Una pequeña crisis y una gran oportunidad

En los últimos días trascendió la noticia de que Nélson Semedo quiere marcharse del FC Barcelona. El portugués parece no estar a gusto en el rol que ostenta actualmente dentro de la plantilla, en la que no es titular indiscutible, por lo que habría pedido al club que valorase la opción de traspasarle a otra entidad en la que le concedieran un papel protagonista.

Lo cierto es que Semedo forma parte del grupo de los jugadores jóvenes con proyección con los que se había fijado el Barça y había logrado ficharlos para que se consolidaran a medio plazo. Algunos salieron extraordinariamente bien – caso de Ter Stegen, Lenglet o Arthur –, otros regular – Umtiti – y alguno muy mal – André Gomes –, pero prácticamente todos fueron apuestas con sentido y en general el resultado ha sido bueno.

Se puede decir que, por su rendimiento, Semedo entra de lleno en el segundo grupo. El joven lateral recaló en el Camp Nou el verano de 2017 por 35 millones de euros, procedente del Benfica. En él se intuían unas condiciones con las que podía llegar a triunfar en el Barcelona. Lo cierto es que, transcurridas las dos primeras temporadas, el fichaje no ha cumplido con las expectativas deseadas. El ‘2’ azulgrana se ha consolidado como un recurso defensivo potente, sobre todo saliendo en las últimas medias horas de partidos importantes, pero a nivel ofensivo se ha quedado muy corto.

Ocupación de los espacios en ataque deficiente, problemas técnicos con el balón en los pies y una toma de decisiones mejorable fueron varios de los problemas que arrastró durante sus dos cursos en la ciudad condal, y que a la larga propiciaron que Sergi Roberto, también con un rendimiento irregular, se consolidara como el lateral titular.

No tenía en mente el Barcelona venderlo este verano, pero la petición de Semedo cambia de forma evidente el panorama. Focalizado el club azulgrana en invertir en varios focos muy concretos, tener que recurrir al mercado para reforzar la posición del lateral derecho puede concurrir a ciertos dolores de cabeza, pero no cabe duda de que de toda crisis se presenta una oportunidad.

Y es que no parece que el prototipo ideal del lateral azulgrana lo encarnen ni Sergi Roberto ni Nélson Semedo. Si bien el primero aporta más en ataque – siete asistencias esta temporada por una del portugués –, el segundo ha dado la sensación de aportar más solidez en defensa, aunque los ajustes tácticos de Valverde en los dos Clásicos de marzo apuntaran lo contrario.

El mercado no ofrece muchas garantías, pero hay talento y el dinero que se pueda adquirir de un posible traspaso de Semedo se puede reinvertir directamente en su relevo, sin que esto afecte a otras posibles incorporaciones. Existen laterales diferentes, con mayor potencial y que parece que sus clubes están dispuestos a venderlos si les llega una buena oferta. Se trata solamente de encontrarlos… y también de ser el más rápido.