Por @PapitoOscar

En la planificación de esta temporada, Carles parecía tener un papel preponderante en el primer equipo.

Después de una temporada donde, sin comerlo ni beberlo, el jugador había llegado a más de mil minutos disputados, parecía el año en el que el canterano estaba llamado a protagonismos mayores.

Quizá detrás de ese centro del campo excelso, con Busquets, Arthur y De  Jong, parecía la cuarta pieza con la que se podía jugar como primer recambio del excelso trío. Aprovechando que él tiene unas características diferentes que Valverde podía hacer uso del mismo como interior acelerador de jugadas en el tramo final.

Dos hechos han torcido en este principio de temporada la situación. El primero de ellos en teoría, pues la práctica no parece afectarle; tanto Rakitic, como Vidal continúan en plantilla, lo cual en principio podrían restar minutos al canterano, en la práctica parece estar teniendo un efecto residual en su falta de minutos con el primer equipo. El segundo sí parece un hecho relevante, pero cuesta entender la situación y cuál podría ser la explicación; en el primer partido de la temporada, Carles fue de la partida, pero tras ser protagonista de algunas indicaciones airadas de Ernesto en la primer parte, fue sustituido al descanso y hasta hoy, que al menos ya entra en la convocatoria, pues pasó varios partidos fuera de la misma, cual defenestrado pues en principio, al menos según el parte médico, no había problema físico que lo justificara.

Nos falta información, pero desde fuera se está elevando la voz sobre el por qué precisamente un canterano, un jugador sin un gran peso específico en el vestuario, está pagando de manera tan drástica sus posibles errores de interpretación en uno de los peores partidos en esta Liga del Barça, precisamente el primero.

Muchas entenderían dicha decisión si el damnificado fuera un Rakitic o un Vidal por poner dos ejemplos anteriormente mencionados. Pero lo dicho, no sabemos qué paso en dicho partido, ni en la semana de entrenamientos posteriores.

Bien es cierto que el aficionado local, casi diría yo que como cualquier aficionado al fútbol, defiende de entrada al canterano por el mero hecho de serlo y no es de extrañar que en esta situación no comparta la decisión de Ernesto e incluso la tache de errónea, al menos en su ejecución. Pero volvemos al inicio de esta argumentación; nos falta información.

Entendemos que el primer entrenador no se tirará piedras contra su propio tejado y si ha tomado la decisión de “apartar” al jugador habrá sido una decisión meditada y acompañada de conversaciones entre ambos que poco a poco vayan dejando equívocos detrás y redunden en el beneficio de la carrera del futbolista y por ende del club.

Siempre cabe la posibilidad que se baraje una cesión del mismo en Diciembre, si hoy por hoy no tiene hueco en el primer equipo. Pero no nos pongamos en ese supuesto que todavía no ha llegado, pensemos que está más cerca una venta del croata o del chileno que del bravo futbolista de Mataró.

El tiempo, como siempre, juez implacable, dará o quitará razones, esta vez mucho más pronto que tarde…