La derrota en el primer partido de pretemporada ante el Kiel, mucho más rodado por el inminente inicio de su temporada, por 33 a 29 marcó el inicio del Barça de balonmano 2019/2020. El resultado, obviamente sin importancia, muestra que queda trabajo por hacer. Todavía hay tiempo para poner a tono a unos jugadores que volverán a afrontar una temporada en la que la ambición en Europa es tan grande como la necesidad en España. Los culés deben volver a arrasar en las competiciones nacionales, pero el objetivo, una vez más, es lograr la ansiada Champions League, tras el varapalo del pasado mes de junio.

La receta deberá ser la habitual; trabajar e intentar ir partido a partido. También procurar mantener el ritmo competitivo de los jugadores, así como el colmillo bien afilado para cuando lleguen los momentos calientes en la próxima primavera, una asignatura que el Barça no siempre ha llevado tan bien como debería.

Habrá que ver si el cuadro de Pascual logra imponer un estilo de juego tan vigoroso como el del año pasado. La llegada de Luka Cindric, potente y ágil central de «solo» 1,82 m. de altura, hace pensar que el equipo buscará vivir de transiciones rápidas de nuevo, por lo que es más importante si cabe tener a los jugadores con un físico óptimo para el inicio de la temporada.

El central croata, jugador top mundial hoy día, y el pívot español Abel Serdio, que substituye a Kamil Syprzak, son los fichajes de esta temporada. El pívot polaco, ahora en el PSG, es una baja destacada de los azulgranas, otra ausencia significativa para la nueva temporada vino con el final de la cesión de Nemanja Ilic, que volverá a la liga francesa, ya que se espera contar con Casper Mortensen en plenitud física esta pretemporada.

Por el momento, sabemos que la deseada Champions League comienza el 14 de setiembre y que el sorteo ha sido muy benévolo, en principio, con el cuadro de Xavi Pascual, pero de eso hablaremos un poco más adelante…