La selección (natural) de Ansu Fati

Por @13_danii

Año tras año, el mundo del fútbol asiste a la irrupción de nuevos ídolos. Con más o menos fuerza, cada temporada desviamos la mirada hacia chicos insultantemente jóvenes, que a base de desparpajo, talento y apoyados en la gratitud que supone la novedad en este mundo tan inundado de inmediatez, se ganan un hueco en las agendas futboleras del fin de semana.

Ansu Fati ha sido el último de una lista interminable. Nombres pegados a una edad impropia de la situación y acompañados desde el primer momento por corrientes de opinión sobre las que cimentar el hipotético camino a la cima de estos muchachos. He aquí el debate que venimos a tratar: ¿Deben tomar todas estas estrellas adolescentes el mismo camino? ¿Todos los jugadores deben quemar las mismas etapas?

El Fútbol Club Barcelona esta lleno de ejemplos que demuestran, claramente, que no; Messi, Xavi, Iniesta, Piqué, Victor Valdés. Estrellas, leyendas de este club que descubrieron sendas muy distintas que les llevaron hasta ahí. Bojan, Munir o Gio dos Santos no tuvieron la misma suerte.

Cada jugador debe seguir su propia guía. Por condiciones, por mentalidad, por físico…Hay muchos condicionantes que diferencian la preparación de uno u otro chico antes de presentarse en la élite. La cabeza de Bojan dijo basta. Un chico capaz de llegar a dos cifras en liga sin ni siquiera ser mayor de edad, con nivel para sentar al mismísimo Zlatan Ibrahimovic en el tramo final de la 2009-2010 pero al que la ansiedad le jugó malas pasadas. Xavi o Iniesta, los paradigmas de la esencia, no estuvieron lejos de abandonar el club, según sus propias palabras. Piqué lo hizo, para volver convertido en uno de los mejores centrales de la historia del club.

Todos tienen su propia historia, ahora Ansu debe crear la suya. Su evolución, su juego, su cabeza, su fútbol, serán los que dicte las puertas a traspasar de la mano del club. Solo ellos saben si una de esas puertas incluye la participación en el Mundial Sub17 o su debut en el Clásico de octubre.

Decisiones que, según creo, no deberían guiarse por el DNI. Hay quien necesita quemar etapas, hay quien se las salta. En el fútbol, como en la vida, cada persona (nunca está de más recordar que esta gente, a veces, también lo son) es única e irrepetible. No hay dos futbolistas iguales ¿Por qué aplicarles la misma teoría entonces?

Después de tirar abajo la puerta del primer equipo, incluso de la titularidad, debe ser el cuerpo técnico (con gran bagaje en temas de cantera) quien entienda la situación de la mejor forma para todas las partes implicadas.

No sabemos (al menos, no sé) qué le depara el futuro al bueno de Ansu. No sé qué decisiones o circunstancias le llevarán hasta él. Ni siquiera sé si el próximo mes debutará con la selección o permanecerá en la disciplina del club. La selección natural será, definitivamente, la que marque dónde estará el nombre de Ansu Fati dentro de diez o quince años, no su presencia (o no) en uno u otro torneo.