Mañana comienza la final ACB, a la que regresa el Barça tras dos años de ausencia. La serie se inicia en el WiZink Center por cortesía de los de Pesic, que se dejaron el factor cancha en esa serie de partidos tras la eliminación de Euroliga que le pueden costar muy caro.

Llegan bien los dos equipos, sin excusas. No han cedido un solo partido en todos los Playoffs y se han plantado en la final con una suficiencia que tampoco deja en buen lugar a los contenders. Para el Barça es una prueba para ver de qué es capaz este equipo en una serie larga. Para el Real Madrid es una exigencia, pues por primera vez en bastantes años se puede quedar en blanco. Los de Laso son favoritos, sin duda. Por plantilla, por trayectoria y por ese factor pista que el Barça le regaló.

Los blancos llegan con algunas dudas y muchas certezas. La temporada de Llull hace tiempo que pasó de ser comprensible a preocupante, pero ha llegado el momento para el que se le lleva cuidando todo el año (junto a la F4). Su floja temporada la ha compensado Facundo Campazzo, que ha aguantado a un nivel magnífico una carga de partidos y minutos nada recomendables. Su temporada le confirma como uno de los mejores bases del continente y hace bien el Real Madrid asegurándose su permanencia.

Desde la defensa Pesic ha logrado cortocircuitar bastante el ataque madridista y luego castigarles con Heurtel. El francés se juega su futuro en el club ante el rival que mejor se le ha dado este año, pero esta vez la película tiene 5 partes y tiene que demostrar que es más que un jugador de partidos. Algo tendrá que preparar especial Laso para frenarle más allá de ponerle encima a Jeffery Taylor. Sabe que si le reduce tiene 3/4 de título en el bolsillo. No es descabellado decir que Thomas Heurtel tiene ante sí los 10 días más importantes de su carrera y llega en un gran momento. Se juega su credibilidad como jugador élite. Estaría bien que viéramos un mejor Pangos que la versión cumplidora que ha ofrecido hasta ahora. Sería interesante de cara al futuro que acabara la temporada con buenas sensaciones.

El que llega finísimo es Kyle Kuric, que se ha ganado minutos en la finalísima. Está aprovechando de maravilla la atención que atrae Heurtel para encontrar el espacio y tirar, y si está acertado como ahora es un arma que cambia la final porque al Barça le hacen falta sus puntos. El duelo con Carroll está servido, pero también con Causeur, seguramente el jugador de perímetro madridista más capacitado para perseguirle. Pese a un comienzo de temporada por debajo de su nivel el francés ha llegado puntual al momento cumbre de 2019, justo ahora que además se juega un nuevo contrato.

No se entiende el balance 6-2 Pesic vs Laso sin la pareja Claver-Hanga. Los dos aleros se han convertido en la clave para enjaular a la bestia. Si el Real Madrid logra la llave para salir de esa trampa mortal que les prepara el serbio en cada choque llevará la final al terreno que le conviene y donde no tiene rival, en partidos a 80-90 puntos. A un encuentro el Barça ha demostrado que tiene armas para hacerle daño en ataque a los blancos, pero hacerlo de manera sostenida en una serie es otra historia.

De la energía de Claver y Hanga dependerán lo cómodos que se sientan Rudy y Carroll. Si el primero encuentra tiros liberados y el segundo medio liberados el Real Madrid ganará enteros para imponerse, y no solo por los números en sí sino por lo que cada uno aporta en su parcela. Rudy suma en muchas facetas, pero si no encuentra sus tiros y falla se frustra y su juego se resiente a todos los niveles. Cada triple de Carroll es un chute de adrenalina que mejora el estado de ánimo madridista y azota al Barcelona, que lo lleva sufriendo años. La exuberancia física de la pareja del Barça ha de resultar eficaz en defensa, pero también dañina en ataque. Probablemente les veremos muchos minutos juntos. Claver hace buenos partidos contra los blancos y además viene tirando con mucha confianza. Hanga no llega en su pico pero es vital con su defensa y para que el equipo pueda correr.

Por dentro los duelos están muy claros, pero hay un desajuste fruto de la ausencia de Seraphin que puede beneficiar al Real Madrid. Ayón saliendo desde el banquillo contra Oriola o Pustovyi es baza ganadora. El mexicano puede jugar sus últimos partidos como madridista y lo puede hacer en superioridad clara sobre sus pares. Supera a Oriola por físico y a Pustovyi por experiencia. En ataque les puede hacer daño y no sufrir en defensa tanto como con Seraphin, que si bien en su canasta es un 0 a la izquierda en ataque sí es dañino.

Pero, ¿quién será el primer relevo de Tomic? ¿Se fiará de Pustovyi? Si es Oriola el “5” suplente Singleton se irá a minutadas y podría volver a tener cabida Rolands Smits. Cuando menos te lo esperas Pesic apuesta por él y ya ha rendido ante los de Laso, así que puede ser un as en la manga del serbio.

Los duelos interiores Tomic vs Tavares y Singleton vs Randolph centran toda la atención, pero Ayón puede ser importante y también Trey Thompkins, otro jugador que si está bien suele hacer daño al Barça. Randolph es un verso libre ante el que poco se puede hacer porque es muy bueno y de una manera u otra suma sus puntos, pero que Thompkins aparezca sí será una peor noticia porque es un jugador que depende más de la estructura madridista. Si le encuentran es porque estarán circulando bien el balón y es mortífero. Así pues, Pesic tendrá que apañárselas para controlar el juego interior blanco y Chris Singleton por fin demostrar por qué se le trajo. Está haciendo unos buenos Playoffs, ha pasado de valorar 11 de media a 15 y se juega firmar otro gran contrato, ya sea aquí o en otro sitio.

Tomic vs Tavares Parte VI. 67 de valoración para el croata y 46 para el madridista en los cinco choques de esta temporada. Pesic ha logrado reducir el impacto del gigante caboverdiano en las dos canastas, y buena parte de culpa la tiene el de Dubrovnik, que le desgasta, le amenaza y no le hace la vida fácil en la pintura. Ojo a las faltas Tomic porque cargarse pronto puede meter en un lío serio al Barcelona. La diferencia de nivel de los suplentes interiores madridistas respecto a los culés es importante, así que estos detalles pueden condicionar cualquier partido de la serie.

Al margen de los más puramente baloncestístico la mentalidad de cómo afronte el Barça la final puede ser decisiva. Efes tuvo que ser un aprendizaje. El Barça se sabe inferior al Real Madrid y pese a los triunfos sobre los blancos ese pensamiento es difícil de borrar, sobre todo en una serie. Habrá que ver cómo encajan los de Pesic los golpes que les puedan venir. Un primer mal partido, un 2-0 en contra para empezar o alguna paliza en el transcurso de la serie. La fortaleza mental del Barça todavía está a prueba, pero qué mejor examen que este. El objetivo es doble, pues vencer significaría no solo acabar con la hegemonía blanca sino empezar a cambiar la tendencia de los últimos años. Luz verde para la siguiente fase.