Como Tomic, otro sospechoso habitual al que ya habría que empezar a tomar más en serio. Lo de ayer no es casualidad, es otra demostración de madurez de un jugador al que no le quema nunca el balón. Cuando el partido estaba perdido él demostró personalidad y metió a su equipo en el choque. Desde luego fue el que más creyó. Dejemos atrás la expresión ángel o demonio para referirse a él, pues hace tiempo que da mucho más de lo que quita. Ya tarda el Barça en ofrecerle un buen contrato.

Lo mismo Víctor Claver. Pocos le tenían fe al valenciano en su vuelta al puesto de “3” (yo el primero), y por eso unos se dedican a aporrear el teclado y otros a ser historia de este deporte. Hablo de Pesic, por supuesto, pues este Claver atrevido en ataque e incansable en defensa es obra suya. Ha tardado dos años pero Víctor ha encontrado su sitio en el Barça, así que ahora le toca al club darle continuidad con un nuevo contrato, que si sigue así no será tan bajo como cabía suponer.

Ellos tres fueron los más destacados, pero el Barça sale del WiZink con alguna buena noticia más. La primera Kuric. El norteamericano volvió justo a tiempo para culminar junto a Heurtel la remontada después de muchas semanas desaparecido. Lo ideal sería que llegara el momento en que las mejores versiones de Ribas y Kuric convivieran, pues hasta ahora parece que cuando uno viene el otro se va. El que no vuelve a aparecer en los titulares es Hanga, pero no le hace falta. Su aportación al equipo siempre es vital esté o no acertado. Difícil de entender este equipo sin su energía.

Chris Singleton es otro jugador que merecen mención. Números en mano no ha hecho una gran Copa, pero ha sabido hacerse importante cuando no ha gozado de situaciones para su propio lucimiento. Se ha puesto al servicio del equipo en una labor oscura y sus minutos finales valen más que cualquier triple. Aplicado en defensa, concentrado y tomando buenas decisiones. Esperemos que siga así y que el golpe de Randolph no le haya dejado secuelas.

Por si acaso está Oriola, el que rara vez falla. Asentado como un buen suplente del ex de Pao y ayer también como acompañante en la pintura. Tardó demasiado en salir cuando el Madrid abrió brecha, pero con él en pista el Barça reaccionó. Y metió los tiros libres, por cierto. Malas noticias para Seraphin, cuyo partido de ayer es el típico que le va a condenar. Superado en todos los aspectos, sobre todo en cuanto a ritmo.

En definitiva, un partido para estar más que orgullosos. El Barça jugaba ante un equipo superior, en la cancha del rival y tuvo el partido perdido, pero se lo llevó con corazón y personalidad, gestionando otra vez muy bien un final de partido. Admirable el trabajo de Pesic, que ha conseguido formar un equipo que pierde y gana junto.