Desabrocharse el último botón

@ivanofde

 

Sales de casa, dirección a la boda de tu colega, bien arreglado, con tu traje de chaqueta reglamentario, chaqueta puesta aunque haga calor, zapatos de punta y tu corbata acompañada de la blusa que en su momento elegiste. En estas ocasiones, todo lo anterior es algo que te hace sentir incómodo, es ley de vida, pero si hay algo que se lleva la palma, es el último botón de la camisa.

 

La entrada a la boda

 

En su último partido, el filial se encontró no solo con un gran rival, sino con 3 bajas importantes, las de Morer, Araujo y, en especial, Riqui. La baja de Riqui a priori parecía importante, pero luego se confirmó.

 

 

Se vuelve a repetir la figura del falso 9 con la entrada de Hiroki Abe. El resto es un poco lo obligado, asentándose la idea de Collado como extremo diestro, lugar donde empieza a ser clave si tiene un mínimo de contexto

La primera mitad aunque dominada por el filial, al menos con pelota, no fue todo lo idónea que debió o debería haber sido. El Lleida a partir de su presión en cuadrado pudo aislar y expulsar hacia afuera la salida de balón. Monchu apareció alguna vez (en especial los primeros minutos) por fuera, en la zona Riqui, pero dicha acción duraría poco, es imposible reproducir dicho comportamiento tal cual sin su protagonista

En estas presiones, hay ciertas zonas por detrás de los puntas y mediocentros que se descubren, sin embargo, si el delantero no se descuelga, el extremo no viaja hacia dentro o los interiores no se escalonan, son imposibles de aprovechar. Y claro, Jandro pese a la gran fluidez de balón que otorga, no se bastó solo para asaltar dicha presión, ya que no encontró líneas de pase que rajasen por dentro.

 

 

Pues esto es de lo que pecó el filial, de un JdP demasiado rígido para lo que el partido requería. Esto que comento, no fue sino la expresión de ciertos elementos que contribuyó a tal cosa:

·       Los extremos ejercían su función de ensanchar, sin embargo, cuando el partido te pedía juego entre líneas, ellos seguían pinchados por fuera.

·       Los interiores no se escalonaron y volaron demasiado arriba, casi a la altura del 9

·       El falso 9, no se descolgaba para hacer superioridades por dentro,

Todos estos aspectos los he querido rescatar porque fueron los que más pesaron en la segunda parte, por su cambio, por su influencia en el contraste del equipo en la segunda mitad.

 

El último botón

 

 

Esto que expongo ahora, no es más que la gota que colmó el vaso, un vaso ya lleno, pero es que está siendo ese botón. Ludovit Reis vino como una revelación de la anterior Eredivise, y su adaptación está siendo muy lenta. Su colocación y movimientos están siendo un auténtico tapón para la libertad de Collado, y por el contrario, de una mayor amenaza entre líneas.

Pero como he dicho, no solo es Reis, fue el conjunto en si, todo dinamitado  por su salida, pero que ya daba visos de empezar a funcionar. Reis se lesiona, y entra Ilaix por él, al interior diestro, donde yo personalmente pensaba que iría Monchu, pero se mantuvieron.

Con el inicio de la segunda mitad, y la salida de Reis, el filial empezó a tener mayor fluidez atacando y defendiendo. Collado y Kike empezaban a pesar por dentro, liberando el ancho de banda para los laterales. Akieme te permite tener alguien por fuera que estire, Guillem aunque no con la misma calidad, también.

Ilaix empezó entendiendo a la perfección la influencia y la libertad de Collado, haciendo el papel de Monchu de manera relativamente similar, alejarse cuando vuela, dar línea de pase cuando la reclama… Cuando Collado empieza a moverse, no solo mejora la circulación, sino que la protege.

A su vez, Hiroki empezó a descolgarse y ejercer de tercer hombre de una manera más o menos acertada. Todo se tornó en un fluidez tanto ofensiva como defensiva que no hizo más que marcar el camino del B.

El filial está alternando buenos resultados con otros no tan buenos, pero la madurez en su juego empieza a asomar, tanto colectiva, como individualmente. Piezas que ya empezaron a mostrar un nivel muy alto, este año empiezan a mostrar una capacidad para mover el equipo de manera directa y/o indirectamente propio de un filial.

Y terminando con este artículo, Pimienta sabe que el presentarse de chaqueta es indispensable en una boda, pero cuando suena la música, hay que quitarse el último botón, la corbata muchas veces es más un elemento de diversión que de decoro.