Planificación Barça 19-20: cubrir necesidades

Hoy comenzamos en Rondo Blaugrana la Planificación Barça 2019-2020, esa serie de artículos en los que hablaremos del equipo que viene. La dinámica será distinta a la de otros años, pues no habrá un texto por posición sino que atacaremos de manera más concreta algunos asuntos. A diferencia de los años anteriores esta vez sí hay un bloque claro a los que habría que sumar 2-3 piezas, no más, así que no tiene mucho sentido “hablar por hablar” cuando las cosas están meridianamente claras. Además parece haber dos fichajes prácticamente cerrados, así que sería redundar. Siempre hay que matizar que es un análisis personal del autor y que está condicionado a los resultados finales en ACB, especialmente en lo concerniente a un par de jugadores cuya continuidad depende del desenlace de la 18-19.

¿Hay que renovar a Singleton? ¿Qué papel ha de jugar Oriola? ¿Qué hacemos con Pustovyi? ¿Heurtel puede liderar este proyecto? ¿Hay que hacer un esfuerzo por Abrines? Al margen de Higgins y a expensas del francés, ¿hay que traer otro exterior? ¿Son Davies y Higgins fichajes acertados?

Muchas cuestiones sobre la mesa y las responderemos poco a poco, pero empezaremos por la última.

Hablar de dos jugadores sin ser oficial el fichaje de ambos es arriesgado, pero son suficientes y fiables las fuentes que señalan que Cory Higgins y Brandon Davies serán los primeros fichajes del Barça Lassa 2019-2020. Desde luego encaja que ellos sean operaciones cerradas porque vienen a cubrir necesidades que se llevan viendo desde el comienzo de la temporada. Si a en octubre hubieran preguntado a los culés qué dos posiciones eran susceptibles de mejorar a buen seguro que hubieran señalado al pívot y al escolta.

CORY HIGGINS

Puestos a reforzar el “2” el debate se centraba en el tipo de perfil que demanda el equipo más que el propio nivel, pues hay no había ninguna duda de que necesitaba un referente. En otras palabras, ¿un De Colo o un Higgins? Tal como está establecida la plantilla del Barça ahora mismo parece más necesario el francés. Un generador desde el bote, capaz de anotar, asistir y de ayudar al base a controlar el ritmo, pero De Colo presenta algunos síntomas claros de declive y de hecho ha sido relegado muchos minutos al banquillo en favor del próximo jugador del Barça. El mejor Higgins es peor jugador que el mejor De Colo, pero ahora mismo el americano presenta bastantes más garantías que el galo. No es un jugador que por sí solo iguale las cosas con los grandes dominadores del continente, pero desde luego acerca al Barça a la máxima competitividad porque es completísimo y muy regular.

A pesar de los casi 15 puntos por partido que ha promediado en Euroliga Cory Higgins no es un anotador compulsivo. Es un jugador con talento, con buena mano y sumamente inteligente, pero los porcentajes de esta temporada (49% en tiros) se han de explicar a partir del contexto de CSKA. Sergio Rodríguez, De Colo e incluso Clyburn han sido más generadores que el “22”, que ha aprovechado mejor que nadie las ventajas creadas por sus compañeros. No quiere decir que no sea capaz de hacerlo él también, pero en Moscú siempre ha sido tercera o cuarta opción. En el Barça le tocará asumir más responsabilidad con balón y habrá que ver cómo se comporta.

Porque no es un jugador ni especialmente rápido ni explosivo, pero sabe utilizar muy bien su cuerpo para protegerse y encontrar situaciones de canasta. Pese a los buenísimos porcentajes Higgins busca primero acabar por dentro, donde a la hora de finalizar es elegante y finísimo. Ni mucho menos es un jugador egoísta, sino que sabe cuándo pasarla y cuándo resolver él. La mayoría de los puntos generados por él mismo provienen de situaciones de uno para uno donde busca su tiro de 5-6 metros o de entradas a canasta, pero su acierto en el triple habla bien sobre todo de su astucia y buena selección de tiro. Rara vez se genera un tiro de larga distancia, espera su momento en situaciones creadas por compañeros. Dos fortalezas de cara a finales de partido. Es un seguro de vida en los tiros libres (casi un 90%) y tiene sangre fría para las últimas posesiones.

En defensa no es un especialista, pero sí posee virtudes. Sin ser excesivamente intenso ni habilidoso en el robo sí es capaz de incomodar a su par, tanto si es un “2” o un “3”. Una pareja exterior Higgins-Hanga suena francamente en los dos lados de la pista. Está en plenitud física y eso le permite llegar a muchos sitios, siendo además un jugador con la cabeza amueblada, experimentado y que no pierde la concentración.

Encaje

Su llegada al Barça es un reto para él mismo, pues pasa de su cómoda posición de muy buen actor de reparto en CSKA a protagonista en el Palau. Va a tener más el balón, debería tener más tiros y si las cosas van mal al primero que se mirará será a él, pero no es un jugador que vaya a romper defensas ni condicionar el ataque culé. Va a hacer del Barça un equipo mucho más sólido, pero no es un jugador especialmente desequilibrante.

