Riqui, Collado y los carriles de aceleración

@ivanofde

 

En todas las autopistas, para la incorporación de los vehículos, existen carriles de aceleración para una correcta entrada a ella. Hay veces que por tráfico casi tienes que reducir al mínimo la velocidad, y otras veces, entras casi a la velocidad del resto de vehículos.

Cuando se posee los medios y la voluntad firme, la entrada en condiciones ideales, es la óptima, otra cosa es cuando hay elementos que lo impiden. En el filial, a día de hoy hay varios carriles de aceleración, pero me voy a centrar en las dos arterias más importantes, la de Riqui Puig y la de Collado.

 

Riqui desde abajo, Collado desde arriba

 

El curso del filial ha empezado con 3 bajas de peso capital, Carles Pérez, Wagué y Oriol Busquets. Los primeros al primer equipo, el tercero rumbo a Holanda. Jugadores que creaban no solo un contexto diferente al de ahora, sino que a su vez elevaban el nivel de juego. Pero más allá de las bajas, el inicio de temporada se ha caracterizado en muchas ocasiones por el Riqui interior zurdo, Collado extremo diestro (a diferencia del año pasado que ejercía en el sector zurdo cuando jugó arriba)

Como bien comenta Albert en su artículo, Riqui desde el año pasado comienza una cierta evolución y querencia por la zona de gestión del campo, por la recogida del balón más que el entre líneas propio de su juego. La salida de Aleñà y su convivencia con Collado, le “obligaron” a tales menesteres, siempre ayudado por Oriol Busquets.

Riqui y Oriol llegaron a un nivel de entendimiento muy alto, en gran parte por la alta inteligencia táctica del segundo que ejercía de favorecedor de contextos. Este año, con su salida, fue Monchu quien ejerció de pivote en el esquema de 3 medios, pero de él hablaremos más tarde.

Por otro lado, Collado ejercía su función de devorador de espacios, del cazador entre líneas letal del filial. Este año, además de “perder” a sus dos compañeros,  su zona se la han desplazado a un peldaño superior, con todo lo que ello conlleva.

Su convivencia con Carles y Wagué era perfecta. Cuando Carles se abría, él ocupaba la zona de entre líneas, cuando Carles se interiorizaba, el flotaba por alrededor. Todos estos movimientos, aderezados con una agresividad y timing que aportaba el lateral derecho senegalés.

 

Regular la entrada a la autopista

 

 

Los dos mayores talentos en el medio de la cantera blaugrana, necesitan de un contexto diferente al año pasado, ya que ni los nombres son los mismo, ni probablemente el nivel de los remplazantes tampoco. Y una de las posiciones claves está siendo la del pivote.

El pivote, demarcación tan importante como buque insignia de la cantera blaugrana, ha sufrido un cambio de cetro que ha variado su forma de proceder. Al inicio de temporada, Monchu fue el pivote, entregándole el interior derecho a Reis.

El flamante fichaje no ha entendido nada aún de su equipo. Sus principales virtudes están siendo mal aplicadas al modelo de juego. A Reis se le ha pedido que ejerza un poco del Monchu del año pasado, pero claro, su forma de ocupar los espacios está siendo muy deficiente.

Con balón en los pies es más limitado que el resto, y sin él, está siendo un obstáculo en esos carriles de aceleración. Con Collado en el extremo derecho, el equipo ha perdido presencia en el pico del área y amenazando al espacio, cosa que ha intentado suplir con Ludovit. Lo primero, lo puede solucionar (de otra forma) Alex, parta desde abierto en banda, como flotando por la zona.

Esos movimientos tan armónicos de Collado necesitan de un espacio y una interpretación de espacios muy alta. Con Reis, esa zona ya estaba ocupada por propios y ajenos, por lo que la defensa era más eficaz y eficiente. Si a esto le añadimos la pérdida de un puñal por fuera como Wagué, la defensa crece aún más.

A su vez, si el interior derecho intenta compensar hacia la izquierda, impide la entrada de Riqui y las descarga de Abel. El segundo puede influir en otra zona, sin embargo taponarle la entrada al primero es algo que no debe buscar el filial. Riqui empieza desde abajo, más o menos arriba, distribuyendo y moviéndose cual extremo en la frontal. Su jugada más letal, recibir en izquierda muy abierto, donde todo es más lejano y favorable para una pérdida, como para iniciar un eslalon como lo haría un extremo pegado a la cal. Riqui inicia y necesita movimientos de arrastre por arriba y por abajo, porque fluye y necesita fluir por donde él quiera, especialmente por toda la frontal, y ahí, ya no se encuentra Carles para generar un desmarque de ruptura.

Para rizar el rizo, estos movimientos de Reis restan un jugador tanto en salida como en transición defensiva. Todo lo citado anteriormente, es “culpa” de Monchu, al menos de manera indirecta. Si ocupa el pivote, obliga a un interior derecho como el descrito, o a prescindir de Collado en el extremo diestro. Ha habido partidos en los que Pimienta ha optado por Kike y Abe en ambos extremos, pero parece que su predilección es la del zurdito por derecha.

Con Monchu de interior derecho todo parece cobrar sentido, se asoma a la frontal sin invadir el carril de Collado, baja para la salida de balón ayudando tanto al pivote como a Riqui para que ejerza su influencia por el sector zurdo. Cuando Collado revolotea por la frontal, él deja la zona libre y ejerce como facilitador, dando continuidad a la bola y filtrando a zonas peligrosas para el rival. No nos vamos a engañar, esto Reis no lo puede hacer, y Pimienta tampoco está encontrándole el sitio y la zona ideal, para poder mantener el pivote inicial.

 

Encontrar un semáforo

 

 

Con todo esto, aparece Orellana y lo equilibra todo. No es Oriol y sus enormes virtudes, pero da sentido no solo a la circulación, sino al juego ofensivo culé. Facilita y filtra, diagonaliza y se mueve para volver a triangular.

Si algo necesita el filial culé, es un jugador que favorezca de manera directa o indirecta a Riqui y Collado, partan de la posición que partan. Un semáforo o una rotonda, algo con lo que el filial pueda darle el espacio necesario a sus dos figuritas para que entren lanzados. Orellana, Sarsanedas… o incluso Monchu. Pimienta, te toca.