Por ello se antoja imprescindible que ese desequilibrio lo aporte alguien. Los mecanismos colectivos pueden paliar ese déficit, pero hay veces que no basta y la pura individualidad es necesaria. Por ello la presencia de un generador se antoja imprescindible, un creador de ventajas que abastezca a jugadores no tan autosuficientes. Hablando en plata: un Larkin, un “Chacho” o un Heurtel. Con un jugador de esas características en plantilla las cosas son más fáciles.

Higgins lo agradecerá y desde luego el resto de artillería. Ni los escoltas ni los aleros son jugadores autosuficientes. Ribas podría serlo, pero ha perdido físico y le cuesta crear esas situaciones que antes sí lograba fácilmente. Hanga a veces genera cosas por pura pasión y físico, pero no tiene el talento necesario. Claver solo tira liberado y Kuric es un especialista, no más. Por eso advertíamos que quizá el perfil ideal a buscar para el “2” era el de alguien más creativo desde el bote, pero no hay muchas opciones y no son del nivel de Cory Higgins, probablemente ahora mismo el mejor escolta del continente.

BRANDON DAVIES

Si algún día le pasara algo malo a Ante Tomic (por favor, no), fuera objeto de una investigación y la policía preguntara a sus familiares si tenía enemigos la respuesta debería ser “sí, la dirección deportiva del Barça.” Esta es la lista de compañeros en la pintura de Ante Tomic desde que llegó al Barça:

12-13: Jawai/Mavrokefalidis

13-14: Joey Dorsey

14-15: Pleiss

15-16: Samuels, Lawal/Dorsey

16-17: Dorsey/Faverani/Diagne

17-18: Seraphin/Reynolds

18-19: Seraphin/Pustovyi

Algunos decepcionaron (Pleiss o Samuels), a varios las lesiones les condenaron pese a que no eran primer nivel (Jawai o Lawal), una mezcla de estas dos cosas (Seraphin), en ocasiones los fichajes carecían de sentido (Pustovyi) o se les firmó sabiendo que el físico no les respondía (el segundo Dorsey o Faverani). Prácticamente solo en la 1ª etapa de Joey Dorsey el pívot croata estuvo dignamente acompañado en la pintura, pero parece que esta vez se le quiere poner remedio con un fichaje que, a priori, presenta todas las garantías.

Lo primero que conviene aclarar es que Brandon Davies no es el pívot americano que se viene reclamando desde hace bastantes años. De hecho es un center bajo (2.08) que no promedia ni medio tapón por encuentro, así que con él no se busca intimidación sino otro jugador de producción ofensiva. Que no tenga esa cualidad no implica que sea un mal defensor, pues reúne otras cualidades, provenientes sobre todo de su energía y movilidad. Su falta de altura le permite defender a pívots móviles, salir fuera y recuperar su sitio, algo que ha sido incapaz de hacer Seraphin estando sano o lesionado.

En ataque es un jugador con bastantes recursos. La hiperactividad de Zalgiris le ha convertido en un pívot todavía más dinámico, que aprovecha cualquier concesión de su par para atacar el aro gracias a su arranque y velocidad. Además se está destapando como un finalizador cada vez más completo, siendo contundente cuando toca pero también habilidoso. Un aspecto en el que ha mejorado y todavía podría seguir creciendo es en el tiro de 4-5 metros, una jugada que si añade a su repertorio le hará muy difícil de defender.

Sus dos temporadas con Jasikevicius han supuesto un máster y llegaría a Barcelona en un momento ideal. En su primer año en Kaunas no era tan protagonista e iba de la mano de Kevin Pangos, sobre todo. Con la salida del canadiense Zalgiris se tuvo que reformular un poco y él también. Menos situaciones de pick and roll, jugar más por dentro y tener él mismo muchos más momentos para postear o incluso distribuir. Ha doblado su número de asistencias y además ha tirado bastante más sin que se haya resentido demasiado su porcentaje (56%). Donde ha bajado más claramente es desde la personal, donde ha promediado un 76% esta Euroliga, aunque sí parece un pívot con el que acabar los partidos.

Encaje

Pasar de Jasikevicius a Pesic es un cambio grande (que se lo pregunten a Pangos), así que está por ver cómo se adapta a una propuesta distinta. Menos movimiento y más situaciones de poste, aunque la plantilla del Barça sí invita a correr, siendo esta una de los pluses que aportará el americano respecto a Seraphin o Tomic. Es verdad que con frecuencia se ha demandado para el croata un acompañante que, o bien fuera muy atlético e intimidara o bien un jugador capaz de amenazar desde fuera para ensayar una especie de small ball, pero Davies no es ninguna de las dos cosas. Para la primera demanda el equipo seguiría sin tener respuesta, pero para la segunda Davies ayudará y siempre queda la baza de Oriola como “5” móvil y tiro exterior.

En definitiva, dos fichajes que vienen a reforzar las dos posiciones más debilitadas del equipo y que sustituirán a Jaka Blazic y Kevin Seraphin. Estos dos cambios le dan al Barça un salto de calidad enorme y si no hubiera más ya catapultarían al Barça a otro escalón, pero quedan muchas cuestiones todavía por resolver para la 19-20.